Muchas veces, cuando una persona necesita acceder a un medicamento de alto precio que no es cubierto por el Fondo Nacional de Recursos (FNR) presenta un recurso de amparo ante el Ministerio de Salud Pública (MSP) para que se haga cargo de la compra. El abogado Juan Ceretta, profesor del consultorio jurídico de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República (Udelar), difundió el lunes en Twitter la historia de Julio, un hombre de 69 años diagnosticado con cáncer que, según dijo, murió esperando que llegara su medicamento, luego de haber ganado el juicio. El abogado explicó que la oncóloga de Julio le había prescripto sorafenib, “un medicamento no cubierto por el sistema de salud, aunque cuenta con informe favorable del MSP respecto a su eficacia desde el 2007”. Julio cobraba en la mano 8.500 pesos de jubilación, por lo que no había forma de cubrir el costosísimo fármaco, y se comunicó con el consultorio de la Udelar para que lo asesoraran. Con el apoyo de Ceretta, presentó un recurso de amparo en setiembre de 2018 y lo ganó el 19 de noviembre, cuando un juez condenó al MSP a entregar la medicación en un plazo de 72 horas. El MSP apeló, pero Julio volvió a ganar el juicio el 17 de diciembre. Sin embargo, el paciente falleció la semana pasada sin haberlo recibido.

El MSP emitió ayer de tarde un comunicado en el que asegura que el fármaco fue entregado, pero la familia del paciente afirmó que lo fueron a buscar y no se lo dieron. “El paciente presentó la documentación que habilita el proceso de compra en el MSP, con la dosis requerida y la firma del médico tratante, el 11 de diciembre de 2018, emitiéndose la orden de compra 72 horas después, en cumplimiento del fallo judicial, culminando en esta etapa la actuación del MSP”, afirma el comunicado. Agrega que “se pudo constatar que el medicamento fue entregado en la farmacia de su prestador de salud el día 17 de diciembre de 2018 y no fue retirado”.

Los familiares del paciente, consultados por varios medios, aseguran que tras los fallos favorables en las instancias judiciales fueron en varias oportunidades a la farmacia del centro de salud a pedir el medicamento, y en todos los casos les dijeron que no había llegado.

En diálogo con la prensa, el ministro de Salud, Jorge Basso, evitó hacer referencia a este caso puntual. Explicó que el país hace un esfuerzo constante para seguir incorporando medicamentos de alto precio, y recordó que en diciembre de 2018 se agregaron 11 nuevos a la cobertura del FNR, que fueron incluidos con un criterio de priorización que incluyó una consulta a las cátedras de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, y que son entregados a la población sin que sea necesario pagar nada. “El presupuesto es significativo”, dijo. El costo de los medicamentos de alto precio para el cáncer el año pasado fue de alrededor de 45 millones de dólares.

Según supo la diaria, el sorafenib tiene probada evidencia para algunos tipos de cáncer, pero no para el que tenía Julio.

Basso manifestó preocupación por el creciente proceso de judicialización por fármacos de alto precio, y manifestó que “en lo que va del año hemos tenido prácticamente las mismas solicitudes que el año pasado”. Aclaró que “en ninguna parte del mundo se puede pagar todos los medicamentos” de este tipo. “El tema más importante que está en debate es el precio de algunos de estos medicamentos, que son monopólicos y que son exagerados”, dijo, y agregó: “Hemos visto tasar el mismo tratamiento desde 90.000 dólares a 500 dólares. Por eso nosotros hablamos de medicamento de alto precio y no de alto costo, porque en realidad nadie sabe cuál es el costo”, concluyó.