Las autoridades del Ministerio de Salud Pública (y de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) designaron ayer como centros de referencia a la Unidad de Quemados y Rehabilitación Pediátrica y a la unidad de trasplante de médula ósea del Servicio de Hemato Oncología del Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR). La designación había sido propuesta por la Comisión Honoraria Asesora en Centros y Servicios de Referencia, en el marco de la Ley de Centros de Referencia (19.666), que se aprobó en setiembre de 2018.

Ayer, durante la presentación, Marcos Carámbula, presidente de ASSE, dijo que estos centros son “huellas que quedan en el camino”, que al tratarse de centros públicos de salud “tienen que marcar el nivel de la asistencia” en todo el país. “El Pereira Rossell es un faro, genera confianza en quien se acerca”, afirmó.

Por su parte, el ministro de Salud, Jorge Basso, dijo que si bien hay cosas para mejorar en el Sistema Nacional Integrado de Salud, los centros de referencia son un avance, y destacó que, según el decreto reglamentario, esta categorización no es “para siempre”, sino que se va a revisar en cinco años. Destacó además que el financiamiento tuvo la aprobación del Fondo Nacional de Recursos (FNR).

El FNR es el que establece las condiciones de funcionamiento, la forma de pago, la normativa de cobertura y los derechos y obligaciones, y también es el encargado de hacer el seguimiento de la atención que se brinda.

Consultada por la prensa, Beatriz Manaro, jefa de la Unidad de Quemados del CHPR, dijo que la designación como centro de referencia les va a permitir atender a más niños quemados, con cirugías plásticas reparadoras o malformaciones, y que además les va a posibilitar tener más especialistas y lograr una adecuación de los costos. “Esperamos tener una inyección de dinero y de personal”, dijo Manaro.

La especialista aclaró que hasta ahora atendían por año a un promedio de 1.500 niños en la policlínica y de 400 niños en internación, por lo tanto “estamos altamente especializados”, dijo, y estimó que la cantidad de pacientes crecerá entre 15% y 20%. “Esto va a requerir más infraestructura y mayores recursos. De todas formas, hoy podemos decir que el nuestro centro tiene los mayores estándares a nivel internacional”.

“Lo que corresponde es la atención en enfermería, la parte de pediatría y de cirugía plástica reparadora, la rehabilitación, la psicología y la psiquiatría. Un niño quemado va a tener secuelas para toda la vida, por lo tanto, los tratamientos pueden llevar diez años. Es muy importante que todos los que están abocados al tratamiento estén altamente especializados. Aspiramos a lograr mayor eficiencia con mayores recursos”, afirmó.

Gustavo Dufort, jefe del Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica del CHPR, se refirió al centro a su cargo. “El objetivo es que las enfermedades de baja prevalencia sean atendidas en centros únicos para concentrar los esfuerzos y los recursos, porque hay evidencia científica de que eso se asocia a mejores resultados”, dijo. El centro que dirige, agregó, es el único que hace trasplantes de médula ósea, entre 15 y 20, de un total de 100 pacientes que se atienden por año.