La oposición celebró la decisión de los ministerios del Interior y Relaciones Exteriores de cambiar la definición sobre los nuevos pasaportes, aunque mantiene cuestionamientos al canciller Mario Lubetkin por sus declaraciones públicas. Según el diputado del Partido Nacional (PN) Juan Martín Rodríguez el jerarca de la cancillería tuvo “falta de sensibilidad, empatía y sentido común” y, por eso, están conversando con los partidos de la oposición con el objetivo de tomar alguna definición política en las próximas semanas.

El gobierno decidió en la noche del martes dar un paso atrás en la nueva reglamentación de los pasaportes, y habilitó que quienes hayan emitido la nueva documentación puedan, por su voluntad, solicitar la vieja edición. Ayer se informó que la nueva emisión no perderá vigencia.

Para el PN, el gobierno tomó la definición que “había que tomar antes”, según dijo a la diaria Rodríguez. Según especificó, su partido no está en desacuerdo con el fondo de la modificación, y remarcó que el problema es que el nuevo pasaporte eliminaba el campo que informa sobre el lugar de nacimiento. “El Partido Nacional no cuestiona la voluntad del cambio del pasaporte”, advirtió el legislador, pero criticó que el Ejecutivo se “apuró” en implementarlo. “Si hubiera habido un tiempo prudencial [para que los países analizaran el nuevo documento], no hubiera habido problema. Se apresuraron y se causó un perjuicio”, remarcó el diputado.

Por este tema está previsto que el ministro del Interior, Carlos Negro, y una delegación de la cancillería concurran a la comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Senadores la próxima semana. La comparecencia está fijada para el próximo miércoles, pero, a pedido del ministro, es probable que se corra para el miércoles 13 de agosto.

Esa comparecencia será clave para la definición de acciones políticas contra Lubetkin. El legislador aseguró que tiene “claro” que la responsabilidad de los pasaportes corresponde a Interior, pero lo que le cuestionan al canciller es el tono y la oportunidad de sus declaraciones públicas.

Lubetkin declaró en varias ocasiones que el pasaporte uruguayo no había sufrido “ningún rechazo” en “ningún país”, y que el hecho de que varios estados estuvieran haciendo un análisis no quería decir que lo rechazaran. Esto se contradice con el relato del embajador alemán y con las posiciones públicas adoptadas por Japón y Francia. En el comunicado emitido el martes anunciando la decisión, los ministerios destacaron que desde que se instrumentó esta versión “no se ha recibido ninguna comunicación oficial de no aceptación de los nuevos pasaportes”, pero sí menciona que “se han reportado dificultades para el estampado de visas de larga estadía por parte de dos países”, en referencia a Alemania y Japón, según supo la diaria, y dejando de lado a Francia, que también el martes comunicó a las autoridades uruguayas que reconocía el nuevo documento, ahora suspendido.

Rodríguez señaló que en función de lo que suceda en la comparecencia de Negro y la delegación de la cancillería en la comisión del Senado, la “pelota puede pasar” a la cancha de los diputados opositores. Dentro del abanico de opciones, los blancos no descartan ninguna y conversan con los colorados para definir qué acción tomar.

Según supo la diaria, los nacionalistas evalúan tres acciones: una citación a ambos ministros a la comisión, un llamado a sala en régimen de comisión especial o el extremo de la interpelación. Para la oposición, Lubetkin se “puso él solo en el ojo de la tormenta”.

El presidente del directorio del PN, Álvaro Delgado, escribió en X que este tema “refleja otro error del gobierno”, por “falta de coordinación y de sentido común”. “El ministro Negro tiene que hacerse cargo y pedir la renuncia del responsable. Hicieron bien en corregir y dar marcha atrás, pero eso no alcanza. Cuando falla la ejecución, hay que asumir las responsabilidades”, escribió.

Caggiani: a “cada uno le pueden gustar o no” las declaraciones de Lubetkin, “pero no por eso lo van a interpelar o pedirle la renuncia”

Lubetkin fue respaldado por el presidente Yamandú Orsi, quien este miércoles dijo que es un “lujo” tener “a alguien que entiende tanto” en materia de política exterior. En la jornada del miércoles también la bancada de senadores del Frente Amplio (FA) respaldó la decisión del gobierno. El senador y coordinador de bancada, Daniel Caggiani, dijo en rueda de prensa que el cambio en el pasaporte “tiene que ver con derechos humanos fundamentales”, como el derecho a la “extranacionalidad, la libre movilidad y la posibilidad de cambiar la nacionalidad”.

El legislador recordó que las modificaciones al documento fueron iniciadas en la anterior administración, y que no “hubo nadie” que advirtiera que los cambios introducidos por el actual gobierno iban a causar inconvenientes. “Se dio todo en el marco de las normas internacionales”, dijo, y luego cuestionó al embajador alemán que, “en vez de comunicarse vía diplomática”, utilizó su cuenta de X.

Caggiani remarcó que “no se entiende mucho” la posición de la oposición y comentó la posibilidad de una interpelación a Lubetkin. “No tiene responsabilidad. Es como si yo interpelara al ministro de Ambiente, no tiene nada que ver con el pasaporte”, valoró en referencia a que el organismo encargado de emitir los pasaportes es Interior.

“No corresponde tampoco pedir la renuncia al ministro de Interior por este tema. Y me parece que lo que tenemos que tratar es de dar vuelta la página, porque esto es un problema resuelto. No hay ninguna responsabilidad, ni del canciller ni del ministro del Interior sobre ese tema, y además ya hay una convocatoria justamente para poder informarse de esta situación. Pero me parece que si empezamos así, después de esto, ¿qué?”, se preguntó.

Para Caggiani, a “cada uno le pueden gustar o no” las declaraciones de Lubetkin, “pero no por eso lo van a interpelar o pedirle la renuncia”. “No podemos interpelar al canciller, o no debería ser la tónica interpelar cancilleres o pedir renuncias en función de si les gusta o no personalmente”, señaló.