Ante una crisis humanitaria que se agudiza en la Franja de Gaza en Palestina, 78 judíos y judías uruguayas emitieron una declaración pública en la que se desmarcan de “la política criminal de Israel”, y en la que le reclaman al gobierno de Uruguay “acciones a la altura de las circunstancias”.

“Como judías/os tenemos muy claro el significado de 'Nunca más': no queremos persecución, sometimiento, ghetto, matanza, apartheid, genocidio, holocausto contra ningún pueblo del mundo bajo ninguna circunstancia, y mucho menos en nuestro nombre”, afirman. En ese sentido, rechazan “la política genocida del gobierno de Benjamin Netanyahu contra el pueblo palestino”, y exigen al Estado de Israel detener “de inmediato la masacre, el bloqueo y la violación de todas las libertades y derechos humanos fundamentales de la población de la Franja de Gaza y Cisjordania”; también piden que “los colonos israelíes se retiren de los territorios ocupados, regresando a las fronteras de 1967, y se respete el derecho del pueblo palestino a su autodeterminación”.

Por último, los firmantes le exigen al gobierno uruguayo que se rompa de forma “inmediata” las relaciones diplomáticas con Israel, “como miembro de las Naciones Unidas y actuando en consecuencia con los fallos de la Corte Penal Internacional y de la Corte Internacional de Justicia”. “La vida y los valores humanos deben estar por encima de los del mercado; no se puede dialogar ni hacer negocios ni comprar armamento ni ningún tipo de intercambio con quienes están bombardeando y disparando contra un pueblo entero, al que condenan a morir de hambre”, apuntan.

Algunos de los firmantes son Mónica Wodzislawski, activista de derechos humanos y prima de Diana Maidanik, una de las Muchachas de abril; el músico Leo Masliah; los periodistas Sergio Israel y Samuel Blixen; el analista político Leo Harari; Irene Bleier, hija de Eduardo, detenido desaparecido en dictadura; Gregory Randall, docente universitario y excandidato a rector de la Universidad de la República; Marcel Slamovitz, dirigente de Fenapes; Alicia Migdal, escritora y periodista; Daniel Mordecki, director de la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento.

En una conferencia de prensa en la Asociación de la Prensa Uruguaya, Wodzislawski contó que hace dos semanas comenzaron las reuniones entre judíos y judías “no conocidos”, o como ella les llama, según dijo, “ilustres desconocidos”. En estos encuentros hablaron sobre la necesidad de “hacer algo”: “No podemos seguir sin hacer algo, sin decir nuestra opinión sobre lo que está sucediendo”.

“Primero dijimos: es tarde, tendríamos que haber dicho antes. Pero lamentablemente el horror crece día a día, minuto a minuto, o sea que lejos de ser tarde, parece que es extremadamente oportuno”, destacó, y dijo que lo que los llevó a hacer la declaración fue su “convicción” como seres humanos, como judíos y uruguayos de no querer “que se repitan historias de holocaustos, hambrunas, asesinatos, masacres, estrategias genocidas, como el que se ha perpetrado en Gaza”.

Wodzisławski le pasó la palabra a Alejandro Jorysz, uno de los firmantes, quien dijo ante “la falta de una expresión en este país” que los represente, que decidieron emitir la declaración. “Nosotros no tenemos un partido político en común, no tenemos una organización judía a la que representamos en común, tampoco una organización social. Por tanto, esto ha sido desde el llano, conversando nombre a nombre, pensando”, explicó.

“Nosotros sufrimos por lo que está pasando, nos movilizamos internamente y queremos movilizarnos hacia afuera también: decir bien fuerte que estamos en contra del genocidio palestino que está perpetrando Israel”, enfatizó.

Masliah remarcó que a él le “tirria mucho” cuando “alguna gente dice que el pueblo de Israel está masacrando a los palestinos”, ya que él considera “que eso no es así para nada”, porque “hay un montón de gente y organizaciones” que se expresan en contra de las acciones del gobierno israelí. En esa línea, dijo que sobre el ejército de ese país, “se ve muchas veces que aparece gente que no quiere hacer eso y se declara en contra”.

A su turno, Migdal celebró la instancia “a pesar del motivo” y consideró el trabajo de la recolección de firmas como “una forma de desobediencia uruguaya”, que le parece “fundamental”. “Somos una sociedad muy silenciada en muchos sentidos, si la comparamos con Argentina, obviamente. [...] Nosotros no somos nada desde el punto de vista numérico, y por lo tanto desde el punto de vista del peso intelectual y del peso de poder, que claramente existe en Argentina”, señaló.

Por otro lado, criticó a las personas judías “de medio pelo que han tomado la palabra en los últimos años”, y marcó como una “vergüenza casi personal” que “determinadas personas se arroben una representatividad” en la que ella no se siente “incluida”. De esa forma, dijo que la expresión emitida por los 78 judíos y judías es “la única manera” que tienen “de hacer algo” que tiene que ver con el uso de la palabra.