Inauguración de salas y policlínicas, acuerdos con prestigiosas clínicas, la promoción de afiliación a una emergencia móvil o el no pago de órdenes y tickets para vos y tu familia. Esas son algunos de los contenidos de las publicidades que hacen, por múltiples vías, las instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud en estos días, cuando después de dos años de estar cerrado, abre el corralito mutual. Sin necesidad de argumentar motivos, cualquier persona que aporte al Fondo Nacional de Salud (socios Fonasa) que tenga al menos tres años de afiliación a una institución de salud, podrá cambiar de prestador, en donde, tal como indica la legislación actual, deberá permanecer al menos otros tres años para volver a cambiar.

Una vez que cambió de prestador, la persona deberá permanecer durante tres años para poder cambiar nuevamente.

El corralito mutual se abre durante el mes de febrero (del 1º al 28, no importa si es bisiesto), desde 2009, pero en 2018 y 2019 no se abrió, por el riesgo que representaban las afiliaciones irregulares y la intermediación lucrativa. Este año, el Ministerio de Salud Pública (MSP) y los prestadores de salud implementaron el sistema Movilidad Regulada (More) mediante el cual se tienen que hacer de ahora en más todas las afiliaciones. La persona deberá concurrir con su cédula de identidad a la institución que quiera afiliarse y pedir el cambio; el sistema tiene una serie de requisitos para limitar lo máximo posible las afiliaciones irregulares y, por ejemplo, se asegura que sean pocos funcionarios quienes puedan hacer el cambio (y que sean contratados directamente por la institución) y que el usuario firme una declaración jurada en la que conste que la elección fue libre e informada y que a cambio no recibió dinero ni ninguna otra ventaja equivalente. En el sitio https://www.gub.uy/tramites/ se puede ver si está en condiciones de cambiar de institución, porque si la persona estuvo más de 120 días sin aportar al Fonasa, pierde la antigüedad.

¿Quiénes pueden cambiar de prestador?

Quienes tienen tres años o más de afiliación a un mismo prestador a través del Seguro Nacional de Salud (excepto los jubilados que ingresaron al Fonasa en 2016, quienes tienen que tener cinco años de antigüedad); para computar el plazo, la afiliación no pudo haber tenido interrupciones mayores a 120 días. También pueden cambiar de prestador quienes hayan sido registrados de oficio en ASSE.

En diálogo con la diaria Arturo Echevarría, presidente de la Junta Nacional de Salud (Junasa), dijo que hay 1.900.000 personas en condiciones de cambiar de prestador de salud. La proporción es mayor que otros años y es considerable si se tiene en cuenta que el total de afiliados Fonasa son 2.500.000. Echevarría no quiso arriesgar en voz alta qué porcentaje resolverá cambiar de institución, que hasta 2017 se había estabilizado en el entorno del 4% (ver tabla). Sí dijo que si una institución perdiera un porcentaje alto, podría ver complicada su situación económica, porque “nadie puede hacer una reestructura rápida con la mitad de los afiliados perdidos”. Lo que ha ocurrido hasta ahora es que todas las instituciones ganan y pierden afiliados; quien más pierde siempre es la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), porque allí van los afiliados “de oficio” que son aquellos que al comenzar a aportar al Fonasa no eligieron prestador. De 1.900.000 afiliados con posibilidad de cambiar de institución, 94.000 son usuarios de oficio en ASSE.

Información para decidir

El portal A tu servicio fue actualizado y permite ver la oferta de todas las instituciones del país. Si se elige un prestador, luego se pueden sumar más y de esa forma se comparan los diferentes indicadores. Allí hay información sobre los reconocimientos que ha tenido la institución por buenas prácticas, la cantidad de afiliados, los tiempos de espera, la conformidad de los usuarios, los precios, algunos indicadores asistenciales (que han sido priorizados por el MSP), recursos humanos, forma de solicitar las consultas, y las sedes.

Si la persona hace el cambio de institución entre el 1º y el 10 de febrero inclusive, la afiliación corre desde febrero. Si lo hace después del 10, el cambio se producirá en marzo.

Según Echevarría, los principales motivos por los que las personas terminan eligiendo una institución de salud tiene que ver con cuán cerca y accesible le quede, y también la información que reciban de otros usuarios. Dijo que el nivel de los profesionales puede ser similar entre una institución y otra, porque muchos de ellos trabajan en varios lugares, y que muchas veces se guían por la infraestructura, “si las habitaciones son lindas o no, pero no es lo más importante, lo que importa es la calidad de los médicos que atienden”, evaluó.

Evolución del número de habilitados y cantidad de movimientos. Período 2009-2017

Período Habilitados Movimientos Mov/ hab
09 272.691 20.213 7,4%
10 338.814 22.504 6,6%
11 839.073 53.651 6,4%
12 1.063.632 49.367 4,6%
13 1.194.048 52.134 4,4%
14 1.350.473 55.364 4,1%
15 1.526.872 62.032 4,1%
16 1.606.482 63.130 3,9%
17 1.621.581 54.921 3,4%

Afiliaciones irregulares y gasto en publicidad

Se espera que el sistema More disminuya situaciones que siguieron ocurriendo en estos años, aun estando cerrado el corralito. Por ejemplo, la Junasa recibió denuncias de trabajadores de Pedidos Ya, extranjeros, que cuando quisieron acordar entre los varios papeles que habían firmado al ingresar a la empresa, habían firmado, sin saber, el de afiliación a una institución de salud. Esas denuncias siguen en curso, pero se prevé que puedan frenarse ese tipo de situaciones, porque necesariamente la persona tendrá que ir a la institución de salud a la que quiera afiliarse. En verdad, esa disposición ya existía, pero con el nuevo sistema la forma de identificar a la persona y al funcionario que lo afilie es mucho más estricta.

Otro cambio que rige este año es el del gasto en publicidad: el MSP dispuso que las instituciones no usaran dineros provenientes de las cuotas de salud que paga el Fonasa para hacer publicidad. Las instituciones han hecho declaraciones juradas detallando de dónde han sacado los fondos. Hasta ahora, se desconoce si eso impactó en un descenso del gasto en publicidad, que en 2017 había rondado los 20 millones de dólares.

Colapso y demoras

El Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió un comunicado el sábado en el que reconoció que, “debido al flujo importante de personas en forma concomitante en las instituciones, determinados parámetros del sistema debieron ser reformulados”, lo que ocasionó “algunas demoras temporales que fueron atendidas y el sistema More siguió funcionando normalmente”. El organismo pidió disculpas a las instituciones y los usuarios que “debieron esperar más de lo razonable para poder ejercer su derecho al cambio de institución”, e informó que “con los nuevos recaudos tomados” se logró “mejorar los tiempos para realizar cada trámite”. Por su parte, las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva integrantes de la Cámara de Instituciones y Empresas de la Salud, el Plenario de Mutualistas y Médica Uruguaya también dieron su opinión mediante un comunicado. El texto aclara que el sistema More “fue diseñado exclusivamente por las autoridades de la Salud” y que desde que se implementó “se verificaron fallas”, como “saturaciones, caídas de servidores y otros inconvenientes que enlentecieron el proceso hasta detenerlo completamente”. El comunicado indica que, ante la posibilidad de un incremento en la demanda de usuarios, los firmantes han solicitado a las autoridades “la implementación de un plan alternativo de contingencia que permita dar fluidez al sistema, minimizando los inconvenientes para los usuarios”, y se ponen a disposición “para implementar las soluciones” necesarias.

En tanto, la diputada colorada Nibia Reisch realizó un pedido de informes sobre el período de movilidad regulada, en general, y, en particular, acerca de las “dificultades que presentó el sistema denominado More”, “qué pruebas se hicieron del mismo previo a su puesta en funcionamiento”, “qué empresa o institución confeccionó el sistema y cuál fue el proceso o mecanismo de adquisición, así como quién es el responsable por el mismo y la corrección de los errores que presente”.

Según el MSP, sólo el sábado se cambiaron de institución médica unos 2.500 usuarios.

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