En entrevista con la diaria Radio, el presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales, Leonardo Loureiro, consideró que la propuesta de modificar las tasas del impuesto al patrimonio para gravar al 1% más rico de la sociedad, a consideración del PIT-CNT, “puede ser una idea adecuada”. Sostuvo que el planteo debe analizarse “en su contexto global”, para que “no afecte decisiones ni la imagen país”, lo cual podría tener un efecto posteriormente sobre las inversiones.

La Confederación forma parte de los actores sociales que integran el diálogo sobre seguridad social convocado por el gobierno. La visión del empresariado, señaló Loureiro, es que “hay determinados temas que son urgentes para el país y para la matriz social”, pero todo implica un costo. “Cuanto más se pueda apoyar a todos los programas sociales, es ideal, pero todo eso tiene un costo, y esos costos tienen que salir de algún lado”, apuntó.

En ese sentido, acotó que el empresariado se inclina “más por la línea” del ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, en cuanto a la necesidad de lograr un rápido crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI). A su modo de ver, el consenso al que se llegue en el diálogo social debe orientarse hacia ese objetivo. “Tenemos que llegar a niveles de país desarrollado si queremos mantener la matriz social completa como hoy la tenemos. ¿Qué significa eso? Que hoy tendríamos que estar creciendo entre el 2% y el 3% durante los próximos cinco o diez años, o sea, es un desafío muy amplio”, afirmó.

Loureiro señaló que alcanzar ese ritmo de crecimiento también requiere “tomar decisiones para mejorar la eficiencia del Estado”, uno de los puntos de la agenda de la Confederación. En tal sentido, consideró que hay señales positivas por parte del Ministerio de Economía y Finanzas, así como de otras carteras, en materia de simplificación de trámites, lo que “genera un ahorro de costos importante”, aseguró. Adelantó que este viernes la Confederación participará en una reunión en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, junto al PIT-CNT, “para analizar aspectos relacionados con el desarrollo del Uruguay”, en torno al cual el empresariado tiene algunas propuestas.

Uno de los aspectos centrales, señaló, es que “hay que atacar el tema de la productividad para mejorar la competitividad”, a través de “mejorar la capacitación y la educación de todos los actuales trabajadores y los trabajadores del futuro”. El dirigente empresarial, que es ingeniero en Computación, explicó que la tendencia mundial es a que la gran mayoría de los trabajos “van a requerir habilidades y conocimientos profundos”. En esa línea, apuntó a la necesidad de trabajar con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), para “generar nuevas habilidades para los trabajadores”. Además, señaló que han conversado con el presidente del Consejo Directivo Central de la ANEP, Pablo Caggiani, sobre una propuesta de “certificación de los conocimientos” para que los trabajadores culminen sus estudios.

Aumento de impuestos: “Puede afectar decisiones de inversiones de extranjeros o nacionales”

En cuanto a la discusión tributaria, Loureiro consideró que “el país ya tiene una presión fiscal muy alta” y no admite “aumentar impuestos”. Remarcó que “cualquier decisión que se tome en consideración al tema de aumento de impuestos, no solo afecta el tema puntual, sino que puede afectar decisiones de inversiones de extranjeros o nacionales”.

De todos modos, Loureiro mostró “apertura” a analizar la propuesta del PIT-CNT de modificación del impuesto al patrimonio para la atención de la pobreza infantil –que originalmente se planteó como un nuevo impuesto del 1% al 1% más rico–, siempre y cuando “no impacte el resto”.

El ingeniero señaló que es necesario analizar el “contexto global” y no modificar “algo solo por querer hacerlo”. Consideró que, quizás, “eliminando ineficiencias del Estado”, se puedan generar ahorros que posteriormente sean destinados a la primera infancia. Asimismo, sostuvo que debe existir la certeza de que “ese dinero efectivamente vaya a eso”, en lugar de quedar en las Rentas Generales o que “se diluya en cualquier parte del presupuesto”.

Consultado sobre si considera que gravar el patrimonio asociado a inmuebles de personas residentes en Uruguay podría repercutir en la actividad de las empresas, respondió: “No lo veo. De hecho, la ley está; el impuesto al patrimonio existe. Capaz que lo que hay que hacer es controlarlo más”.

La semana pasada, en la diaria Radio, el dirigente del PIT-CNT Sergio Sommaruga señaló que en 2024 se exoneraron 1.400 millones de dólares del impuesto al patrimonio. A propósito de esos beneficios fiscales, Loureiro puntualizó que desde el MEF se “están analizando las renuncias fiscales” y cómo reorganizarlas.

Explicó que estas exoneraciones se aplican “con un objetivo” y muchas veces tienen un impacto “muy positivo”. “A veces hago una cierta renuncia fiscal, pero el retorno que obtengo por esa renuncia fiscal es muy alto”, por ejemplo, en la generación de empleo, afirmó.

Con relación al cuestionamiento sobre las renuncias fiscales a inversiones extranjeras, el empresario se distanció de esa afirmación y citó un reporte de Uruguay XXI que dio cuenta de que “la reinversión en el país era sobre el 60%”. “No lo veo así. Lo que vemos es que el país es un país confiable. Si se mantiene confiable como siempre ha sido, eso genera que muchos de los ingresos obtenidos en el país se reinviertan en el país. Y eso está pasando”, afirmó.

“Hay que formar a las personas para las nuevas formas de trabajo”

Otra de las propuestas de la central sindical para introducir cambios en la forma de financiar la protección social es la “fiscalidad robótica”, que propone gravar con impuestos a la tecnología que reemplaza la mano de obra.

Consultado al respecto, Loureiro consideró que ese planteo “no está viendo que hay nuevas fuentes laborales que están asociadas” a la incorporación de tecnología, y señaló que hay estudios que apuntan a que, a partir de la tecnología, se crearán más puestos de trabajo de los que se destruyen. “Cuando yo introduzco una mejora desde el punto de vista tecnológico, genero nuevas formas de trabajo, lo que hay que formar a las personas para esas nuevas formas de trabajo”, acotó.

El empresario reconoció que “hay una fricción en el tiempo que lleva que las personas puedan tener nuevas habilidades”, uno de los aspectos “más complejos” en la situación actual. En ese sentido, sostuvo: “Lo que sí hay que prever es que el futuro va a ser más desafiante, entonces hay que trabajar en la educación para que eso no sea tan desafiante y estemos en una sociedad de aprendizaje”.

En los casos en los que sí se sustituye el trabajo humano por tecnología, consultado sobre si hay apertura a pensar en algún tipo de gravamen sobre empresas que aumenten su ganancia a partir de eso, Loureiro propuso, en cambio, pensar en invertir “más en capacitación en esas personas para poder habilitarlas”.