La Comisión Nacional Asesora de Vacunaciones (CNAV) se expresará el miércoles acerca de si recomienda la vacunación contra la covid-19 a niños y niñas de cinco a 11 años. Una semana antes, la Comisión Directiva de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) emitió un comunicado en el que recomendó la vacunación “luego de analizar los datos epidemiológicos actuales y basándose en argumentos técnicos con un sólido respaldo científico”, decía el texto. Agregaba que lo hacía “con total convencimiento” porque “los beneficios del proceso de inmunización son muy claros”.
Para llegar a esa conclusión, la Comisión Directiva –integrada por Catalina Pinchak, Mónica Pujadas, Laura Pardo, Rosario Jurado, Claudia Romero, Elizabeth Assandri y Rosario Satriano– solicitó informes a dos comités asesores de la SUP: el de Infectología Pediátrica y Vacunas, y el de Farmacología y Terapéutica. Pero las conclusiones a las que llegaron un grupo y otro tenían puntos en común pero también diferencias destacables1.
Recomendada
El Comité de Infectología y Vacunas resolvió “por amplia mayoría” recomendar la vacunación contra la covid-19 a niños de entre cinco y 11 años, “estando atentos a los reportes de seguridad, eficacia y efectividad en países que ya han implementado dicha estrategia, así como a la generación de nuevas evidencias de países que utilizan otras plataformas para esta franja etaria”, aclaró. Para hacer la recomendación, consideró la efectividad que han demostrado tener las vacunas en Uruguay en adultos y en adolescentes y la seguridad (citaron el estudio del MSP del 22 de agosto que expresó que de 1.962.382 dosis de Pfizer que se habían dado hasta el momento, se habían documentado dos casos de miocarditis posvacunal). El informe afirma que “ha sido menor” la transmisión que se ha visto que los niños hacen del virus y que no se ha demostrado que el cierre de centros educativos haya tenido impacto en el control de la transmisión. Señala, en cambio, que “es imprescindible mantener la actividad presencial y social de los niños”, a lo que, sostiene, contribuirá la vacunación.
El texto, elaborado por Pujadas, María Catalina Pírez, Marcos Delfino, Álvaro Galiana, Fernando Bazzino, Gabriela Algorta, Gabriel Peluffo, Stella Gutiérrez, Federica Badía y Mercedes Sánchez, advierte que a medida que avanzó la inmunización en adultos, se produjo un desplazamiento hacia las edades menores. Sostiene que la enfermedad severa por covid-19 es “poco frecuente” aunque puede ocurrir en niños sanos (que no tienen comorbilidades como obesidad, cardiopatía, enfermedad pulmonar o renal crónica, entre otras) y que, de hecho, 30% de los niños y adolescentes de 11 a 19 años hospitalizados en Uruguay en 2021 por covid-19 no tenía comorbilidades.
Los médicos reportan un estudio de investigación que Pfizer-BioNTech inició en marzo de 2021 y que está en fase 2/3 (no ha culminado); fue un estudio aleatorizado, ciego para los observadores –no tenían información de si se había inyectado un placebo o la vacuna– y se aplicó a niños de entre cinco y 11 años en Estados Unidos, Finlandia, España y Polonia (3.109 niños recibieron la vacuna y 1.528 un placebo). Luego de dos meses de seguimiento de una cohorte, y de 2,4 semanas de otra, se detectó 90,7% de eficacia, con tres casos de covid-19 entre los vacunados y 16 en quienes habían recibido placebo. Entre ellos, no se registraron casos del síndrome inflamatorio multisistémico (como ha ocurrido en quienes tuvieron covid) y las reacciones adversas fueron leves y moderadas (dolor en el sitio de inyección, dolor de cabeza, dolores musculares y malestar general).
Entre los objetivos de la vacunación contra la covid-19 a niños, los pediatras mencionaron: protección individual (disminuir contagios y la infección, sintomática o no), disminuir el riesgo de complicaciones (como el síndrome inflamatorio multisistémico y los síntomas del covid prolongado (long covid), mitigar el impacto de la discontinuidad de actividades sociales y educativas, disminuir la transmisión de SARS-CoV-2 y tener protección colectiva (disminuir la transmisión comunitaria a pares y adultos, y “contribuir a alcanzar más rápido la inmunidad colectiva”).
No es oportuno
“No se considera oportuno ofrecer una vacuna aprobada para uso de emergencia de forma universal en menores de 12 años”, concluyó el Comité de Farmacología y Terapéutica de la SUP, firmado por los pediatras Valentina Catenaccio, Gustavo Giachetto, Martín Notejane, Lorena Pardo, Andrea Rodríguez, Noelia Speranza y Carlos Zunino. Los médicos no cuestionaron la importancia de las vacunas del Certificado Esquema de Vacunación, sino específicamente de la de covid-19 en niños.
El informe sostiene que la carga por enfermedad por SARS-CoV-2 en menores de 12 años es baja, que la mayoría cursa infecciones asintomáticas o leves y que el riesgo de severidad no es homogéneo, sino que “se pueden identificar grupos de mayor riesgo como los inmunodeprimidos”. Señala que la transmisión de la infección en niños es menor que en adultos, que disminuye incluso si hay más adultos vacunados y que las variantes no han demostrado mayor riesgo de transmisión o de infección severa.
El texto afirma que “la reducción de la infección sintomática” fue el beneficio que llevó a la Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) a aprobar el uso de emergencia de la vacuna Pfizer, pero que “se desconoce el beneficio en la tasa de infección grave”, en el síndrome inflamatorio multisistémico y en el long covid. “No hay datos suficientes de que la vacunación previene la transmisión de la infección”, afirman los pediatras, y añaden que tampoco hay evidencia de que la vacunación de niños contribuya a la inmunidad de rebaño ni que prevendrá “los cierres de escuelas mientras haya adultos no vacunados”. Advierten que “son limitados” los datos de seguridad de la vacunación en menores de 12 años porque la información que aportó Pfizer proviene de un estudio “en el que 3.100 niños de cinco a 11 años que recibieron la vacuna y se realizó seguimiento de 1.444 durante dos meses después de la segunda dosis”. Recuerdan, además, que en adolescentes se han identificado reacciones adversas de baja frecuencia, entre ellas reacción alérgica grave, síncope y miocarditis.
Este comité recomendó, entonces, “priorizar las estrategias de vacunación focalizadas en grupos de riesgo de enfermedad más severa sobre las estrategias universales”, que la población adulta se vacune, monitorear los efectos adversos, brindar información “clara y precisa” sobre beneficios y riesgos de la vacunación y “evitar cualquier práctica que vulnere los derechos por no estar vacunados.
Ruidos en la comunicación
El comunicado de la SUP que recomendó la vacuna no dio detalles de lo que planteaban los dos informes. Tal como publicó este domingo El País, la posición de la SUP generó polémica en las redes sociales y allí se filtró el informe del Comité de Farmacología y Vigilancia, en el que grupos contrarios a la vacunación contra la covid-19 cuestionaron a la SUP. Eso hizo que la sociedad emitiera, el jueves, un segundo comunicado en el que argumentó que había tomado su posición “por unanimidad” en base a los informes de los dos comités y que se trataba de “una ‘recomendación’ para una vacuna que no es obligatoria” y que cada familia y cada persona podrá decidir si quiere recibirla o dársela a sus hijos. Lamentó que “un grupo de personas, en muchos casos escudadas en el anonimato”, descalificaran a la SUP y a sus integrantes “incluyendo mensajes violentos y amenazas” que, según anunció, serían denunciadas.
El domingo de noche, un grupo de 61 pediatras encabezado por José Luis Díaz Rossello –integrado, también, por quienes firmaron el informe del Comité de Farmacología de la SUP– le envió un correo a la Comisión Directiva, al que accedió la diaria, en el que, ante la “inminente” aprobación del MSP de la vacunación en menores de 12 años, expresaron que “malentendidos posteriores al primer comunicado y el manejo periodístico y en redes sociales no contribuyen a la imagen de confianza de la SUP en la población”. Por eso, reafirmaron las fortalezas del consenso.
En la carta, los pediatras hicieron énfasis en la necesidad de que las familias tengan “la información más exacta posible para la toma de decisiones sobre las vacunas contra el SARS-CoV-2”. Señalaron que se debe priorizar la vacunación de niños con “inmunosupresión o morbilidad severa”, en especial de los que tienen afección respiratoria grave, y que se debe administrar “sólo de manera no obligatoria”. Mencionaron que no hay evidencia de que se reduzcan en niños las infecciones severas.
Explicitaron que “la decisión de vacunar a los niños y las niñas no debe basarse en el beneficio de proteger a otros integrantes adultos no vacunados del hogar”. Plantearon, además, que “en el momento actual no existe evidencia científica para impedir ninguna actividad a los menores de 12 años que no se vacunen” y, por si acaso, destacaron que “la elaboración de protocolos que discriminen a los que no se vacunen no está justificada”. “Advertimos acerca del riesgo de que instituciones, tanto públicas como privadas, opten por iniciativas que discriminen para cualquier actividad a los niños y niñas no vacunados, lo que afectaría sus derechos”, sostuvieron.
Este lunes, la Comisión Directiva de la SUP le respondió al grupo de pediatras que coincidía con respecto a la preocupación por el “manejo periodístico y en las redes”, pero no atribuyó los “malentendidos” a su primer comunicado, sino a la difusión en las redes del informe del Comité de Farmacología y Terapéutica, en particular por la parte que decía que “no se considera oportuno ofrecer una vacuna aprobada para uso de emergencia de forma universal en menores de 12 años”, “evidentemente una posición contrapuesta a la definición institucional”, señaló.
Por otra parte, la Comisión Directiva se manifestó de acuerdo con que es necesario priorizar la vacunación de niños con factores de riesgo, como se hizo con adolescentes, y aclaró que “nunca se planteó que fuese obligatoria, como no lo ha sido para todos los demás grupos etarios”. Añadió que la posición difundida por la SUP no planteó que la vacunación en niños busque proteger a adultos no vacunados”.
Según supo la diaria, la carta de estos 60 pediatras buscó poner en consideración problemas que pueden originarse, como la prohibición de que los niños participen en algunas actividades, y las incertidumbres sobre la vacunación contra la covid-19 en niños. En cierta forma, la fuente dijo que existe la molestia con que la directiva haya mostrado una opinión unánime de la SUP sobre el tema, siendo que no la hay, y cuando no hay una exhaustiva declaración de conflictos de interés de quienes promueven la vacunación.
Países que vacunan contra la covid-19 en niños
- Chile: con Sinovac (plataforma de virus inactivados), para niños de seis a 11 años, desde el 13 de setiembre
- Cuba: con Soberana (proteína S), en niños mayores de dos años, a partir del 15 de setiembre
- El Salvador: con Sinopharm (virus inactivados), de seis años en adelante, desde el 16 de setiembre
- Argentina: Sinopharm (virus inactivados), en niños de tres a 11 años con factores de riesgo, desde el 12 octubre
- Ecuador: Sinovac (virus inactivados), de seis a 11 años, desde el 18 octubre
- Israel: Pfizer-BioNTech (ARN modificado), en niños de cinco a 11 años con factores de riesgo, desde el 27 julio
- China: Sinovac y Sinopharm (virus inactivados), de tres años en adelante, desde el 20 julio
- Emiratos Árabes Unidos: Sinopharm (virus inactivados), de tres a 11 años, desde el 2 agosto
- Estados Unidos: Pfizer-BioNTech (ARNm), niños de cinco a 11 años, desde el 4 de noviembre
Fuente: Informe del Comité de Infectología Pediátrica y Vacunas de la SUP.
-
Aclaración | En realidad, la Comisión Directiva de la SUP solicitó un informe al Comité de Infectología Pediátrica y Vacunas. El Comité de Farmacología y Terapéutica elaboró su informe por iniciativa propia, pero también fue considerado por la Comisión Directiva. ↩