“Necesitamos o queremos que quienes tienen que estar en supervisión de esto se expidan claramente para que nadie se engañe respecto de estos sistemas, que es una manera sofisticada de lo que fue en mi época fumar con filtro o fumar light”, afirmó a la diaria Miguel Martínez, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (FMed), en relación a la reciente habilitación dada por el Ministerio de Educación y Cultura para que se cree la Asociación de Vapeadores del Uruguay (Asavope).

En un comunicado emitido por la entidad a crearse, se explica que como “principal objetivo” Asavope promoverá “el uso de vaporizadores como una herramienta de reducción de daños” y, entre otros puntos, que generarán “instancias y herramientas para una regulación sensata”.

Para Martínez, sin embargo, es necesario “advertir que hay un riesgo” en el uso de los vaporizadores y que se trata de “lo que siempre ha hecho la industria tabacalera”: “cambiar un poco las reglas y tratar de hacer pasable e incluso ser contribuyente a nuevas formas de” consumo que van contra las políticas antitabaco. “Si nosotros le vamos quitando importancia, diciendo que en realidad no es tan malo, todo eso va facilitando y parece que empezamos a ver a la nicotina como un amigo. Y eso no es así ni va a ser nunca así”, sentenció.

Desde hace poco más de un mes y medio, el decanato de la FMed aguarda por la respuesta del Ministerio de Salud Pública (MSP) para que les conceda una reunión. En el marco de la conmemoración del Día Mundial Sin Tabaco, el 1º de junio el consejo de la casa de estudios resolvió, entre otras cosas, que el decano solicite una entrevista al ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y el director de Salud, Miguel Asqueta, “a fin de hacerles llegar la preocupación y la voluntad de colaborar para que nuestro país se mantenga en el lugar de liderazgo que se ha ganado” en materia de lucha contra el tabaco.

La creación de Asavope sería un nuevo tópico para tratar en la reunión, según mencionó Martínez. “En definitiva, lo que se está haciendo es suavizando en la idea de vender”, sostuvo, y lo que preocupa desde el decanato es que por parte de las autoridades del MSP hay “una actitud que no es clara” cuando “tienen que hacerle frente a este tipo de acciones que lleva adelante la industria tabacalera”. En ese entendido, quieren que los jerarcas expliciten que se trata de “un riesgo”.

Asimismo, Martínez dijo que les “llamó la atención” la aprobación por parte del MEC de la nueva asociación, porque entienden que “es un primer paso a una especie de certificación de estos productos, que les falta mucha investigación y la que existe los pone francamente en duda”.

Al momento de solicitar el encuentro con los jerarcas del MSP, había también otras preocupaciones sobre la mesa. Laura Llambí, coordinadora de la Unidad de Tabaquismo del Hospital de Clínicas y delegada de la FMed en la Comisión Interinstitucional Asesora para el Control de Tabaco, contó a la diaria que la comisión se reunió con el ministro Salinas, en mayo de 2021, por el Decreto 87/021 que habilita los dispositivos electrónicos de tabaco calentado y consideran “un retroceso en las políticas de control de tabaco”.

El decreto se aprobó en marzo de 2021 y habilita la venta, importación y registro de dispositivos electrónicos que tienen una tecnología que calienta el tabaco seco. Llambí recordó que la medida se impulsó por el gobierno sin participación de la comisión especializada. Durante el intercambio con el ministro, “quedó claro lo negativo de la habilitación, pero el decreto sigue vigente; de hecho Salinas propuso tratar el tema en Presidencia pero nunca se avanzó en la derogación”, relató.

FMed pide continuar con “una política de Estado”

Una vez avalada la creación de Asavope, la FMed se expidió a través de un comunicado: “Insistimos en la necesidad de sostener, proteger y aún fortalecer los logros alcanzados por nuestro país en el combate de la epidemia de tabaquismo, que está basada en sólidas evidencias científicas y que debe seguir siendo entendida como una política de Estado, lo cual implica mantenerse vigilantes para asegurar el derecho a la salud de todos los uruguayos”.

La conclusión de los referentes científicos, consejeros, integrantes del Decanato y el propio decano que firmaron el texto es sustentada a través de varios puntos. En primera instancia, se aclara que los llamados “cigarrillos electrónicos” son “dispositivos variados y de formatos generalmente atractivos que vaporizan líquidos que contienen nicotina, y a veces saborizantes y otras sustancias químicas”.

Por otro lado, afirman que “cada vez se reportan más estudios que muestran su impacto altamente negativo, al promover la recaída en quienes dejaron de fumar, disminuyendo incluso las chances de quienes desean dejar esta adicción”. Asimismo, aseguran que se ha demostrado que el uso de dispositivos electrónicos constituye una “‘puerta de entrada’ a la adicción a la nicotina en niños y jóvenes”.

También dijeron que en la actualidad hay evidencia científica que comprueba la “existencia de contenidos tóxicos y carcinógenos en líquidos y aerosoles de los cigarrillos electrónicos”, y que se ha reportado “daño a nivel cardiovascular y respiratorio (daño agudo grave pulmonar potencialmente mortal) a mediano plazo” así como “otros posibles efectos en la salud a largo plazo” que aún se desconocen.

Por último, recuerdan que en el país “la importación, registro y venta de todas las formas de cigarrillos electrónicos va en contra del Convenio Marco de la OMS [Organización Mundial de la Salud] para el Control de Tabaco, del cual nuestro país es firmante y se opone a las leyes y decretos vigentes”.