Hasta el momento, los casos activos de coronavirus en Uruguay son 37.226, según consignó el domingo el Sistema Nacional de Emergencias en su informe diario, de los cuales 548 están en CTI. En la última jornada se realizaron 16.377 análisis y se detectaron 3.329 casos nuevos (20,33% de positividad). El domingo hubo 37 fallecidos con diagnóstico de coronavirus (en total ya son 4.213 las personas que murieron con la enfermedad).

Si bien en el Ministerio de Salud Pública (MSP) reina el hermetismo a la hora de hablar con la prensa, una fuente de la cartera dijo a la diaria que el escenario de la pandemia es “desafiante” y están evaluando la situación “constantemente”. En cuanto a la ocupación de camas de CTI, señaló que saben que “hay algunos puntos del país más comprometidos que otros”, y en esos casos definieron que el Sistema Nacional Integrado de Salud “debe funcionar integrado verdaderamente”, o sea, “cuando no hay capacidad en algún centro de salud, se traslada rápidamente al paciente a otro”. Subrayó que se mejoró el sistema de traslado, incorporando ambulancias especializadas por parte de la Administración de los Servicios de Salud del Estado y “aumentado considerablemente el número de camas de CTI”.

Por otro lado, el jueves el Comité Ejecutivo del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) emitió un comunicado ante “la gravísima situación sanitaria del país” y resolvió instar “a toda la ciudadanía a realizar un nuevo y máximo esfuerzo en la reducción de la movilidad y profundización de los cuidados personales y colectivos”. También instó al gobierno a introducir “un cambio en la estrategia vinculada a la epidemia, sumando a la campaña de vacunación la adopción de medidas de reducción drástica de la movilidad y cierre de actividades no esenciales por un tiempo acotado, para bajar el número de casos y la trasmisión comunitaria, con el consiguiente apoyo económico a quienes lo necesiten”.

Además, el SMU solicitó varias reuniones con gremios y organizaciones de la salud y también con el gobierno, empezando por el presidente Luis Lacalle Pou, el ministro de Salud, Daniel Salinas, el subsecretario de esa cartera, José Luis Satdjian, y la Junta Nacional de Salud (Junasa). Pero, por ahora, ni Lacalle Pou ni los jerarcas del MSP respondieron a la solicitud, señaló a la diaria el presidente del SMU, Gustavo Grecco, que adelantó que el lunes se reunirán con la Junasa y con la Federación Médica del Interior (FEMI).

Grecco subrayó que la transmisión comunitaria del virus es “de tal magnitud” que “aplasta los buenos resultados de la vacunación y la cantidad de personas que ya están inmunizadas por haber cursado la enfermedad”. Agregó que la situación “va a demorar en encarrilarse”, por lo tanto, el tema es “qué hacemos con los números, que nos golpean en la cara”. “Los transformamos en números pero no son números, sino vidas, que sufrimos cada uno de nosotros todos los días, porque los que levantamos el teléfono para avisar que se murió alguien somos nosotros”, indicó.

El presidente del SMU dijo que si se le pide a la gente que se quede en la casa y cierre su comercio “sin tenderle una mano, no va a querer, pero es entendible”. Por eso, “la acción es mucho más compleja que cerrar cosas” y requiere “una planificación muy importante”. De todos modos, Grecco subrayó que la mirada “covidcéntrica”, como definió Rafael Radi, coordinador del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), el jueves en entrevista con Búsqueda, “puede estar sesgada, pero quiere evitar que mueran 55 uruguayos por día”. Por lo tanto, “la magnitud del problema covid es tal” que en el SMU creen que “amerita que el foco de atención esté ahí”. 

“Por algo es un plan B y no lo usamos habitualmente”

En tanto, Luis Núñez, secretario de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva, señaló a la diaria que en los CTI siguen con problemas de stock de medicamentos. Explicó que los fármacos más comunes para esa área son los sedantes, como midazolam, que es “lo que más falta” y se usa habitualmente junto con fentanilo. Acotó que son los medicamentos habituales “para cualquier paciente crítico, no sólo para los que tienen covid”, y agregó que también se usan para otros pacientes no críticos a los que hay que realizarles otro tipo de procedimientos para los que se utilizan ambos fármacos, de los que al momento hay faltantes.

Señaló que hubo momentos en los que faltó atracurio, un medicamento que también está asociado a los sedantes, pero tiene “un efecto paralizante” que permite “aplicar determinadas estrategias de ventilación mecánica”, por ejemplo, cuando se coloca a los pacientes boca abajo. “De eso se ha conseguido un poco más, ha habido faltantes puntuales y se reponen, pero estamos en el límite en muchos lugares”, señaló.

Núñez explicó que, ante la falta de algunos sedantes, tienen que recurrir a un “plan B”. Por ejemplo, cuando falta midazolam, se aplica diazepam, que es un medicamento “de la misma familia [benzodiacepinas], pero con un perfil diferente”. “El problema está en la duración: el midazolam tiene una vida media mucho más corta que el diazepam: seis horas en vez de más de 12; entonces, eso hace que cuando se suspende la sedación pase mucho más tiempo para que el paciente se despierte. Es más tiempo del paciente con el respirador, y eso a su vez trae toda una serie de consecuencias. Por algo es un plan B y no lo usamos habitualmente”, aclaró. 

Por último, Núñez sostuvo que el problema de la falta de medicamentos es “a nivel regional”, ya que sucede lo mismo en Argentina y Brasil. Por lo tanto, es difícil reponer un stock y aún más difícil “poder planificarlo”, porque “para el que está encargado de la farmacia hospitalaria es algo nuevo prever las dosis de fármacos que se pueden utilizar, porque son muchísimo mayores”.

“Sentimos que las autoridades han dejado de escuchar”

A su vez, el viernes FEMI emitió un comunicado en el que sigue una línea similar a la del SMU. Señaló su respaldo “en todo sentido al GACH” y a Radi, quien en la entrevista con Búsqueda “expresó de manera clara y contundente que si bien los desafíos son constantes y de responsabilidad compartida entre la actitud de las personas y las decisiones de las autoridades, las medidas adoptadas no han sido suficientes”.

El gremio expresó su preocupación porque en Uruguay “puedan convivir realidades paralelas tan opuestas”, como la que a diario vive el personal de la salud y “la que por otro lado se percibe en la población”, que recibe diariamente mensajes de “situación bajo control” a los que “se les suman flexibilizaciones de reducción a la movilidad”. “Por último, nos preocupa sobremanera percibir un cambio que no es bueno para nadie: sentimos que las autoridades han dejado de escuchar. Desoyeron al GACH, pero también hay un cambio de postura frente a los médicos, las sociedades científicas y los gremios de la salud”, se indicó en el comunicado.

FA analiza “acciones parlamentarias”

Este lunes de tarde hay reunión de bancada de senadores del Frente Amplio y, según pudo saber la diaria por fuentes de la oposición, en la última sesión del Secretariado Ejecutivo de la coalición de izquierda se planteó realizar “acciones parlamentarias” ante la situación de agravamiento de la pandemia y “la falta de respuesta del gobierno”. Para eso, propuso solicitar a su bancada de Senadores “que analice la situación” para ver qué acciones llevarán adelante en ese ámbito.