El Ministerio de Salud Pública (MSP) envió un comunicado a los prestadores de salud con instrucciones sobre cómo diagnosticar posibles casos de mucromicosis -la enfermedad conocida como hongo negro- en pacientes con covid-19, así como qué tratamiento deben seguir y pidiendo que se notifique cualquier caso, confirmado o sospechoso, al sistema de Vigilancia Epidemiológica, informó El País.

Según dijo días atrás a la diaria Zaida Arteta, infectóloga y docente grado 4 de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, se contabilizaban en Uruguay al menos tres pacientes que están hospitalizados y que fueron diagnosticados con la infección del hongo negro luego de haber contraído la covid-19. Dos de ellos no fueron ingresados en el CTI por la covid-19, aunque sí requirieron hospitalización.

La mucormicosis es una infección muy grave pero “bastante rara”, que generalmente afecta a personas diabéticas o que son inmunodeprimidas y que tiene una tasa de mortalidad muy alta, de hasta 80%, explicó Arteta.

“Es necesario mantener un alto nivel de sospecha de infecciones fúngicas invasivas en personas cursando o que hayan cursado recientemente la covid-19, especialmente de mucormicosis si desarrollan síntomas de compromiso de senos paranasales (dolor, edema de cara o referido a la región de los senos frontales, rubor o compromiso ocular) u otros síntomas respiratorios”, señala en el comunicado el MSP que recoge El País, y advierte que no se entiende como algo viral pero “se ha descrito un aumento del riesgo de infecciones fúngicas invasivas”.

El ministerio agrega que en el contexto de pandemia “los factores predisponentes, además de la infección por SARS-CoV-2, han sido la diabetes mellitus con mal control basal, el uso de corticoides para el tratamiento de las formas moderadas o graves y la hiperglicemia mantenida en el curso” de la covid-19.

Por eso el MSP definió que “el control de la hiperglicemia es también clave tanto en pacientes diabéticos como en no diabéticos”, algo que puede haberse visto disminuido con la suspensión de muchas consultas en el primer nivel de atención. Además, sugieren consultar con el equipo tratante de cada paciente para evaluar posibilidades de reducir o suspender “las dosis de corticoesteroides u otros inmunosupresores”.