El Ministerio de Salud Pública (MSP) ultima los detalles del decreto que permitirá a los estudiantes avanzados de Medicina y Enfermería prestar servicios en centros de salud. Es una iniciativa del infectólogo Henry Albornoz, comunicó anoche por Twitter el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, quien se la transmitió la semana pasada a los decanos de las facultades públicas y privadas.

Podrán inscribirse estudiantes de Enfermería que ya hayan obtenido el certificado de Auxiliar de Enfermería (en la Universidad Católica al terminar el segundo año y en la Universidad de la República al terminar tercero), según informó El País. Por otra parte, los estudiantes de Medicina deberán haber finalizado el cuarto año de la carrera, comentó a la diaria Augusto Ferreira, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica. Ferreira fue uno de los participantes en la reunión con el ministro, junto con Mercedes Pérez, decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad de la República (Udelar), Miguel Martínez, decano de la Facultad de Medicina de la Udelar, y Selva Lima, decana de la Facultad de Medicina de la Universidad Claeh.

El planteo surgió del diálogo de los prestadores de salud con el ministro por la sobrecarga en el primer nivel de atención debido a la ola de ómicron y al ausentismo del personal de salud por certificaciones.

“Se tomó una idea muy virtuosa para que todas las universidades en conjunto logren un sistema más robusto”, comentó Ferreira. Sobre la función de los estudiantes en el primer nivel de atención de todos los centros de salud del país, Ferreira dijo que harán “tareas acordes a su nivel de formación y a lo que indique el licenciado en Enfermería o el médico que acompañe esa labor”. Además, consideró que “en este momento, en el cual hay una gran demanda de personal en las urgencias, que un estudiante pueda seleccionar los pacientes y facilitar el trabajo de los médicos ya es de gran ayuda”.

Por otra parte, dijo que, luego de dos años en los que algunas prácticas se han visto truncadas por la pandemia, “esta es una oportunidad para que logren trabajar en conjunto, sin importar de qué institución egresan, tener contacto con la asistencia y la posibilidad de permanecer en el cargo”. Sobre esto último, explicó que “si un prestador considera que ese ingreso es un buen recurso humano y decide contratarlo por más tiempo, puede hacerlo sin problema”.

Las facultades y el MSP son sólo un puente entre los estudiantes y los prestadores. Luego de las inscripciones, el prestador que necesite funcionarios se encargará de contratar por su cuenta. “Se está elaborando un formulario de inscripción; se pedirán datos específicos como el departamento en el que reside el estudiante, por un tema de logística y facilidad a la hora de contratar”, detalló Ferreira.

Si bien no se sabe con exactitud cuántos están en condición de inscribirse en el llamado, “se estima que contando a los de todas las facultades habría entre 500 y 600 en condiciones para aspirar a los cargos”, afirmó el decano. En cuanto a la duración de los contratos, dijo que serán de 30 a 60 días, o hasta que baje la ola de contagios.