“Es un enorme desafío traer la voz de la institución y lo que ella representa: los niños, las niñas y los adolescentes más golpeados de nuestro país”, expresó en primer lugar la presidenta del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Claudia Romero, en la comparecencia del organismo este lunes a la Comisión de Presupuestos Integrada con Hacienda, que analiza el proyecto de ley de presupuesto enviado por el Poder Ejecutivo.

Según consta en la versión taquigráfica de la sesión, a la que tuvo acceso la diaria, Romero explicó a los legisladores la importancia de centrarse en tres aspectos fundamentales que “hoy estructuran la situación de los niños, niñas y adolescentes del Uruguay”: pobreza, violencia y salud mental.

La presidenta indicó que, de los 788.397 niños, niñas y adolescentes que viven en Uruguay, más de 240.000 están en situación de pobreza: 32,2% en la primera infancia, 28,1% alcanza a los niños de seis a 12 años, y el 27,5% alcanza a los adolescentes.

A su vez, destacó que, de acuerdo con los datos de 2024 del Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia de niñas, niños y adolescentes, ese año hubo 8.924 situaciones de violencia, lo que se traduce en casi 24 episodios violentos por día. “Mientras estamos acá, hoy 24 niñas, niños y adolescentes sufrieron violencia y, de ellos, cinco sufrieron violencia sexual”, apuntó.

Durante 2024, INAU recibió y acompañó a un total de 147.144 niñas, niños y adolescentes, a través de los distintos dispositivos y proyectos que dispone. Romero señaló que ese número significa un incremento de 1,7% en relación a la población atendida en 2023.

La presidenta explicó que el ingreso de un niño, niña o adolescente al Sistema de Protección Especial de INAU “implica la ejecución de una medida especial de protección de derechos dispuesta por resolución judicial” que debe regirse por distintos principios como “la necesidad, la excepcionalidad, la adecuación, el interés superior del niño, la transitoriedad y la revisión de la medida”.

Este sistema se puede ver reflejado en diferentes modalidades, como las de acogimiento familiar o las de residencial. En ese sentido, la presidenta mostró la cantidad de infancias y adolescencias bajo este sistema por tramo de edad: de 0 a 2 años hay 364; de 3 a 7 años, 1.222; de 8 a 12 años, 2.421; y de 13 a 15 años, 1.699.

INAU presentó su plan estratégico que apunta a la desinternación de los niños de 0 a 3 años

Las autoridades de INAU presentaron el plan estratégico del organismo que va a definir el trabajo del período, y de acuerdo con Romero, los “principios orientadores” que lo atraviesan están vinculados con la centralidad en las trayectorias de vida, la centralidad en las infancias y adolescencias, la territorialidad y la interinstitucionalidad, el enfoque de derechos y de curso de vida, la perspectiva de género e interseccionalidad y la participación social.

A continuación, enumeró los objetivos prioritarios a concretar por INAU. Uno de ellos es la desinternación de los niños y niñas que tengan entre cero y tres años. “En esa primera infancia se establece el apego. Lo que pasa en esa primera infancia, la atención que demos frente a la demanda de los niños pequeños, es lo que va a hacer que construyamos vínculos saludables, que potenciemos nuestro desarrollo neurocognitivo y emocional”, remarcó.

Otro de los objetivos es la consolidación de un programa de egreso para los adolescentes que cumplen 18 años en el marco de su institucionalización en el INAU, y que “muchas veces están solos y no están preparados para la vida autónoma o, más que autónoma, solitaria”. “Nosotros queremos acompañar. Lo primero es la compañía, porque, cuando a los egresados del Sistema de Protección Especial se les pregunta qué es lo que más valoran de un programa de egreso, responden: ‘La compañía, acompañarme a una parada; enseñarme a tomar un ómnibus cuando tengo que ir al psicólogo; enseñarme a cambiar el nombre del recibo de la luz’”.

A su vez, tienen como prioridad “flexibilizar la atención en base a innovar las propuestas”, así como en horarios y en edades, lo cual, según indicó Romero, les va a permitir “cuidar más y mejor”, expandir el tiempo de cuidado y generar alianzas con las escuelas y centros educativos.

El último objetivo es la atención a las violencias a través de la detección, intervención, la reparación y la atención de la salud mental de los niños, niñas y adolescentes.

El plan está dividido en cuatro ejes: el fortalecimiento institucional y la profesionalización; protección de niñas, niños y adolescentes en contexto familiar y comunitario; protección de infancias y adolescencias en el sistema de protección especial y especializada, y el abordaje interinstitucional.

Romero resaltó que buscan contribuir a la reducción de la pobreza a través del fortalecimiento de los dispositivos de tiempo parcial y la ampliación de los horarios de atención en coordinación con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y organismos competentes.

“Acordar con ANEP el desarrollo de más escuelas de tiempo completo donde los niños, además de recibir educación, reciban una alimentación acorde y podamos proyectarnos junto con ellos en los territorios para ofrecer otras modalidades de intervención a través del INAU, pero en un tiempo diferente al de las escuelas, nos permite no solo llegar a más y mejor con cuidados, sino también brindarles más oportunidades de alimentación”, aseguró y mencionó que “sostener estas modalidades de atención parcial” también puede posibilitar las mujeres, que en general son las que cuidan a estos niños, “mejorar su autonomía económica, ya que les permitirá contar con cuidados mientras trabajan”.

El presupuesto para INAU

El vicepresidente de INAU, Mauricio Fuentes, dijo que el presupuesto para el organismo se distribuye en: retribuciones personales, transferencias a las organizaciones de la sociedad civil, acogimiento familiar, funcionamiento, salud, suministros e inversiones.

En ese sentido, indicó que el crédito proyectado para todo el 2026 es aproximadamente de 23.820 millones de pesos, con una proyección de incremento gradual hasta llegar a los 24.322 millones de pesos para el 2029. “A finales del 2029, estaríamos en un escenario en el que el incremento presupuestal se destinaría en un 53,7% al trabajo en los ejes estratégicos que planteábamos”, señaló.