“En Uruguay todas las rutas llevan a Montevideo”; esta evidente realidad queda demostrada en los mapas y es la que está intentando cambiar la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), explicó Estela Harispe, licenciada en Enfermería y directora de Redes y Procesos Asistenciales del organismo. Según adelantó en diálogo con la diaria, están trabajando en el fortalecimiento del proceso de regionalización, que comenzó en 2012, desde una perspectiva de redes integradas de servicios de salud. Para hacerlo trabajaron este año con la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial; utilizaron una investigación sobre movilidad urbana que mostró “la dinámica poblacional en cada territorio”, lo que a su vez derivó en “la definición de las áreas geográficas que deben complementar los servicios de salud” y permitió “repensar la base territorial de las regiones y subregiones”.

“Sabemos que nuestro país tiene una gran macrocefalia en Montevideo. Cuando se piensa en cambiar la matriz de Uruguay hacia un país con mayor equidad hay que desarrollar todas las regiones en su conjunto; eso implica darles recursos y poder para la toma de decisiones a lugares que hoy no los tienen, y eso tiene un fuerte componente ideológico”, subrayó Harispe. Entre otros aspectos, el equipo estudia qué tipo de prestaciones deben realizarse en los distintos puntos del país; se busca mejorar la accesibilidad sin perder calidad en las prestaciones y mantener la sostenibilidad del sistema. Esto implica valorar, entre otras cosas, la curva de aprendizaje de los especialistas: “No se puede poner a un profesional para hacer una neurocirugía por mes, tiene que tener una cantidad suficiente para mantener su práctica clínica”. Es decir, “aquellas cosas que son muy poco frecuentes se concentren en algunos puntos y otras se puedan descentralizar; en este momento estamos discutiendo qué prestaciones debería haber en cada región y en cada nivel de atención y complejidad”, puntualizó la directora.

El proyecto que llevan adelante conjuga una distribución de los servicios de salud con una mirada desde el territorio. “Ahora que sabemos en qué sentido se mueven las personas tratamos de poner los servicios también en este sentido para articularlos en la dirección en la que va la gente, porque es allí donde está la accesibilidad”, detalló la directora. Haciendo esto no sólo les evitan largos traslados a las personas, sino que disminuyen la “fragmentación del sistema” que sucede cada vez que un médico le dice a una persona que se vaya a hacer un estudio y cuando llega le dicen que no tendría que haber ido, ejemplificó Harispe, y agregó: “La idea es que al compartir un territorio y población de responsabilidad, los equipos de salud y los gestores deben articular sus servicios para mejorar la continuidad de la atención desde ese diálogo de cercanía”.

Teniendo en cuenta el movimiento de las poblaciones, se propuso un ajuste a las regiones y subregiones de ASSE, lo que implica salir de “la matriz departamental” y pasar a una nueva conformación que tenga en cuenta los corredores viales, el sistema de ciudades y los tiempos de los traslados. Sobre esta nueva delimitación se están construyendo los Procesos Asistenciales Integrados, los Mapas de Coordinación y los Corredores Asistenciales.

“Esto es un proceso en permanente construcción. Pensamos que la definición de cuáles son las prestaciones que necesita cada territorio en cada nivel de atención en un plano nacional va a estar sobre fin de año, es decir, a esa altura tenemos una imagen objetivo”, afirmó la licenciada, quien subrayó que “es un desafío del próximo período la distribución de recursos que logre avanzar en esa dirección”.

Comunitario

El proceso de regionalización es parte de un cambio en el modelo de atención de la salud que desde hace varios años es impulsado por ASSE. “Esto implica el cambio cultural del ciudadano, del equipo de salud y de los gestores. Intentamos colocar equipos de salud asociados a una comunidad que vive, se educa o trabaja en territorio. Buscamos que el equipo pueda trabajar sobre todos los procesos relacionales que se dan en ese espacio, dentro de los cuales la atención de la salud es parte importante”, detalló Harispe.

La comunidad es la parte central del nuevo modelo de atención: “El cambio pasa por integrar los equipos de salud a la red del territorio, como un elemento más de transformación social desde su conocimiento de los aspectos vinculados a la salud y en interacción con los conocimientos de la propia comunidad”, comentó la directora, que agregó que “ya no es más el equipo de salud que está adentro del consultorio esperando que la persona vaya enferma; se busca que salga y haga actividades de promoción de la salud y prevención de la enfermedad junto con la escuela, el club deportivo o el club de bochas”. Según Harispe, para lograr esos objetivos es necesario generar “una relación diferente con la gente”: “No se trata de un médico que todo lo sabe, sino de lograr un vínculo mucho más horizontal en el que se haga un diagnóstico participativo de cuáles son los principales problemas de salud que están viviendo o las principales cuestiones que tienen incidencia en la salud”.

Para generar ese sentido de comunidad es fundamental que los equipos no sólo tengan población a cargo sino también territorio, y que todos los niveles de atención estén conectados y coordinados; allí entra la redistribución en la que están trabajando: “ASSE busca que haya un equipo interdisciplinario de salud presente en el primer nivel de atención que pueda ser el primer contacto del usuario con el sistema y logre una atención a lo largo de la vida del usuario y su familia, coordinando con otros niveles de atención cuando sea necesario. Estos equipos de salud deben mantener un vínculo fluido con los especialistas con quienes coordinan la atención de sus usuarios, lo que es un gran desafío en una institución con la extensión de ASSE”. El servicio estatal tiene 826 unidades asistenciales de Primer Nivel de Atención presentes en todas las localidades de más de 1.000 habitantes a una distancia no mayor a 60 minutos caminando, más 33 hospitales entre los servicios de segundo y tercer nivel y especializados. Señaló que algunas herramientas que aportan gran valor a la conexión son la historia clínica electrónica que estará implantada en toda la red hacia fin de año y las experiencias de telemedicina que se están desarrollando en algunas especialidades.