El 3 y 4 de marzo de 2021, en pleno pico de casos de covid-19 en Rivera, se les extrajo sangre a 401 habitantes de esa ciudad para estimar la seroprevalencia de SARS-CoV-2, es decir, para medir la cantidad de personas que habían estado expuestas al virus y desarrollaron anticuerpos. Esta fue una de las partes del estudio que elaboraron la Universidad de la República (Udelar) y el Institut Pasteur de Montevideo, con el apoyo del Ministerio de Salud Pública (MSP) y de la Dirección Departamental de Salud de Rivera, el Instituto Nacional de Estadística, la Universidad Tecnológica del Uruguay, el Instituto Nacional de la Juventud y los prestadores de salud de Rivera. La otra parte consistió en evaluar el impacto sociosanitario de la pandemia. La actividad de campo, que incluyó la extracción de sangre y la realización de una encuesta telefónica, se extendió durante los primeros cuatro meses del año; los resultados preliminares se presentaron ayer, en la ciudad de Rivera.

Alicia Alemán, profesora del Departamento de Medicina Preventiva y Social de la Facultad de Medicina de la Udelar, relató que se trató de un estudio de frontera, que catalogó de “muy útiles y poco frecuentes” e ideales para aplicar en una ciudad grande como Rivera-Livramento (de 170.000 personas), que tiene un importante tránsito de personas hacia los dos países. Un estudio espejo se aplicó en tres universidades de Río Grande do Sul, pero esos resultados todavía no están disponibles.

Las personas estudiadas eran mayores de 18 años, participaron voluntariamente y no habían sido vacunadas; fueron elegidas de manera aleatoria, sin tener en cuenta si habían tenido o no covid.

Casos y síntomas

Otto Pritsch, investigador del Institut Pasteur y del Departamento de Inmunobiología de la Facultad de Medicina de la Udelar, detalló que para estimar la seroprevalencia de anticuerpos de tipo IgG, un grupo de 46 investigadores de la Udelar, junto con el Pasteur y el laboratorio Atgen (con el financiamiento del BID, de ANII y Focem), diseñaron una herramienta para hacer análisis serológicos, que no existían a nivel internacional en ese momento.

Los resultados mostraron que 6,8% de las 401 muestras dieron positivo (6,3% de mujeres y 7,3% de varones). Pritsch expresó que al ponderar los resultados de la muestra con la población general se infiere que “unas 3.997 personas de la ciudad de Rivera al 4 de marzo de 2021 eran seropositivas para covid-19”. Añadió que se estima que en Rivera viven 58.000 personas mayores de 18 años y que a la fecha del estudio había 3.301 individuos con diagnóstico de SARS-CoV-2 confirmado por PCR, lo que mostraba una incidencia acumulada de 5,69%.

La diferencia de casos positivos entre el estudio y el registro muestra “una diferencia de 696 seropositivos que no fueron indagados por PCR, de alguna forma escaparon al radar del diagnóstico”, dijo Pritsch, que indicó que “esto representa 17,4% de seropositivos que no fueron diagnosticados por PCR”. “Esta cifra, que parece alta, en realidad es muy baja cuando consideramos lo que pasaba a nivel internacional: en España y Francia por cada confirmado por PCR se determinó que existían dos o tres seropositivos por análisis serológico”, comparó. “En aquellos momentos en Europa se confirmaban por PCR sólo casos graves u hospitalizados y muchos de los asintomáticos no eran diagnosticados”, dijo, y afirmó que por eso buscaron estimar la proporción de infecciones sintomáticas y asintomáticas en Rivera.

Menos de la mitad de los casos con serología positiva (47,6%) fueron sintomáticos, y 52,4% fueron asintomáticos o paucisintomáticos, o sea que sólo tuvieron síntomas leves compatibles con covid pero no requirieron atención médica, aclaró el investigador. En un estudio anterior que había hecho este grupo en personal de salud en Rivera se había detectado una proporción similar de asintomáticos, de 55%.

Impacto económico y sanitario

La encuesta fue respondida por 366 personas, explicó Franco González Mora, sociólogo que trabajó en el estudio. Señaló la diferencia por género en la serología positiva (algo mayor en varones), pero la diferencia más significativa estuvo en la identificación de síntomas: 73,3% de las mujeres dijeron haber tenido síntomas de la enfermedad, y entre varones la cifra se situó apenas en 26,8%. El equipo profundizará en un futuro en esa percepción desigual, dijo González Mora, quien adelantó la incidencia de la interpretación de factores socioculturales en la interpretación de la sensación de enfermedad y la percepción de riesgo.

Entre los mayores de 45 años, 62,3% de los casos fueron sintomáticos, y entre los menores de esa edad, sólo tuvo síntomas 38,2%.

A raíz de la pandemia, 54,2% de los encuestados respondió que vio reducidos sus ingresos, algo que impactó más en los hogares con menores de 18 años (67% dijo que tuvo que gastar ahorros, pedir préstamos, vender pertenencias o comer en una olla popular). Casi la cuarta parte (23,8%) sintió preocupación por que se le terminara la comida antes de tener dinero.

Casi la mitad de las personas (47,6%) respondió que durante los seis meses previos a la entrevista había tenido alguna afectación de salud mental, como “poco interés o placer en cosas”, depresión, dificultades para conciliar el sueño, cansancio o poca energía, falta de apetito o comer en exceso, estar mal consigo mismo o tener dificultades para concentrarse. Se detectó una mayor incidencia de esos síntomas entre mujeres: 57,4% de ellas, contra 36,3% entre varones.

17,1% respondió que su salud había empeorado durante la pandemia y 9% dijo que habían empeorado las relaciones dentro del hogar. En ambos planos, las respuestas de las mujeres en cuanto a la sensación de empeoramiento superaron a las de los varones.

Tres cuartas partes de los encuestados respondieron que estaban haciendo “suficiente” o “mucho” para cumplir con las medidas propuestas y 9,2% dijo que estaba haciendo “muy poco”; entre quienes tuvieron el test positivo, 20,5% dijo que estaba haciendo “muy poco” para cumplir con las medidas.