Que los médicos generales y otros profesionales del primer nivel de atención tengan mayores herramientas para detectar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es el principal objetivo de la Guía práctica clínica de EPOC que presentaron este miércoles la Cátedra de Neumología de la Universidad de la República y la Sociedad Uruguaya de Neumología en el Ministerio de Salud Pública (MSP). La presentación se hizo en el Día Mundial de la EPOC, pero venía a cuenta, además, por la importancia de esta enfermedad: se estima que es la cuarta causa de muerte a nivel mundial y se proyecta como la tercera causa en los próximos años, expresa la guía. Afecta a 9% o 10% de la población mundial y la situación parece ser peor en Montevideo, según los datos de un estudio que se hizo en 2005 en cinco ciudades (Caracas, Santiago de Chile, Ciudad de México, San Pablo y Montevideo), que mostraron que la capital uruguaya registraba la mayor prevalencia, con 19,9%, destacó Pablo Curbelo, director de la Cátedra de Neumología, al hacer la presentación.
“Educar, informar, hacer conocer la percepción de riesgo” son las estrategias para combatir esta enfermedad, dijo Curbelo. El principal factor de riesgo es la exposición al humo de tabaco; la guía detalla que pueden contribuir otros factores, como la exposición a biomasa (humo de estufas a leña) y la polución del aire (por la quema de combustibles fósiles, por ejemplo), así como factores genéticos, de edad y sexo, decrecimiento y desarrollo pulmonar, asma, bronquitis e infecciones.
Síntomas, detección y tratamientos
“La gente no sabe que puede tener EPOC, minimiza los síntomas”, dijo Curbelo. Tos, expectoración y falta de aire al caminar o hacer actividades de la vida diaria son las principales manifestaciones de esta enfermedad. Curbelo planteó que las personas fumadoras con síntomas respiratorios no los identifican adecuadamente: “Lo asocian al tabaquismo. Dicen ‘bueno, esto me lo da el tabaco’ y se banaliza, o dicen ‘estoy un poquito gordo y no estoy entrenado’, pero esa falta de aire que puede estar dada por una EPOC”. A nivel mundial, se estima que 80% de los casos no son diagnosticados; en Uruguay, Curbelo mencionó un estudio monográfico reciente que se hizo en la Cátedra de Neumología que detectó que a 33% de casi 100 pacientes que habían sido internados en CTI por EPOC –muchos de los cuales ya habían tenido internaciones previas– nunca se les había hecho una espirometría, que es un estudio sencillo, no invasivo, que permite detectar la enfermedad.
A eso apunta la guía, que recomienda a partir de ahora que a todo paciente fumador mayor de 40 años con tos, flemas y falta de aire (disnea) se le haga una espirometría y se le aplique un cuestionario para conocer su situación.
La detección oportuna le da a la persona la posibilidad de que “no progrese o progrese menos su enfermedad, no tenga internaciones, no tenga cuadros graves y no se incremente el deterioro. Cuanto más precozmente hagamos el diagnóstico, mejor va a ser la situación y la calidad de vida de las personas. Si uno no se controla y el EPOC evoluciona, va a la insuficiencia respiratoria, a la oxigenodependencia y puede hasta requerir un trasplante pulmonar”, explicó Curbelo en diálogo con la diaria.
Desde su rol como médico clínico, el director general de la Salud, Miguel Asqueta, reveló que “el subdiagnóstico de la EPOC es algo que realmente preocupa”. “No todos los médicos enviamos como debemos enviar a los pacientes a hacerse espirometría, un estudio no invasivo”, insistió.
El ministro de Salud, Daniel Salinas, valoró la importancia de esta guía para “acercar al médico tratante pautas bien claras de cómo definir, diagnosticar la afección y cuándo derivarla”. Acotó que “la gente asocia al tabaquismo con el cáncer de pulmón” pero también se ve su incidencia en la EPOC y en los casos muy severos “el paciente termina desplazándose con una valijita que le proporciona el oxígeno” y que “es una verdadera dependencia de una máquina”.
Asqueta comentó, como había adelantado el lunes en un conversatorio sobre diabetes, que se trabajará junto con el área del gobierno electrónico para crear un registro de las enfermedades no transmisibles en base a variables e indicadores que definirán expertos y decisores de salud. Curbelo saludó la iniciativa, opinó en una rueda de prensa que “es una excelente oportunidad” para saber cuántos pacientes con EPOC y asmáticos hay (las principales afecciones respiratorias), y valoró que es importante saberlo “para que las políticas de salud puedan organizarse, saber qué recursos necesitamos, a dónde tenemos que ir a buscar a las personas que tienen riesgo y hacer un diagnóstico precoz de las mismas”.
Durante su exposición, Curbelo había mencionado diferencias en las presentaciones de oxígeno que hay entre los prestadores de salud. Consultado por la diaria, respondió que hay mutualistas “que dan sólo oxígeno fijo o un balón de oxígeno, que no te permiten moverte, no tenés la capacidad de tener una mochila, un concentrador para ir a trabajar o a estudiar. El oxígeno es un medicamento muy claro, pero hay que ordenar y ver qué suministro de oxígeno se le da a qué paciente y qué es lo que necesita cada paciente, es decir, usar bien los recursos que tenemos”, planteó.
Aumento del consumo y política antitabaco
Salinas y Asqueta insistieron en la voluntad de continuar con las políticas antitabaco que permitieron disminuir la prevalencia del tabaquismo de 33% a 19% entre 2006 y 2018. Curbelo retomó ese punto, pero señaló la importancia de conocer la situación actual, y adelantó que durante la pandemia cayeron en Uruguay, y también en el mundo, los programas de cesación de tabaquismo, que recién ahora se están reinstalando. Por otra parte, dijo que una encuesta que aplicaron en octubre la Sociedad Uruguaya de Neumología y la Cátedra de Neumología mostró que 44% de los fumadores activos aumentó el consumo de tabaco durante la pandemia. “Aumentaron todos los vicios”, acotó Salinas, quien luego explicitó que también se incrementó el consumo de alcohol, de tabaco y de psicofármacos, así como el sobrepeso y la obesidad.
Jimena Núñez, presidenta de la Sociedad de Neumología, presentó los datos de la Encuesta sobre Salud Respiratoria, un formulario online que respondieron 4.653 personas de 18 a 91 años (media de edad de 52,7), predominantemente mujeres. Señaló un sesgo: 44% de quienes contestaron eran fumadores (al menos 54% de ellas fumaba más de diez cigarrillos diarios, lo que es “destacable”, dijo la neumóloga).
Entre los fumadores, 18% dijo que habitualmente tenía tos y expectoración y 27% sensación de falta de aire al caminar o hacer actividades diarias. Además, confirmaron que 41% de los fumadores que tenían síntomas nunca se les había hecho una espirometría y que sólo 28% había accedido a una consulta correcta y precoz con un neumólogo. Hallaron, también, que 21% de personas fumadoras activas nunca habían recibido el consejo médico de cesación de tabaquismo.
En diálogo con la diaria, Curbelo mencionó también la preocupación de la Sociedad de Tabacología y de la Sociedad de Neumología con respecto a la habilitación de dispositivos electrónicos para la administración de nicotina que emplean una tecnología que calienta tabaco seco, que autorizó el Poder Ejecutivo en marzo de 2021. “Estamos en contra, sabemos que los productos que tengan combustión de nicotina generan adicción, generan la falsa seguridad en poblaciones jóvenes y es una puerta abierta al consumo de tabaco en otras formas. Lo hemos hablado con el ministro y él también está analizando ese tema, pero realmente nos preocupa y queremos ayudar a concientizar de que eso no debería progresar”, sostuvo Curbelo.