Esta semana que comienza se prevé que continúen los contactos entre los sindicatos de la salud y las autoridades de gobierno con vistas a encontrar una solución para el futuro de la mutualista Casa de Galicia, que permanece funcionando bajo la gestión interina de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) tras la orden judicial de cerrar la institución el 23 de diciembre.
Con miras a estos contactos, el viernes ocurrieron reuniones y negociaciones. En la mañana, los integrantes de la Asociación de Funcionarios de Casa de Galicia (Afuncag) realizaron una nueva asamblea para, tal como lo indica el estatuto, ratificar o rectificar la comisión interina que está trabajando en este momento con la comisión fiscal del gremio, debido a que la mesa directiva renunció hace unos días. “Fue una instancia favorable, con poca concurrencia pero con votos por unanimidad para que sigan adelante las tres integrantes de la comisión fiscal y las seis interinas votadas en asamblea, hasta las próximas elecciones, que serán el 28 de enero”, contó a la diaria Natalia Minondo, integrante de la comisión fiscal de Afuncag.
El martes otra de las instancias de diálogo fue entre integrantes de Afuncag y Liliana Queijo, suplente del senador frenteamplista Daniel Olesker. “No fue demasiado extensa, nos convocaron para ponerse a las órdenes, en principio desde la bancada del Frente Amplio y los socialistas; no hubo avances allí”, explicó Minondo.
En agregado, en la tarde del viernes, hubo una reunión entre Jorge Bermúdez, secretario general de la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), Soraya Larrosa, representante del PIT-CNT, e integrantes del sindicato madre del sector y de Afuncag. Según Minondo, la reunión fue “una puesta a punto, ya que la mesa interina no tenía conocimiento de hasta dónde llegó el diálogo de las instituciones con la mesa directiva anterior”.
Lo primero que se habló fue del denominado “plan B”, presentado por el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, como la opción pretendida por el gobierno para el futuro de la mutualista, que contempla redistribuir a los afiliados entre otras instituciones médicas y en forma proporcional a los trabajadores. Se trata de un planteo que, tras aprobarse en asamblea el 27 de diciembre de 2021, los trabajadores revocaron en la instancia posterior.
“Bermúdez explicó todo lo que consideró necesario sobre el plan B, nosotros lo escuchamos y luego dimos nuestro punto de vista, en un encuentro que fue ameno y respetuoso”, relató Minondo. Según la integrante del gremio, en un momento, Bermúdez les preguntó si no querían el plan B, “a lo que respondimos que lo consideramos, pero como última opción y luego de analizarlo y llegar a un acuerdo”, aclaró.
Sobre los puntos que Afuncag llevó a la reunión, Minondo contó que se advirtió por los tiempos que implicaría ese plan B, que deriva de un acuerdo firmado en 2001 entre la FUS y las autoridades de la época para fijar condiciones para los trabajadores ante el cierre de mutualistas. Como ejemplo, mencionó el punto siete, que detalla que aquellos trabajadores que no ingresen en forma directa a otros prestadores quedarán en una bolsa de trabajo, amparados en un seguro de paro, recibiendo un complemento para que conserven el 100% de sus ingresos. “Hay cosas que están agarradas con pinzas, lo del seguro de paro requiere de [que el Parlamento apruebe] una ley; si lo votamos [el plan B, en asamblea] no tardaría apenas unos días en aplicarse”, consideró Minondo.
Como propuesta alternativa a este plan, los trabajadores consideran que se debe avanzar en los análisis de una posible “estatización de Casa de Galicia y en la creación de un consorcio, como planteó el FA”, dijo Minondo. Por otra parte, agregó que eso aún es una posibilidad gracias a que lo aprobado el 27 de diciembre en la asamblea del sindicato se revocó. El presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, dijo la semana pasada en el programa Así nos va, de radio Carve, que “es un centro más que se puede seguir gestionando sin problema” y que “quedarse con la infraestructura de Casa de Galicia sería poder ampliar la atención en la zona norte, que es muy necesaria”.
Otra de las opciones que surgieron en los últimos días es que los socios de Casa de Galicia paguen una sobrecuota adicional, durante determinado período de tiempo, para salvar la institución. Luego de la última asamblea de socios, que fue el sábado 15 de enero, se entró en un cuarto intermedio y los afiliados se volverán a reunir en febrero. “Esa idea es una posibilidad que habría que pensar con la participación de escribanos, contadores y personas que indiquen si es posible o no; por ahora quedó en pausa”, informó Minondo.
En tanto, el jueves el semanario Búsqueda informó que el plan del gobierno es que los más de 45.000 afiliados a Casa de Galicia se distribuyan en otras mutualistas con menos de 100.000 socios, que serían el Círculo Católico, Hospital Evangélico, Universal y Cudam.
Con todas estas opciones sobre la mesa y aún sin definiciones es que se esperan novedades en los próximos días a raíz de los contactos entre trabajadores y autoridades del gobierno. Para esta semana está previsto un encuentro entre Afuncag, la FUS, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Economía y Finanzas y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
“Durante el fin de semana [que pasó] vamos a armar algo que plantee la estatización y el consorcio para presentar en esa reunión y ver si se logran avances”, explicó la dirigente de la comisión fiscal del sindicato.
El próximo martes Afuncag hará una movilización de 18.00 a 21.00 frente al edificio de Casa de Galicia, junto con un paro que comenzará a las 17.30. “Es una movilización que se votó en asamblea, será bastante organizada y participarán socios y sindicatos allegados”, detalló Minondo.
Médicos “sin novedades”
Sobre la situación de los profesionales de la mutualista, Ximena Carrera, de la Asociación Gremial de Médicos y Practicantes de Casa de Galicia, dijo a la diaria que “por el momento no hay mayores novedades”. Sí se realizó un registro de todos los trabajadores médicos de la mutualista para tener en claro la situación de cada uno, “ya que el registro que llevaba la institución era bastante irregular, incluso tenía médicos que ya no cumplían funciones allí”, según Carrera. La asociación de trabajadores también aguarda una reunión esta semana con el MSP.