Si en estos días tiene agendada una cita con un cirujano, anestesista, ginecólogo, traumatólogo u otro especialista que integre el Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ), le conviene saber que es probable que se postergue. El 29 de abril el SAQ resolvió hacer un nuevo paro de 72 horas en todas las mutualistas, excepto en el CASMU y en las que integran la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi). El paro no comprende a la Administración de los Servicios de Salud del Estado, a los institutos de medicina altamente especializada ni a los seguros privados. Esta vez la medida sólo afectará el área de policlínica; en los casos de otorrinolaringología y oftalmología, se realizará en las policlínicas de apoyo a la urgencia, área “suficientemente importante como para que el paro tenga su repercusión”, explicó a la diaria Daniel Montano, integrante de la Sociedad de Cirugía del Uruguay y vocero del SAQ. La decisión de no alterar las cirugías de coordinación estratégica. El SAQ es criticado por el retraso de las coordinaciones, pero Montano alegó que eso es “responsabilidad exclusiva de los prestadores, que tienen seis meses de retraso” y que no quisieron “que se usara nuevamente ese argumento tan poco serio”, aparte de que “había que cambiar los métodos, porque este conflicto va a ir para largo, va a ir in crescendo seguramente”.

Quiénes paran

El Sindicato Anestésico Quirúrgico reúne a asociaciones profesionales de oftalmología, anestesiología, cirugía, ginecotocología, ortopedia y traumatología, otorrinolaringología, cirugía cardíaca y perfusión, cirugía pediátrica, cirugía plástica y reparadora, cirugía vascular y endovascular, endoscopía digestiva, neurocirugía y urología.

¿Qué pretende lograr el SAQ con este paro? “Esperamos que las autoridades hagan un intento de mediación para solucionar este problema, tanto el Ministerio de Trabajo [y Seguridad Social] como el de Salud Pública, y esperamos que las instituciones nos reconozcan como los verdaderos interlocutores en los temas anestésico quirúrgicos”. El SAQ sostiene que ha sido “discriminado”, porque como representante de sus afiliados en la negociación tripartita de los Consejos de Salarios se acepta al Sindicato Médico del Uruguay (SMU). El 20 de marzo, una de las comisiones formadas por el último convenio salarial aprobó la recategorización de las cirugías, y con ella un cambio de la remuneración por los procedimientos según su complejidad. Ese acuerdo fue firmado por el Poder Ejecutivo y el SMU, y aunque surgió de una propuesta de representantes del SAQ, este decidió no aceptarlo.

Montano sostuvo que no se trata de una recategorización, sino de una rebaja salarial. Argumentó que si bien la nueva valoración de las categorías no implica la pérdida de derechos adquiridos por los especialistas, los perjudica porque “cada vez que un titular pide un suplente, al suplente le pagan el laudo rebajado”, y porque una mutualista puede plantearle a un cirujano “le voy a pagar el laudo nuevo, y si no acepta le hago un despido parcial”, ya que “con lo que se ahorra en el laudo te paga el despido”.

El paro no comprende al CASMU y a Fepremi, porque en esas instituciones se “logró que todos los cambios sean procesados a través del SAQ”, se sigue pagando el laudo anterior y las empresas “asumen la diferencia”, explicó Montano.