El sábado, el Ministerio de Salud Pública (MSP) confirmó, en conferencia de prensa, que en las últimas tres semanas ingresaron al país tres “variantes de preocupación” del coronavirus. De un total de 65 muestras que analizó el Grupo de Trabajo Interinstitucional en Vigilancia de SARS-CoV-2, 26 fueron identificadas como de la variante Delta (de India) y 14 de la Beta (de Sudáfrica); ambas son “variantes de preocupación” que todavía no estaban presentes en Uruguay. En el muestreo también surgieron dos casos de la variante Alfa (británica) y una de la Lambda (andina); esta última no es considerada de “preocupación”. Las 22 muestras restantes corresponden a la variante Gamma (P1), que predomina en Uruguay.

Los casos ingresaron desde cuatro países y sólo hay dos personas internadas, provenientes de una embarcación e infectados con la variante Beta; el resto de las personas están guardando reposo. El ingreso de estos viajeros fue entre el 25 de junio y el 15 de julio, y las autoridades sanitarias aseguraron que hasta ahora todos los casos son importados. En total se registró el regreso de 4.000 viajeros en este período, de los que 86 fueron positivos.

El titular del MSP, Daniel Salinas, dijo que la enorme mayoría de los casos detectados se trata de personas que no están inmunizadas o lo están de forma incompleta; “sigue siendo útil la inmunización completa”, reafirmó. El jerarca explicó que las personas que están contagiadas guardaron cuarentena, ya que no tenían las dos dosis de las vacunas, por lo que no habría nuevos contagios.

El ministro aseguró que en la actualidad 70% de la población de Uruguay tiene la primera dosis y 58% las dos, que “las vacunas son efectivas contra todas las variantes de preocupación” y que sabían “que estas variantes iban a entrar”. A su vez, el domingo, en rueda de prensa, el presidente Luis Lacalle Pou fue consultado sobre si se replanteará la estrategia contra la covid-19 ante la llegada de las nuevas variantes y contestó: “Por ahora no”.

Delta: “la única variante que va a ser global”

Pilar Moreno, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del Institut Pasteur de Montevideo, señaló a la diaria que lo primero que hay que tener en cuenta es cómo se contuvo la entrada de las variantes, ya que hasta ahora los casos que se detectaron fueron en personas que viajaron al exterior y volvieron al país. “Hay que ver si realmente estas personas pudieron contagiar y, eventualmente, que alguna de estas variantes tenga, en un tiempo, una circulación comunitaria. Eso al día de hoy no lo sabemos. Tenemos que esperar un poco y seguir monitoreando a ver qué sucede”, indicó.

La especialista subrayó que la variante Delta “es la que más preocupa” en la actualidad porque es la más transmisible (59% más que la P1), hasta el punto de que se piensa “que es la única variante que va a ser global, porque ya está en más de 140 países”. Agregó que en los países en los que hay un porcentaje de vacunación de la población por encima de 50%, como Israel –con Pfizer– y Reino Unido –principalmente con Astrazeneca–, se dio un incremento de casos ante la llegada de la Delta, “pero no se acopló a un aumento de hospitalización y muertes”. 

En cambio, “en aquellos países donde la vacunación está entre 10% y 15%” de la población, como Rusia e Indonesia, la variante Delta “entró fuerte” y se vio “un aumento grande de casos, acoplados a un aumento de muertes”. Por lo tanto, “la vacunación tiene un rol fundamental en cómo es la dinámica de la Delta”. “Con la alta tasa de vacunación que tenemos en Uruguay, esperamos ver un perfil del estilo: quizás si la Delta adquiere una transmisión comunitaria haya un aumento de casos, pero desacoplado del número de muertes”, subrayó. 

Moreno agregó que también es cierto que hay menos datos sobre lo que sucede con la variante Delta y las vacunas de Sinovac. Dijo que hay algunos estudios de laboratorio que muestran “que los anticuerpos” generados por la vacuna china “son menos efectivos” contra la variante Delta, “pero eso también se ha visto con las otras vacunas”. “Es una disminución de la efectividad, no es que no haya efectividad”, acotó. Además, aclaró que en esas investigaciones sólo se estudian los anticuerpos, no “todo el resto del sistema inmune que se ve activado por las vacunas”. 

En cuanto a las medidas preventivas a tomar ante las nuevas variantes, Moreno subrayó que se debe seguir con los cuidados no farmacológicos: tapabocas, distancia social y mantener los lugares ventilados. “Por un tiempo tenemos que acostumbrarnos a que será así”, señaló. “Vamos a tener que aprender a convivir con el virus. Esto no se va a terminar mañana, y no tenemos que esperar a que termine mañana, sino ver cómo desarrollamos nuestra vida de la forma más normal posible, conviviendo con esta situación”, sostuvo. De todos modos, resaltó que primero “hay que esperar a ver realmente” si la variante Delta “se instala”, pero “lo fundamental es promover la vacunación”, porque incluso con Sinovac “los pocos reportes que hay muestran que sigue siendo efectiva” para prevenir “los casos graves y la muerte”. 

“Todavía es pronto para pensar en cambiar algo, porque primero tenemos que ver cómo transcurre la dinámica de estas variantes que entraron, si se pudieron controlar. De hecho, la variante Alfa ya había entrado a Uruguay, a fines de 2020, y fue totalmente confinada, quedó en una sola persona. En realidad, la P1, al ser la más eficiente hasta ahora, arrasó con el resto de las variantes”, finalizó. 

40% sin vacunarse “es un montón de gente”

El médico intensivista e investigador Arturo Briva, que supo integrar el extinto Grupo Asesor Científico Honorario de Presidencia, dijo a la diaria que espera que “la velocidad de la vacunación avance lo más rápido posible”, porque “el escenario va a ser siempre que el virus se va a dispersar mucho más rápido que como avance cualquier plan de vacunación”.

Por lo tanto, una nueva variante, que contagia más rápido y tiene un período de incubación más corto, “expone a que la gente no vacunada se enferme y otra vez volvamos a poner en riesgo la capacidad de asistencia de todos los niveles de atención”. Subrayó que el comportamiento del virus con las nuevas cepas es “como cualquier respuesta biológica: para sobrevivir, trata de buscar la manera de que sus variantes más efectivas sean las que persistan”. 

Agregó que “es muy buena noticia” que casi 60% de la población esté vacunada con ambas dosis, “pero sigue quedando 40%” y eso “es un montón de gente”. “Desde nuestro punto de vista, de la medicina intensiva, estamos aprovechando este momento de disminución de ingresos [actualmente, hay 113 personas con coronavirus en CTI], pero no podemos dejar de estar alerta. Porque, aunque sean unos miles más los que se contagien y con suerte sean pacientes más jóvenes, siempre tenemos chances de que eso haga aparecer de vuelta pacientes graves y sobrecargue al CTI”, agregó.

El especialista dijo que la reducción del número de personas con coronavirus en CTI los hizo volver a trabajar “en mejores condiciones” y a su vez los ayuda a preparar el “empujón de pacientes” que tendrán a partir de la reactivación de las cirugías y los procedimientos relacionados a ellas. “Esos pacientes van a llegar, y es preferible que nos agarren con mejor disponibilidad asistencial”, señaló.