OSE firmó este lunes con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) un convenio de cooperación para desarrollar el proyecto de la represa de Casupá y concretar el fortalecimiento institucional del organismo. Tras la firma del acuerdo, el presidente de OSE, Pablo Ferreri, destacó que este financiamiento permitirá al servicio descentralizado llevar adelante “un proceso de modernización tecnológica de OSE” que pondrá al ente “al día tecnológicamente” y, en particular, posibilitará “avanzar en telemedición, internet de las cosas e inteligencia artificial”.
CAF le prestará a OSE 63 millones de dólares para este objetivo, además de asistencia técnica. Ferreri destacó que este proyecto de modernización “es fundamental para que OSE deje de ser una empresa rezagada tecnológicamente” y pase “a ser una empresa de punta”.
Por otra parte, como se había anunciado, el organismo financiará mediante un préstamo de 130 millones de dólares la construcción de la presa de Casupá y también proporcionará 160.000 dólares no reembolsables para cooperación técnica, para la elaboración del informe de impacto ambiental de la obra, la asistencia técnica de la CAF para preparar el pliego licitatorio y para responder las dudas que surjan en ese proceso.
Ferreri contó que la intención del gobierno es lanzar la licitación pública a inicios de 2026 y adjudicar la obra a finales de 2026. A principios de 2027 comenzaría a ejecutarse, y el gobierno estima que esté lista a mediados de 2029. Luego vendría el llenado de la presa, que puede llevar de seis meses a un año.
Consultado acerca de las resistencias a la obra que manifestaron vecinos de la zona de Casupá, el presidente de OSE señaló que “se va a llevar adelante la construcción de la presa más grande de la historia de Uruguay, y lo primero que merece toda la población que está allí es toda la información, la absoluta y mayor transparencia posible”. Ferreri, que este lunes visita la zona, afirmó que será “la primera reunión de muchas que se darán en todo el proceso”. Agregó que se conversará con la ciudadanía para conocer “cuáles son las preocupaciones, cuáles son los temores, cuáles son los anhelos”. Recordó que el estudio de impacto ambiental “llevará meses realizarlo”, pero toda nueva información que vaya surgiendo se compartirá “en el momento en que la tengamos disponible”.
De todos modos, descartó la posibilidad de revisar la ubicación: “Es una obra que estamos decididos a hacer, y habrá que mitigar los problemas que haya, pero escucharemos a todos. Se ha trabajado muchísimo y se entiende que esta es la ubicación ideal por múltiples factores”. “De lo que se trata es de dar toda la información, analizar el estudio de impacto ambiental, ver cuáles son las medidas de mitigación que hay que hacer, y sobre eso vamos a trabajar”, aseguró Ferreri. Informó que será necesario expropiar 3.500 hectáreas, lo que tendrá un costo de 20 millones de dólares.