Este viernes 4 se conmemora un nuevo Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, patología que en Uruguay genera más de 17.000 casos nuevos al año y significa la segunda causa de muerte del país y del mundo.

Según el Registro Nacional del Cáncer, en Uruguay cada año se diagnostican 17.000 nuevos casos. Excluyendo el cáncer de piel no melanoma (los que se forman en la capa externa de la piel), los más frecuentes son los cánceres de mama, con un promedio de 2.000 casos anuales; de colo-recto, con cerca de 1.900 casos al año; le sigue el cáncer de pulmón, con 1.500 casos al año, y el de próstata, con 1.450 nuevos diagnósticos anuales. El más letal es el de pulmón, con 1.300 muertes anuales, le sigue el de colo-recto, con 900, y el de mama, que provoca 700 fallecimientos por año.

La gacetilla de prensa redactada por la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer (CHLCC) afirma que “se estima que uno de cada tres uruguayos desarrollará algún tipo de cáncer a lo largo de la vida”. Sin embargo, en muchos casos, hay margen de acción. Según la oncóloga Lucía Delgado, vicepresidenta de la CHLCC, exdirectora del Programa Nacional de Control de Cáncer del Ministerio de Salud Pública (MSP) y expresidenta de la Sociedad de Oncología Médica y Pediátrica de Uruguay, estudios de expertos y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantean que “entre 30% y 50% de los casos se podrían prevenir si se evitaran los principales factores de riesgo que se basan en los hábitos de consumo”. Entre esos factores señaló el consumo de tabaco, la obesidad y el sobrepeso, el sedentarismo y el consumo excesivo de algunas sustancias, como el alcohol.

17.000 nuevos casos de cáncer por año en Uruguay

Para evitar pero también detectar a tiempo la enfermedad, se recomienda estar al día con los controles recomendados para cada persona, según su edad, su estado de salud, las patologías que curse y los antecedentes familiares. Los chequeos recomendados de forma periódica en Uruguay son la mamografía para mujeres de 50 a 69 años, el papanicolau (PAP) a partir de los 21 años, y los test de detección de sangre en las heces a partir de los 50 años.

Prevención y tratamientos

“La prevención salva vidas” es el eslogan que propuso este año la Unión Internacional contra el Cáncer para conmemorar el día mundial. “El eslogan de este año remarca la importancia de hacer los chequeos correspondientes según corresponda, para diagnosticar y tratar a tiempo la enfermedad”, explicó a la diaria el oncólogo Robinson Rodríguez, de la Comisión Honoraria de la Lucha contra el Cáncer y director del Instituto Nacional del Cáncer (INCA), que es el centro de referencia de la Administración de los Servicios de Salud del Estado para estas enfermedades.

Rodríguez señaló que si bien la patología es una de las principales causas de muerte de los uruguayos, “las cosas han cambiado y hay porcentajes de cura muy altos”, aunque aclaró que depende del tipo de cáncer. “El cáncer de mama, por ejemplo, aunque es una de las causas de mortalidad más alta en mujeres, hoy día tiene 80% de probabilidad de cura”, ejemplificó.

En cuanto a la prevención del cáncer, Rodríguez comentó que el INCA cada año realiza más mamografías. “En 2020, por la condición sanitaria del país, la cantidad de mamografías realizadas bajó entre 20% y 30% respecto de 2019, pero mientras que en 2020 se hicieron 2.115, en 2021 la cantidad se superó y llegó a las 2.874”, detalló. Acotó que la mamografía es un estudio que está indicado cada dos años, a partir de los 50 años de edad, pero que “por indicación médica se puede comenzar antes, ya que un gran porcentaje de mujeres desarrolla este tipo de cáncer luego de los 40 años”; de hecho, hasta 2018 estaba indicada a partir de los 40 años.

30% a 50% de los casos de cáncer se podrían prevenir con hábitos que lleven a una buena calidad de vida

El oncólogo dijo que el cáncer de pulmón y el de cuello uterino son otros de los más evitables. “La evidencia demuestra que para 2030 se podría reducir notoriamente el cáncer de cuello de útero; una de las maneras, además de los controles a la edad correspondiente, es contar con la vacuna contra el virus del papiloma humano, que se suministra en adolescentes de entre 11 y 15 años”, recordó. En el caso del cáncer de pulmón, señaló que “también se podría reducir de manera significativa evitando el consumo de tabaco, ya que 85% de quienes contraen la enfermedad son fumadores”, explicó.

Según Rodríguez, “en los últimos dos años, a pesar de la pandemia, se mantuvieron los controles y las cirugías”, y añadió que “incluso las consultas de inicio de tratamientos oncológicos o instancias decisivas de la enfermedad nunca dejaron de ser presenciales, sin importar el momento de la pandemia en el que el país se encontrara”.

Adelantó que próximamente se inaugurarán nuevos espacios para ampliar y mejorar los tratamientos, y que se seguirán llevando al interior del país algunos estudios, como la realización de mamografías. Como desafíos, apuntó que “queda seguir innovando y mejorando la calidad y cantidad de cirugías, tratamientos como radio y quimioterapia e implementación de equipos, como el nuevo mamógrafo, que dentro de muy poco se incluirá”, contó Rodríguez, y aseguró que “durante los últimos años el cáncer se trató con la misma importancia que la covid”.

El impacto de la pandemia

Si bien para Rodríguez el cáncer, durante los últimos dos años, fue tratado con la misma importancia que el coronavirus, y, “salvo los primeros meses de 2020, luego la atención así como los tratamientos se normalizaron” en el INCA, en Uruguay y en el mundo el impacto de la pandemia en la detección y el tratamiento contra el cáncer fue inevitable. Algunos de los impactos ya se pueden valorar, y otros se esperan detectar en el mediano y largo plazo.

“La priorización de la covid-19 y las medidas implementadas por los países a nivel general (en particular el distanciamiento físico) y en el funcionamiento de los prestadores de salud implican posponer estudios de tamizaje, consultas presenciales y estudios de control, así como cambios en el manejo terapéutico a fin de evitar tratamientos con riesgo de complicaciones infecciosas o que requieran cuidados críticos”, relata el estudio Impacto de la pandemia por covid-19 sobre el control del cáncer en Uruguay. Resultados preliminares, liderado por Lucía Delgado, Natalia Camejo y Rodolfo Vázquez.

Según el estudio, es muy probable que las medidas mencionadas, sumadas a la reducción de la demanda a raíz del miedo a concurrir a centros de salud, dificultades en los traslados y en poder enfrentar los copagos, impacten negativamente en el nivel de control del cáncer. Además, se menciona que los cambios de hábitos, conductas y comportamientos ocurridos durante la pandemia, así como las consecuencias de la crisis económica, dificultan el acceso a estudios diagnósticos y tratamientos.

En Uruguay, según la información preliminar reportada por el MSP, no se ha registrado un aumento de muertes en pacientes con cáncer. Delgado plantea que esto no sorprende porque “se ha mantenido la atención en los pacientes oncológicos, con pautas adecuadas al contexto”.

8.173 personas fallecieron por cáncer en Uruguay en 2020, último año de información disponible en Estadísticas Vitales

Menos diagnósticos, peor pronóstico

En cuanto a los efectos a corto plazo, el estudio explica que “en el mundo los metaanálisis recientemente publicados muestran un importante aumento de las complicaciones severas y en la mortalidad por covid-19 en los pacientes con cáncer”. Para evitar el impacto del coronavirus, Delgado recomendó a las personas con cáncer “que se vacunen y reciban la tercera dosis lo antes posible”. Al respecto, puntualizó que las diferencias están entre “los pacientes con tumores sólidos, ya que una vez que reciben la tercera dosis pueden generar respuestas de anticuerpos similares a las personas sin cáncer”.

A mediano y largo plazo, los resultados del estudio sobre el impacto de la pandemia en cáncer “confirman una importante reducción en los estudios de PAP, mamografía y otros estudios dirigidos a la detección temprana de algunos tipos de cáncer como cuello uterino, mama y colorrectal”. Delgado señaló que si se compara lo que ocurrió de marzo de 2020 a junio de 2021 con el mismo período dos años previos a la pandemia, se ve una importante reducción de los estudios: -43% en PAP, -49% en mamografías y -50% en test de sangre oculta, a lo que se suma una reducción mayor de 20% en las consultas oncológicas por primera vez, lo que implica un retraso en el diagnóstico y en el tratamiento.

En cuanto a la mortalidad por cáncer, estudios recientes han arrojado que, como resultado de las medidas que se han implementado para controlar la pandemia, la mortalidad podría aumentar entre 20% y 30%. Las secuelas por covid-19 en pacientes con cáncer afectan hasta 15% más que a quienes no desarrollan ninguna enfermedad oncológica, y las secuelas se asocian a un mayor riesgo de la progresión de la enfermedad y la muerte.

Para revertir la situación

Con el fin de mitigar los impactos negativos de la pandemia, un grupo de investigación latinoamericano que integra Delgado exhorta a realizar acciones para reforzar medidas de prevención y garantizar la detección temprana de la enfermedad, aun en el contexto de pandemia. Las recomendaciones fueron publicadas en el Journal of Global Oncology y se presentaron, también, en el Congreso Uruguayo y Latinoamericano de Oncología.

Las principales propuestas son: retomar políticas públicas para el control de factores de riesgo, reintroducción de actividades de detección temprana, garantizar el acceso a los servicios de salud (tanto en consultas y copagos como en el transporte), adecuar las guías clínicas prácticas a la situación epidemiológica y el contexto actual, mantener un registro de datos e incentivar el desarrollo de investigaciones que crucen covid-19 y cáncer, entre otros.

Factores de riesgo

  • Consumo y exposición al humo de tabaco
  • Obesidad y sobrepeso
  • Sedentarismo
  • Consumo excesivo de algunas sustancias, como el alcohol
  • Exponerse al sol entre las 10.00 y las 16.00.

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