El Frente Amplio (FA) continúa con su plan para dar a conocer y explicar el proyecto de presupuesto quinquenal, enviado por el Poder Ejecutivo y que se encuentra a estudio de la Cámara de Diputados. Esta vez fue el turno de la Coordinadora M, en el barrio La Mondiola, con la participación del presidente del FA, Fernando Pereira, la senadora Blanca Rodríguez y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Rodrigo Arim.
Ante 200 personas en el club Valle Miñor, los tres representantes defendieron que el proyecto de ley enviado es “de izquierda para un gobierno de izquierda”, enumerando las virtudes del presupuesto, sobre todo por poner el foco en la infancia, la adolescencia, el crecimiento económico para la generación de empleo, la seguridad y la infraestructura.
Pereira fue el primero en tomar la palabra. “Hay pocas cosas que den más orgullo que ser del FA, de un partido que se sostiene con una filosofía de izquierda”, dijo y contó que, además de generar 50 encuentros en esta primera etapa, cuando el presupuesto ingrese en la Cámara de Senadores, se están planificando otras 100 reuniones en 100 localidades del interior. “Que lo conozca el país”, aseguró el dirigente.
Pereira se distanció de los gobiernos de derecha y dijo que ese tipo de administraciones “tienden a recortar por los egresos”, en referencia a las políticas sociales, y que este gobierno “va a ajustar por los ingresos”, dijo, en defensa de los cambios tributarios propuestos en el proyecto. “El que tiene más tiene que pagar más”, “es justicia tributaria por donde se lo mire”, remarcó.
El dirigente también aseguró que el presupuesto está vinculado a las prioridades expuestas en Colonia en la campaña electoral. “El programa es todo, pero las prioridades son las que nos comprometimos a cumplir”, dijo. “Tenemos el desafío de gobernar sin esa bonanza. ¿Seremos capaces de cumplir con esas 63 medidas? Yo digo que sí, porque hemos construido un proyecto de presupuesto para un gobierno de izquierda”, sentenció.
Por su parte, Blanca Rodríguez comenzó su discurso saludando a la atleta Julia Paternain, quien ganó una medalla de bronce en el Mundial de Atletismo. Este tema volvió ya hacia el final de la jornada, cuando respondió una pregunta del público y comentó que había olvidado comentar algo: “Julia ni sus padres pueden votar”, señaló, reiterando el pedido del FA para volver a discutir el voto uruguayo en el exterior.
También destacó que el diálogo por la seguridad social continúa su curso, y contó este martes hubo una nueva reunión en la que “varios economistas estuvieron concentrados buscando formas para resolver la pobreza infantil”, un tema que “nos perturba”.
“Ese es un estilo de gobierno: no encerrarse en la Torre Ejecutiva y tomar decisiones, sino escuchar a quienes estudian, a quienes se han preparado y a quienes viven en los territorios”, comentó. “Hay en este presupuesto una mirada claramente de izquierda”, defendió, y destacó que el 40% de los incrementos presupuestales esté destinado a la infancia y a la adolescencia.
También defendió lo otorgado para la seguridad pública, aunque matizó que “no se apuesta por la represión”. “También allí hay una mirada de izquierda, profundamente de izquierda con lo que hay”, apuntó y remarcó: “Tengo clarísimo que puede parecer poco, pero piensen que nos encontramos con una deuda que no teníamos idea de que estaba allí. Cada vez que los compañeros abren un cajón en ASSE se encuentran una factura sin pagar”.
También comentó sobre la negociación en el Parlamento, y aseguró que “no está siendo fácil” negociar con la oposición. “No fue fácil para el Ministerio del Interior y hoy no fue fácil para ASSE, pero no claudicamos los sueños y los queremos llevar adelante”, especificó.
Arim, en tanto, aseguró que la izquierda no cree en la “vocación individual” como la “única fuente de desarrollo”. Según dijo, la izquierda tiene por objetivo el desarrollo colectivo y las políticas públicas son las que “sostienen” ese crecimiento. En ese sentido, comentó que el proyecto del FA, tanto en los gobiernos anteriores como en este, es de los “más exitosos de la región”, porque “ha sido capaz de articular políticas para que se queden”. Ejemplificó con el Sistema Nacional Integrado de Salud, entre otras políticas.
El jerarca dijo estar “convencido” de que lo que está haciendo el gobierno es “nuevamente profundizar” en las políticas públicas para lograr un país “más inclusivo”. “El presupuesto es un instrumento que se construye en función del contexto. Y este contexto es verdaderamente adverso”, dijo, en referencia al estado de las cuentas fiscales heredadas, pero también a la “incertidumbre” que se vive en el mundo y en la región.
Habló del desafío de “construir un gobierno de izquierda” en un contexto, además, de no tener mayorías parlamentarias y de “enfrentar a una oposición particularmente virulenta”. “Comenzamos a ser estrictamente conscientes de la dificultad a partir del 1° de marzo. En la transición no tuvimos toda esa información”, dijo, en referencia al estado de las cuentas públicas.
“No estamos renunciando a nada. Estamos gestionando una situación con responsabilidad, sin renunciar a los compromisos programáticos, para que se logren cumplir sin afectar los equilibrios que la sociedad uruguaya tiene”, sentenció.
Arim respondió a Gregory Randall por presupuesto educativo
Luego de las participaciones, fue el momento de abrir el micrófono. Entre los presentes estaba Gregory Randall, académico y excandidato a rector en las últimas elecciones de la Universidad de la República que sirvieron justamente para suplantar a Arim, quien renunció para asumir en el gobierno.
Randall manifestó que “uno de los compromisos” del FA fue “avanzar hacia el 6%” del PBI para la educación. Dijo en esa dirección que, según lo que se ha entendido desde la Universidad, el 4,7% destinado a la educación “estaría bajando por debajo del 4,5%, incluso por debajo del 4,2%” hacia el final del periodo.
El académico consultó si eso era verdaderamente así y en segunda oportunidad preguntó: “Suponiendo que esto es así, uno nota que hay compromisos difícilmente amovibles, como por ejemplo los cambios fiscales, y otros compromisos como este que parecen ser más flexibles. Entonces, ¿cuál es el criterio para definir que un compromiso es más prioritario que el otro?”, lanzó.
Arim tomó la palabra y aseguró que no es del todo cierto que los cambios fiscales no son movibles, porque, de hecho, “estamos incorporando modificaciones fiscales y tributarias relevantes”. En segundo lugar, apuntó que “hay que ser cuidadoso en las formas del cálculo”.
“Efectivamente, en la medida en que se están priorizando algunas áreas, una cuestión central es una política salarial acordada en la que hasta 2027 se asegura el salario real. Entonces, si uno calcula de acá a 2027, que es hasta cuando están vigentes los convenios, y suma ANEP, Udelar, UTEC y Ceibal, o sea, las cuatro entidades más relevantes de la educación, el presupuesto va a estar estable. ¿No va a crecer? No. Va a estar en 4,2”, señaló.
También agregó que “el resto del componente”, es decir, otros organismos educativos, “van a evolucionar en función solamente de mantener su poder de compra, nada más”. “Pero las grandes instituciones educativas mantienen su peso relativo en el PIB”, aseguró.