El presidente Yamandú Orsi se desmarcó del ministro del Interior, Carlos Negro, quien, al evaluar el operativo de seguridad del partido clásico entre Nacional y Peñarol –que dejó el saldo de un policía herido por una bengala–, lo calificó de “excelente” y que “fue cumplido a la perfección”.

Consultado por la prensa este jueves, Orsi dijo que “no le pondría el nombre exitoso, porque siempre que hay una desgracia más que se relativiza”. Sobre la declaración de Negro, afirmó que no está “para juzgar lo que dice cada uno”. El mandatario dijo que le “cayó mucho peor la herida de la persona que estaba ahí sentada, que hoy tiene comprometida parte de su cuerpo”, que la opinión del ministro.

“Si bien el operativo en lo macro funcionó, ese hecho puntual de la bengala habla de que nos están pasando cosas que no nos deberían pasar”, sostuvo.

El presidente reafirmó que la seguridad del clásico corresponde a los clubes, aunque reconoció que “tenemos que tener mecanismos aceitados y cumplir con lo que está establecido”, ya que los clubes “no han podido resolver del todo” la situación de violencia en el deporte y, “por supuesto, tampoco el Ministerio del Interior”.

Sobre el ingreso de bengalas al estadio Centenario, Orsi dijo que es algo que “evidentemente” se les “filtra” a los clubes, y consideró que no puede ser “que tengas piezas cerradas con candados”. “Nada cerrado, se rastrilla todo, se busca todo y ahí los clubes estuvieron muy dispuestos a abrir las puertas de todo, ya sea el estadio local o el propio Centenario”, destacó.

En cuanto a la decisión del gobierno de mantener la alerta roja por frío para personas en situación de calle, que habilita la evacuación obligatoria, el presidente sostuvo que “en algún momento vamos a pasar de la alerta a una situación de emergencia sociosanitaria”.

“Lo que sin duda hay que hacer es generar dispositivos distintos, por supuesto a los de la alerta, pero también distinto a lo que se venía haciendo antes”, afirmó Orsi, y acotó que una de las cosas que se constataron es que “no era tan amplio el número de gente que se resistía” a asistir a refugios.