El Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) fue protagonista de uno de los primeros reveses del gobierno: la salida de su titular, Cecilia Cairo, quien fue reemplazada por la actual ministra, Tamara Paseyro. Cinco meses después, en el marco del proyecto de ley de presupuesto, esa secretaría de Estado presentó el Plan Quinquenal de Vivienda y Hábitat para los próximos cinco años.
En diálogo con la diaria Radio, Paseyro explicó que el plan se nutrió de los insumos generados por la Comisión Asesora de Vivienda y la Comisión de Ordenamiento Territorial, ambas convocadas en este período. “Hubo más de 180 propuestas, más de 50 organizaciones hicieron sus aportes, además de que fuimos recorriendo el país, reuniéndonos con los gobiernos departamentales, con distintas organizaciones, con vecinos y vecinas”, destacó la ministra sobre el proceso de elaboración del plan, el cual se divide en cinco lineamientos estratégicos y pretende abarcar a 69.334 hogares.
De esos más de 69.000 hogares, alrededor de 25.000 corresponden a nuevas viviendas; el resto se verá comprendido de otras formas a través de los diferentes programas. Por ejemplo, 6.000 hogares serán atendidos mediante ayudas para el alquiler; 9.000 a través de herramientas dirigidas a familias de ingresos medios y medios bajos, como los programas Entre Todos o Primera Vivienda; y 9.400 mediante los programas de mejoramiento barrial. La ministra sostuvo que no debe reducirse la gestión de la cartera a “si terminaste la vivienda o si no”, porque “tenemos otra batería de herramientas que apuestan a la mejora de la calidad de vida de la gente”.
El primer lineamiento consiste en priorizar la atención a hogares en situación de vulnerabilidad social y emergencia crítica, con un enfoque en la infancia, por ejemplo, a través del programa Crece desde el pie. Paseyro señaló que otras poblaciones vulnerables que serán atendidas son los jóvenes egresados del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay y del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente.
Por otro lado, la cartera propuso un cambio en la forma de trabajo de los programas de la Dirección Nacional de Integración Social y Urbana –creada en el período anterior–, que actúan en asentamientos con el objetivo de potenciar las herramientas de cada uno desde una mirada integral de la temática, señaló Paseyro. A su vez, al Programa de Mejoramiento de Barrios y al Plan Juntos y el Plan Nacional de Relocalizaciones se suma el programa Más Barrio, que será implementado en conjunto con el Ministerio del Interior para “atender la violencia, la segregación y con un fuerte énfasis en la infraestructura”, apuntó.
“Hay una manera de actuar interinstitucional y en territorio, que es articulando; pero no alcanza con articular: tenemos que diseñar y presupuestar las políticas públicas desde el inicio, en conjunto, y eso es lo que estamos haciendo”, afirmó la ministra. Con respecto al presupuesto, Paseyro señaló que incluye un incremento del 20% con respecto al período pasado. Consideró que, “si bien para un tema tan complejo nunca alcanza”, la “potencia que tiene” es la gestión conjunta. “La población es la misma y hay otros ministerios que se focalizarán también en esta población. La vivienda es la materialización, pero si no va acompañada de otras políticas públicas, la vivienda no resuelve”, resaltó.
Programa Entre Todos: “Entendemos que hizo un giro y que podemos potenciarlo aún más”
El segundo eje del plan está orientado al acceso y la permanencia en la vivienda. Allí destacan los programas de alquiler social y el de Primera Vivienda, así como las modificaciones al programa Entre Todos, creado por el anterior gobierno para la promoción de viviendas. En cuanto al alquiler social, la ministra señaló que las familias destinan un 24% de sus ingresos al alquiler, proporción que en los quintiles más bajos sube al 37%. En ese sentido, el programa pretende apoyar a las familias de ingresos medios y medios bajos que tengan dificultades con el alquiler de su vivienda.
Paseyro señaló que en el plan se busca “mover la aguja” para que las familias sin capacidad de ahorro puedan acceder a una vivienda. Al mismo tiempo, se apunta a que se ocupen aquellas unidades que, bajo la Ley de Vivienda Promovida, han sido destinadas a la inversión y no al uso personal.
La diferencia entre Primera Vivienda y Entre Todos es que el primero se enfocará en una franja de la población con ingresos más bajos, mientras que el segundo está abierto a sectores con mayor solvencia económica. En cuanto al programa Entre Todos, Paseyro sostuvo: “Ese es un programa del período pasado al que nosotros hicimos algunas modificaciones, pero que va a continuar”. La ministra reconoció que consideraron importante mantener la iniciativa del gobierno anterior, porque “entendemos que hizo un giro y que podemos potenciarlo aún más para que llegue a esa población”, dijo.
Dijo que el Entre Todos “es una herramienta que sí, que es buena, y no hay que tener miedo tampoco de decir lo que está mal y lo que está bien”. Sin embargo, “teníamos que hacerle modificaciones, porque la forma de gestionarlo no estaba en consonancia con el resto de los programas del ministerio”. Es así que, en el marco de cambios a la Ley de Vivienda Promovida, el programa Entre Todos quedó bajo la órbita del MVOT, mientras que otro componente de la ley, dirigido a sectores con mayor poder adquisitivo, quedará a cargo del Ministerio de Economía y Finanzas. Paseyro explicó que el objetivo de la Ley de Vivienda Promovida de alcanzar a la población objetivo del MVOT no sucedió, y de allí el cambio.
El programa Entre Todos prevé la construcción de viviendas con tope de precios y también la coinversión, es decir, la posibilidad de que el ministerio financie, junto con el sector privado, algunos desarrollos, una herramienta que no fue utilizada en el período pasado. La actual gestión decidió mantener la coinversión, pero bajar el porcentaje en el que el Ministerio intervendrá.
Asentamientos: “Tenemos que tener acciones que vayan mejorando la calidad de vida de la gente”
Con respecto a la gestión en materia de asentamientos, Paseyro sostuvo que no hay que guiarse solo por el número de asentamientos –que es de 667–, ya que “hay asentamientos que no tienen tanta precariedad habitacional, que son asentamientos que están ya consolidados”, por lo que “las herramientas ahí son diferentes”. Mencionó que se trabaja con el Instituto Nacional de Estadística en una evaluación y monitoreo sobre la cantidad de gente en asentamientos y las características de los mismos.
En los asentamientos con una precariedad habitacional muy grande se apunta a herramientas de regularización y de relocalización. No obstante, la ministra señaló que “son procesos largos”, y en el medio “tenemos que tener acciones que vayan mejorando la calidad de vida de la gente”. “Nos parece más importante focalizar en la mejora de la calidad de vida de esa gente, que hoy está en situaciones –en muchos de esos 600 asentamientos– de mucha precariedad”, acotó.
Sobre la gestión de la administración anterior, Paseyro señaló que, a través del Plan Avanzar, se puso el foco en la relocalización de asentamientos, alcanzando un total de 1.912 viviendas entre construidas y en ejecución. Además, sostuvo que se dejó “una cartera de proyectos muy grande”, con la complejidad de que algunos no tienen financiamiento previsto, lo que obliga a esta gestión a asumir “el financiamiento y endeudamiento también para poder generar nuevos recursos para terminar con esa cartera de proyectos”.