“Fue un proceso complejo, intenso y muy desgastante”, dijo a la diaria Daniel Porcaro, representante de las cuatro mutualistas de Montevideo –Círculo Católico, Cudam, Hospital Evangélico y Universal– en los Consejos de Salarios, sobre el proceso de negociación entre el gobierno, las empresas y los trabajadores para que las cinco mutualistas que absorbieron a los afiliados de la ex Casa de Galicia contrataran a los profesionales de la mutualista hoy cerrada. Entre idas y vueltas, el viernes se llegó a un acuerdo tripartito entre los actores.
En líneas generales, el Círculo Católico, el Hospital Evangélico, Universal, Cudam y Crami asignarán cada una 19 millones de pesos nominales al mes, que serán tomados de los ingresos por los afiliados de la ex Casa de Galicia por intermedio del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), para el pago de salarios a los trabajadores médicos. Asimismo, el Poder Ejecutivo estima que contratarán 250 médicos.
Según explicó Porcaro, el objetivo de las empresas no sólo fue “actuar con responsabilidad” en cuanto a la “incorporación de usuarios y trabajadores de Casa de Galicia”, sino también en “mantener la regularidad y la estabilidad de las empresas que incorporan a esta gente”.
Asimismo, Porcaro explicó que el proceso comenzó “con una situación muy crítica en el nivel de estructura humana de Casa de Galicia, en el sentido de que estaba totalmente desproporcionada las relaciones de trabajadores médicos y no médicos respecto de la cantidad de afiliados”. “Tanto el SMU [Sindicato Médico del Uruguay] como la FUS [Federación Uruguaya de la Salud] pretendieron que esa desproporción se trasladara a las cinco empresas de la ley, lo cual ya era un punto de partida imposible”, aseguró.
En cuanto al resultado acordado, Porcaro manifestó que, al igual que sucedió con el acuerdo al que se llegó con la FUS, “las instituciones hicieron un esfuerzo por encima de lo que eran los valores óptimos o más eficaces de incorporación de trabajadores médicos y no médicos”.
Puntualmente en el caso de los médicos, Porcaro especificó que el “esfuerzo” de las empresas estuvo centrado en la incorporación de los trabajadores con “mayor dependencia” de Casa de Galicia. “Nuestra propuesta óptima era de 17 millones de pesos de retribuciones fijas y variables para distribuir dentro de las instituciones; terminamos accediendo a 19 millones entre las cinco instituciones, que se van a ir distribuyendo de acuerdo a las necesidades de las empresas y a la carga horaria que se les pueda distribuir”, dijo.
A su vez, eso irá acompañado de “la expectativa de incorporar en 45 días el núcleo duro de trabajadores médicos”. El asesor hizo hincapié en que “de acuerdo a las necesidades de estas empresas incorporantes, y después del proceso de licitación del hospital de Casa de Galicia, se culminará con el proceso de integración de trabajadores por parte de estas cinco empresas, nunca excediendo el tope de los 19 millones”.
“Los voluntarismos de hoy son los problemas de mañana”
En diálogo con la diaria, la presidenta del SMU, Zaida Arteta, había manifestado disconformidad con el acuerdo alcanzado, principalmente por dos razones: porque la propuesta del gremio médico “fue conservar la proporción de hora médico cada 1.000 cápitas [pago que recibe la mutualista por usuario]” que tenían las cinco instituciones, pero “lo que obtuvimos fue un poco menor: pongámosle la mitad”, y porque no se pudo “respetar que los usuarios supieran para dónde iba su médico [tratante]”.
Sobre el primer punto, Porcaro subrayó que “la proporción era imposible de mantener si es que no se pretendía que las instituciones que incorporan trabajadores tuvieran más adelante el mismo desenlace que Casa de Galicia”. “Los voluntarismos de hoy son los problemas de mañana”, sentenció.
En la misma línea, el representante de las empresas señaló que “la incorporación de trabajadores la hacemos de acuerdo a nuestra demanda asistencial, la que se incorpora con los afiliados de Casa de Galicia, que no es toda la demanda asistencial que tenía” la mutualista. En resumen, esbozó que “las incorporaciones se hacen básicamente de aquellos profesionales que tienen una correlación más alta con la atención primaria” y que, por lo tanto, “tampoco es que vamos a reproducir exactamente los parámetros de médicos cada 1.000 socios que tiene cada una de estas instituciones, primero porque cada una es diferente, y segundo porque lo que hay es un efecto escala, que es lo que se está optimizando en este caso”.
Porcaro dijo que desde las mutualistas se hizo “un esfuerzo sensible y razonable teniendo en cuenta las circunstancias, responsable con nuestras instituciones” y que, de ahora en más, comienza una “segunda etapa de trabajo”: la implementación del acuerdo.