La revista médica The Lancet divulgó ayer un estudio del Instituto de Métrica de Salud y Evaluación de la Universidad de Washington (Seattle, Estados Unidos) que estima la expectativa de vida, los años de vida perdidos, la mortalidad en base a 250 causas de muerte en 195 países, en diferentes escenarios en 2016 y 2040. El pronóstico indica que, en determinados escenarios, “es probable” que en 2040 todos los países experimenten al menos un ligero aumento de la expectativa de vida; en peores escenarios, casi la mitad de los países podrían tener expectativas de vida inferiores.

El progreso significativo o el estancamiento dependerá de cómo aborden los diferentes sistemas de salud algunos factores clave, explicó a The Lancet Kyle Foreman, uno de los autores de la investigación. El trabajo detalla que “la intersección de una acción política deliberada, la innovación tecnológica y la cuidadosa atención al aumento de los riesgos ambientales, sociales y geopolíticos configurarán, probablemente, el rango de posibles trayectorias de salud en el futuro”.

Según la investigación en 2016 Japón era el país que tenía mayor expectativa de vida (83,7 años), le seguía Suiza y en tercer lugar Singapur (ambos con 83,3 años); el peor puesto lo ocupaba la República Centroafricana (50,1 años de vida). Uruguay se situó en el puesto 57, con una expectativa de vida de 77,2 años; la investigación estima que crecerá a 79,3 en 2040 (lo que nos situaría en el lugar 71), que, en el peor escenario, la expectativa de vida puede llegar a situarse en 76,7 años (lo que nos ubicaría en el puesto 65) y a los 83,3 años en el mejor escenario (con lo que estaríamos en el puesto 56).

Según el estudio, en 2016 las principales causas de muerte a nivel global fueron: cardiopatía isquémica; accidente cerebrovascular; enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); Alzheimer y otras demencias; infecciones respiratorias leves; cáncer de tráquea, bronquios y pulmón; diarrea; diabetes mellitus; siniestros de tránsito; tuberculosis. Las proyecciones para 2040 tienen a la mayoría de esas enfermedades como protagonistas (varían levemente el orden), pero dejan de estar en el listado de las diez las causas de muerte por diarrea, accidentes de tránsito y tuberculosis; en cambio, aparecen las enfermedades crónicas de riñón, la hipertensión arterial y el cáncer de hígado. Uruguay comparte muchas de esas causas (ver cuadros), pero tiene como distintivos el cáncer de colon y recto, y el de próstata; en cambio, no figura entre las diez principales causas de muerte la diarrea ni la tuberculosis.

Foto del artículo 'Universidad estadounidense publicó ranking de expectativa de vida que estima qué puede pasar en 2040'

El estudio proyecta un “aumento significativo” de las muertes por enfermedades no transmisibles, que incluyen diabetes, EPOC, enfermedad renal crónica, cáncer de pulmón y un incremento de los riesgos por obesidad; advierte que los seis principales motores de la mortalidad prematura serán la hipertensión arterial, el índice de masa corporal alto, la diabetes, el consumo de tabaco, el de alcohol y la calidad del aire. El antídoto parece pasar, según los investigadores, por el abordaje de los factores de riesgo clave, mejorar los niveles de educación y el ingreso per cápita.

Para hacer las proyecciones, los autores usaron una comparación entre datos de 1990 y 2016, a lo que sumaron pronósticos de enfermedades y factores de riesgos de la Organización de las Naciones Unidas y de otros institutos de estudios de población. Por otra parte, se alerta sobre el posible repunte que pueda tener en estos 20 años la mortalidad por VIH/Sida en regiones de África subsahariana, y se proyecta un crecimiento de enfermedades no transmisibles en países de bajos ingresos, que se sumarán a las ya existentes –enfermedades transmisibles, maternas, neonatales y nutricionales–, provocando una “doble carga” de la enfermedad.

Según el estudio, las diez principales causas de años de vida perdidos en 2016 a nivel global fueron: cardiopatías isquémicas, ACV, infecciones respiratorias leves, diarrea, accidentes de tránsito, malaria, nacimientos pretérminos, VIH, EPOC y encefalopatía neonatal por asfixia y trauma en el nacimiento. De acuerdo con la investigación, en 2040 ya no estarán entre las primeras diez causas de años perdidos a nivel global la malaria, el VIH, los nacimientos pretérminos y las encefalopatías neonatales; en lugar de ellas, aparecerán las enfermedades crónicas de riñón, el Alzheimer y otras demencias, la diabetes y el cáncer de tráquea, bronquios y pulmón.