Falta de insumos básicos, guardias médicas que no se cumplen, precariedad en la atención y en la contratación de profesionales en la Cooperativa Asistencial Médica de Treinta y Tres (Comett) es parte de lo que denunció la Federación Médica del Interior (Femi) ante el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra).
Osvaldo Bianchi, médico de Treinta y Tres e integrante de la Unidad de Negociación de la Femi, explicó a la diaria que Comett es una mutualista que tiene 1.800 afiliados y que atraviesa una “situación muy precaria de atención”. Relató que faltan insumos básicos como guantes, tapabocas y medicación, así como profesionales de especialidades básicas, como ginecología y pediatría.
De los 18 médicos que trabajan sólo dos son uruguayos y el resto son migrantes –cubanos, venezolanos y un nigeriano– y a muchos de ellos la empresa les debe entre seis y ocho meses de salario, afirmó Bianchi. Además, en la mayoría de los casos, el vínculo laboral es en régimen de libre facturación, es decir que no tienen beneficios laborales como licencia y aguinaldo.
“En pleno siglo XXI tenemos un grupo de colegas médicos que son vulnerables, vienen a trabajar a Uruguay, no conocen la legislación y los están explotando”, reclamó Bianchi quien agregó que este jueves, en el marco del paro dispuesto por el PIT-CNT, la Femi hará una movilización frente a la sede de Comett, “para denunciar la situación de explotación laboral”.
La Femi llevó el tema a la Dinatra, en donde este miércoles iba a haber un nuevo encuentro, pero los representantes de la empresa solicitaron suspender la reunión. Bianchi reprobó la actitud de la mutualista y comentó que el abogado de Comett expresó en la Dinatra “que estos médicos extranjeros no eran trabajadores, que la reunión con los trabajadores tenía que ser con los trabajadores no médicos que tienen relación de dependencia”.
En ese contexto, la Femi tiene tres grandes reclamos hacia la empresa: que salde la deuda con los profesionales, que los contrate en relación de dependencia, que mejore las condiciones de trabajo y que se defina el futuro de la empresa. El gremio médico del interior se reunió con el ministro de Salud, Daniel Salinas, quien, según Bianchi, les informó que la situación de Comett era insostenible y que era “inminente la intervención sin remoción de autoridades”, de forma de buscar responsables de esta situación. En los últimos cinco años, Comett acumuló una deuda de 4,5 millones de dólares, dijo Bianchi.
Por otra parte, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) mantiene un convenio con Comett, mediante el cual el prestador público le compra servicios de profesionales, entre ellos ginecología, traumatología y pediatría; Bianchi manifestó que tienen documentadas situaciones en las que ASSE le ha pagado a Comett por los servicios pero que luego la mutualista no les transfirió el pago a los profesionales.
El convenio con ASSE había sido firmado en noviembre de 2016, cuando la empresa ya mostraba muchas carencias y tenía denuncias por irregularidades; por ese motivo la Asociación Médica de Treinta y Tres (gremial de la Femi en el departamento), había calificado el acuerdo como “inadmisible” y se había declarado en conflicto. Esta diferencia provocó la renuncia de Mario Motta, entonces director del hospital de Treinta y Tres, y los referentes locales habían reclamado que la decisión de firmar el convenio se hubiera tomado en Montevideo, desconociendo la realidad local.