Comenzó la temporada de tomar sol y, a pesar de los grandes beneficios de recibir la vitamina D, hay muchos peligros para la piel y los ojos. La Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer difundió los últimos datos sobre cáncer de piel en Uruguay: el año pasado se detectaron 2.824 casos, lo que equivale a ocho diagnósticos por día. Del total de las personas diagnosticadas, 131 fallecieron. 95% de los casos son curables y tratables cuando se descubren a tiempo. Álvaro Luongo, presidente de la comisión y director del Instituto Nacional del Cáncer, comentó en diálogo con la diaria que a estas cifras “hay que evaluarlas en su contexto, pero son muchos casos si tenemos en cuenta que el cuidado de la piel comienza en la niñez”.
La exposición a la radiación ultravioleta del sol –o de las camas solares– es la principal causa del cáncer de piel y del envejecimiento prematuro de la piel. Por eso la comisión empezó la campaña de concientización “Tomalo en cuenta”, que apunta al cuidado preventivo y sobre todo a que los padres cuiden a los niños del sol, explicó Luongo. El médico agregó que “la piel tiene una especie de memoria y es acumulativa: las patologías empiezan a aparecer a los 50 años”, pero se gestaron “desde el nacimiento hasta la adolescencia”. La comisión busca subrayar que el bronceado es el resultado de una “agresión” del sol sobre la piel y el daño sobre esta es acumulativo. De hecho, 80% de la radiación solar total que recibe la piel ocurre antes de los 18 años.
Respecto de los datos de diagnóstico y mortalidad, Luongo subrayó que no hay que subestimarlos: “Se mueren más de 130 personas. Parece una mortalidad muy baja, pero hay que tener en cuenta que esas 2.800 personas diagnosticadas se empiezan a tratar y es un padecer muy grande, es un deterioro enorme desde el punto de vista estético y funcional. Son muchas cirugías, radioterapia, tratamientos. Es una enfermedad crónica que te va desfigurando. No hay que tener en cuenta sólo la mortalidad”. También señaló que estos tratamientos tienen un enorme costo sanitario, pero producen un alivio moderado.
Para Luongo, la prevención es algo fundamental: “Más de 90% de los casos de cáncer de piel son prevenibles. Esto es algo brutal. Tener cáncer está condicionado por la radiación ultravioleta. Es casi un chiste: por algo de moda, por cambiar el color en verano y tener una piel más oscura, estamos metiéndonos una enfermedad crónica que nos va a destruir en el futuro”.
La campaña se extenderá todo el verano y brindará información y consejos para prevenir y diagnosticar tempranamente el cáncer de piel. A su vez, la comisión desarrolla actividades educativas en diferentes instituciones que trabajan con niños y adolescentes en todo el país. También se busca desmitificar algunos conceptos, como la idea de que hay bronceados seguros u horas buenas para tomar sol. Sobre este último punto, aclaran que la radiación solar es más intensa entre las 11.00 y las 17.00, aunque el peligro está todo el tiempo, incluso a la sombra. Este, según Luongo, es el aspecto que la población más ha acatado en los últimos años: “Cada vez es menos la gente que va a la playa en las horas más peligrosas. Creo que se está tomando conciencia de la importancia de cuidarse en verano”.
Hacen hincapié en proteger particularmente a los niños: hay que colocarles filtro solar cada vez que salen del agua, porque su piel es más fina y sensible a los efectos del sol, usar protector solar con un factor de 30 como mínimo, aplicarlo 30 minutos antes de exponerse al sol y reaplicarlo cada tres horas.
Los precios de los protectores solares son un punto caliente en el cuidado de la piel por su elevado costo. Sin embargo, Luongo enfatizó la importancia del cuidado. Comentó que, más allá del protector solar, hay otras herramientas, como ponerles camisetas a los niños para cuando se meten en el agua, exponerlos menos, y no estar bajo el rayo directo del sol por muchas horas. También recomendó hidratarse con mucha agua, usar sombrero de ala ancha, sombrilla y ropa preferentemente oscura cuando se concurre a la playa. Un elemento que no hay que olvidar son los lentes con filtro UV, ya que uno de los efectos oculares más graves de las radiaciones ultravioleta son las cataratas y las inflamaciones oculares, como la fotoqueratitis y la fotoconjuntivitis.
En esta época suelen aparecer manchas en la piel y nuevos lunares causados por el sol. Los especialistas recuerdan cinco señales a las que hay que prestar atención para reconocer un lunar peligroso: asimetría, bordes irregulares o borrosos, colores diferentes, un diámetro mayor a cinco milímetros, y una evolución extraña: cambios en el tamaño, el color o la forma, sangrado o picazón.
Las cifras son preocupantes tanto en Uruguay como en el mundo. La Organización Mundial de la Salud estima que todos los años se producen en el mundo 132.000 casos de melanoma maligno, el tipo de cáncer de piel que produce más daño. Por este y otros tipos de cáncer de piel mueren 66.000 personas por año. Además, las cifras están en aumento.