Cuatro personas internadas en centros de terapia intensiva (CTI) y dos en cuidados intermedios había anoche, pero a medida que el virus siga expandiéndose, es de suponer que el número de personas con Covid-19 que requieran de esos cuidados crecerá. Para tratar de que los servicios de salud no se vean desbordados, como ha ocurrido en países como Italia y España, las instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud trabajan para incrementar su capacidad de atención.

Referentes del área de Comunicación del Ministerio de Salud Pública (MSP) informaron a la diaria que a nivel nacional hay 650 camas de cuidados intensivos e igual número de aparatos para hacer asistencia ventilatoria mecánica (más conocidos como ventiladores o respiradores). Dijeron, además, que se prevé aumentar 40% la cantidad de camas con respiradores y monitores.

La ampliación es necesaria, porque cada invierno los CTI trabajan al límite de su capacidad, y actualmente, según informó a la diaria Luis Núñez, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), en los CTI de Montevideo el promedio de ocupación suele estar entre 70% y 75%, y en el interior en 50%. Para liberar espacio en áreas críticas es que las instituciones resolvieron suspender las cirugías de coordinación, lo que permitirá que haya menos ingresos a CTI, pero seguirá habiendo camas ocupadas por motivos de todos los días, como son los siniestros de tránsito y problemas cardíacos.

Por otra parte, Núñez indicó que la estadía promedio en CTI en Uruguay es de siete a diez días, pero que, de acuerdo a lo que se ha visto en otros países, el promedio de internación de los pacientes con Covid-19 está entre 15 y 20 días, por lo que se resiente más todavía la capacidad de respuesta.

Recursos humanos

Además de respiradores, se necesita personal especializado, y varias instituciones tienen limitaciones para ello, especialmente la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). En diálogo con la diaria, Martín Pereira, presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP), expresó que se está trabajando con ASSE para llenar vacantes en lugares donde falta personal, y que hay una gran preocupación por la falta de personal especializado para atender las camas de CTI. “Se habla mucho de conseguir respiradores pero no de cuánto personal hay, porque no es que se pueda capacitar rápidamente”, reclamó Pereira. Además, comentó que hay cerca de 100 trabajadores en todo el país que están en cuarentena por temor a haber sido contagiados con el virus, y que están esperando para hacerse los test diagnósticos. El ausentismo por esta causa, y por cómo pueda incrementarse a lo largo de estos meses, es una preocupación compartida por jerarcas y personal de muchas instituciones.

En cuanto a la dotación de recursos humanos, Núñez comentó que en el interior la mayoría de los prestadores privados tiene cobertura completa, pero que ASSE tiene varios lugares con cargos sin cubrir, incluso en algunos de los principales centros de Montevideo, como el Hospital Español, el Maciel y el Pasteur. Detalló que faltan jefaturas de CTI en tres departamentos y que en otro hay un cargo interino. Además, señaló que ASSE tiene topeada la cantidad de horas que pueden cubrir médicos suplentes, y que eso imposibilita que tomen guardias. El pedido es que se flexibilicen los contratos para que eso no ocurra, y que se elimine ese tipo de trabas burocráticas. Para paliar la falta de médicos intensivistas, Núñez anunció que la SUMI y la Sociedad de Anestesiología anunciarán en estos días un acuerdo para que los anestesistas puedan asistir en tareas de cuidados críticos; también están en conversaciones con la Sociedad de Pediatría Intensiva.

Tanto los trabajadores médicos como no médicos plantean que en Uruguay el nivel de multiempleo es otro factor limitante, y más en CTI. “En promedio, la gente trabaja en tres lugares. En Italia y España la mayoría tiene uno o dos trabajos, pero nosotros tenemos tres o cuatro. Si una persona se certifica, no es una baja: son dos, tres, cuatro... Esa es una debilidad que tiene el sistema”, explicó.

Centros de ASSE y Hospital de Clínicas

El Hospital Español se transformará en un centro para la atención de usuarios de ASSE con Covid-19. Según se informa en la página web del organismo, este hospital tiene 70 camas de cuidados moderados y 23 de CTI, que son “acordes para brindar una primera respuesta a esta pandemia”. La noticia aclara que el número de camas en cuidados moderados puede ampliarse a 80 y que el de camas de CTI también podría crecer, aunque no se especificó a cuánto. Para esto, fue necesario derivar los pacientes que estaban internados hacia otros centros –algunos recibieron el alta con seguimiento domiciliario– y hacer un área de ingreso específica para quienes tengan el virus.

la diaria intentó, sin éxito, comunicarse con autoridades de ASSE.

Pereira informó que el otro centro de ASSE para personas con el nuevo coronavirus es el Instituto Nacional de Traumatología y Ortopedia (INOT), en donde se piensa instalar, en principio, 25 camas de cuidados intensivos; según dijo, aunque no en base a información oficial, los pacientes del INOT serían trasladados al hospital del Banco de Seguros del Estado. El INOT no cuenta con CTI e instalar este tipo de nivel es un trabajo extra. Será la segunda opción por si se ocupa la capacidad prevista en el Español.

No se sabe si a estos dos centros irán sólo pacientes con Covid-19, o también quienes sean casos sospechosos. Núñez explicó que “la estrategia de concentración sirve siempre y cuando se pueda acceder a diagnóstico rápido”, porque si se ingresan casos sospechosos, se los expone al riesgo de infección. Por otra parte, se preguntó si es necesario hacer ese cambio en el INOT, si no será preferible reforzar los CTI existentes, porque dijo que eso se sustenta en que los dos centros designados puedan absorber a todos los pacientes con Covid-19, pero que si no fuera así, otros centros también tendrán que recibir a personas con la enfermedad.

El Hospital de Clínicas de la Universidad de la República también trabaja en la adaptación de su atención y en aumentar la disponibilidad de camas. Marina Stoll, directora técnica del Clínicas, dijo a la diaria que el hospital aumentará de 11 a 15 las camas de CTI y que en caso de ser necesario instalará cinco más en una sala que no se está usando; además, prevé reservar para personas con Covid-19 una sala con 30 camas de cuidados moderados. Los recursos materiales y humanos son también una limitante para el Clínicas; por eso están trabajando con anestesistas para que refuercen la tarea cuando se los necesite, pero los recursos de enfermería tampoco abundan. Solicitaron diez respiradores y diez monitores a la Junasa que, según Stoll, respondió que el pedido será priorizado. Sospechan que el pico de demanda pueda darse a mediados de abril.

Instituciones privadas

Pese a sucesivos intentos de la diaria, no fue posible dialogar con las autoridades del MSP sobre cómo se organizarán las instituciones públicas (que exceden a ASSE) y privadas.

El Hospital Británico es un seguro privado; no es de las instituciones de salud con más afiliados y, sin embargo, allí ha recaído buena parte de los afectados por Covid-19, porque el principal foco de la enfermedad fue el casamiento al que asistieron usuarios de ese y otros seguros privados que hacen internación en el Británico. Por eso, Diego Estol, director técnico de la institución, siente que su centro tiene una anticipación respecto a otros; en diálogo con la diaria, dijo que hace una semana y media que tienen pacientes internados en CTI y en cuidados intermedios; dos personas están en CTI y otros cuatro en cuidados moderados (cuatro ya fueron dados de alta y continúan en su casa, en aislamiento). En total, el Británico tiene cuatro camas de CTI asignadas para Covid-19; en caso de que tengan mayor demanda, usarán respiradores multipropósito en camas que instalarán en otras áreas del hospital. De acuerdo a las proyecciones que maneja el equipo del Británico, Estol señaló que “a partir del 10, 11 de abril va a empezar un incremento progresivo en la curva [de casos de Covid-19]”, pese a todas las medidas que están tomando para evitarlo. “Que la curva suba y quede aplanada no implica que haya que mantener las medidas, porque seguramente si la curva se aplana, en invierno podemos tener un rebrote y un pico y nos va a agarrar en pleno período invernal con la gripe común, lo cual puede hacer compleja la situación”, expresó, y agregó que “hay que irse preparando porque esto va a durar”.

La Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi) atiende a 840.000 usuarios en los 18 departamentos del interior, y tiene una capacidad de 245 camas de CTI con ventilación mecánica, explicó a la diaria Carlos Cardoso, presidente de Fepremi. Aun con la disminución de las intervenciones quirúrgicas, la ocupación de base en CTI es de 60%.

La Asociación Española había ampliado su CTI ya antes del ingreso de la epidemia.

Juan José Areosa, intensivista y secretario médico del consejo directivo del Casmu, dijo a la diaria que el centro que dirige tiene 45 camas de CTI y reservó 12 para personas con Covid-19, que pueden llegar a ser 24 si fuera necesario. Además, destinará 36 camas de cuidados moderados para esta contingencia. La principal limitante está en el número de ventiladores, dijo, pero confía en que podrán adquirir más por las vías que está instrumentando el MSP (compra y donaciones).

Todos los consultados insistieron en la necesidad de evitar lo máximo posible el número de contagios, para poder gestionar los recursos que, aun ampliados, son finitos.