Hace 13 años que las estudiantes de la Escuela de Parteras de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República reciben una remuneración por el internado que realizan durante el cuarto y último año de la carrera. La tarea consiste en cumplir 44 horas de trabajo semanales, en las que las internas brindan servicios en alguna institución de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) en el departamento del país que se acuerde. Cada año hay 50 cupos disponibles, de los cuales, de acuerdo a las calificaciones de las estudiantes, los primeros 42 son remunerados y los ocho restantes, honorarios.

En mayo, la escuela detectó que no iba a ser posible cubrir el internado que debía asumir en octubre porque por la pandemia las estudiantes de tercer año que relevarían a la generación que transitaba el internado en ese momento no iban a tener las horas de práctica requeridas; antes de iniciar el internado se necesita acumular 20 horas semanales de práctica en segundo año y 36 horas semanales en tercero. “En mayo empezamos a gestionar la prórroga de las estudiantes que terminaban su internado en octubre, pero no tuvimos ninguna respuesta de ASSE hasta setiembre”, dijo a la diaria Eliana Martínez, directora de la Escuela de Parteras. Agregó que en setiembre, cuando la coordinadora de internados se volvió a comunicar, desde ASSE le respondieron que aprobaban la prórroga; además, dijo que “ya que dos de las estudiantes que terminaban su internado en octubre no querían continuar, se les dio el alta y firmaron contrato dos de las que hasta el momento realizaban la práctica sin remuneración económica y querían continuar hasta abril”.

Las estudiantes continuaron el internado, pero en diciembre una de las estudiantes nuevas, que había firmado contrato con ASSE en octubre, les comentó a sus compañeras que aún no había cobrado octubre y noviembre. “El lunes 20 nos enteramos de que se habría resuelto no continuar con los pagos de la prórroga y es por esto que a partir de ese momento paramos en todos los servicios de los que somos parte y nos manifestamos acá hoy”, contó a la diaria este miércoles, en la movilización que se hizo frente a ASSE, Anahí Brida, una de las estudiantes de cuarto año que cursa la prórroga del internado. “Nos enteramos de la situación porque una de las compañeras avisó que aún no había cobrado nada; nos preocupa saber por qué y si esto va a suceder sólo hasta abril o hasta cuándo van a dejar de pagar el internado”, agregó.

Brida habló de la importancia que tiene para las estudiantes la remuneración que reciben, que ronda los 16.000 pesos mensuales. “Muchas somos madres, otras son compañeras que se movilizan desde Montevideo hacia el interior del país para brindar el servicio, y contamos con ese dinero para solventar todos los gastos que la práctica más importante de nuestra carrera conlleva”, contó. Además, dijo que “no se entiende por qué ASSE no quiere remunerar la prórroga si, en definitiva, es un pago que igual deberían recibir las compañeras de tercero si hubieran llegado a las horas para poder comenzar ahora y no en abril”. Por último, subrayó que lo que más les apena es haberse enterado a esta altura de la carrera de lo sucedido y en la forma en que se dio, porque de haber podido tener en cuenta desde un principio que podíamos seguir pero sin pago, habríamos podido evaluarlo”, continuó Brida.

Por otra parte, habló del trabajo que hacen en las instituciones. “Nuestra labor es continua, sin descansos ni hacer pausas; si bien en todos los servicios tenemos una partera de referencia, muchas veces está de retén, lo que significa que no se encuentra en la institución, entonces si llega algún caso de emergencia que no tolera espera lo atendemos nosotras”, contó Brida. “Atendemos maternidad, control de embarazo, salud sexual y reproductiva, asistencia de parto, control y alta de puérperas; es un trabajo diverso y nosotras incursionamos en todo”, agregó.

Una de las estudiantes de cuarto año que hizo la práctica sin remuneración económica es Micaela Montenegro. Vive en Montevideo pero se traslada hasta Salto para cursar su internado en el centro asistencial de ASSE en ese departamento. “Cuando entré a la prórroga, en el lugar de una compañera que no quiso seguir, firmé un contrato con ASSE, en noviembre recibí un correo que decía que ese mes todavía no lo íbamos a cobrar porque faltaba una firma que lo aprobara, pero no se aclaraba ni de quién [era esa firma] ni si en algún momento íbamos a recibir el pago”, reclamó. “Al final, nunca me pagaron”, dijo.

Sobre la práctica, agregó que lo que reciben en Salto son viáticos y alimento. Se quedan a dormir toda la semana en el hospital y están “siempre a la orden, siempre hacemos más que 44 horas por semana”, concluyó.

El mismo miércoles por la tarde, luego de la movilización frente a ASSE, las representantes de internas de la Escuela de Parteras, Mariana Pereira y Anahí Brida, se reunieron con Eduardo Henderson, gerente general de ASSE, e Inés Lavega, adjunta de la gerencia, para dialogar sobre la situación y ver si se podía llegar a un acuerdo. Consultado por la diaria sobre por qué ASSE no aceptó remunerar la prórroga hasta abril para los lugares que ocupan las internas en la actualidad, Henderson respondió que en principio lo que ocurrió fue “una mala comunicación entre ASSE y la Escuela de Parteras” y que, además, “no son las únicas que por la pandemia sufrieron atrasos en los cursos: lo mismo ocurrió con otras prácticas y no sería justo que sólo se prorrogue una cuando todos [los estudiantes en esa situaciòn] podrían tener el mismo argumento”, sostuvo.

En la reunión se acordó que recibirán la remuneración complementaria por los meses de octubre, noviembre y diciembre durante los que se extendió el internado, así como el aguinaldo, “las internas a las que les corresponde y hayan cumplido los requisitos, asistencias y funciones correspondientes”, resumió Henderson. Respecto de las generaciones venideras, dijo que “se ratifica que para futuras generaciones se continuará con lo que se encuentra laudado por convenio remunerando a los estudiantes de Internado cuyo listado nos proporcione la Escuela de Parteras, de acuerdo al número acordado y cumpliendo las condiciones académicas que la misma disponga”, agregó. Por último, dijo que quienes deseen pueden continuar el internado de forma honoraria. Para esto, las alumnas deberán pedir autorización a ASSE.

Sobre continuar el internado de forma honoraria Brida manifestó que “es muy difícil sostener 44 horas semanales sin ningún tipo de remuneración económica”, por lo que prevé que seguramente los puestos queden vacantes. De todas maneras, “es una situación que se tomará de forma colectiva”, aclaró.