El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) alertó sobre la situación del centro de salud del Cerro, que pertenece a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), donde en el último mes renunciaron cinco médicas de familia y una dermatóloga. “Son profesionales jóvenes, recursos que se pierden”, explicó a la diaria Diana Sastre, delegada del núcleo de base del Cerro del SMU. “Luego se demora muchísimo tiempo para que se llame a concurso y se puedan recuperar esos cargos; más aún con esta Rendición de Cuentas cero, va a ser más complicado”, lamentó.

Al relevar los motivos de las renuncias de las médicas de familia, “el tema salarial no fue lo que más pesó”, aseguró Sastre. Por el contrario, según el gremio médico, las profesionales mencionaron otras razones, como la calidad en la atención -consultorios sin aire acondicionado, con falta de higiene y sin recursos materiales-, las condiciones edilicias y los cambios de funciones, principalmente relacionados con la covid-19. Esto, sin tener en cuenta que como especialidad tienen tareas específicas que fueron postergadas, no así las de otros profesionales. También se refirieron a las dificultades en los seguimientos de los usuarios y la precarización de la asistencia a pacientes con múltiples patologías, donde es necesaria la interconsulta. A esta lista sumaron los escasos recursos con los que cuentan para hacer frente a problemas de salud mental, por ejemplo. Mencionaron que muchos usuarios con patologías mentales severas no son vistos por un equipo de salud mental desde hace más de un año, lo que precariza la atención.

Estas renuncias, recalcó la delegada, impactan directamente en los pacientes. Las médicas de familia tenían población a cargo no sólo del centro de salud del Cerro, sino también de 29 policlínicas periféricas. “Son familias enteras que tendrán que ser captadas por otros médicos o que tendrán que ingresar a listas de espera”, comentó. “Cada recurso humano que se va se siente muchísimo, en un lugar que es donde hay mayor cantidad de usuarios de la [Red de Atención del Primer Nivel] RAP”, añadió.

Para Sastre, justamente el problema principal es la falta de recursos humanos para el volumen de pacientes que atienden. “Los médicos están sobrecargados y sobreexigidos. Entonces, trabajan un tiempo acá y después eligen otras opciones”, relató. La realidad del Cerro se agrava aún más si se tiene en cuenta que, además, hace más de un año se jubilaron varios especialistas y esos cargos “hasta el momento no se han repuesto”, indicó. La delegada recordó, a su vez, que se trata de una zona que está atravesada por “diferentes dificultades” y donde los usuarios han sido “muy golpeados” por la pandemia.