“El silencio hace bien, la soledad hace bien, pero a veces complican la vida. [...] Tener a alguien a quien contarle lo que te está pasando es absolutamente vital. [...] Uno cuando descarga y se abre, ya está”. Estas son algunas de las frases que emitió el comunicador Juan Carlos López -conocido como Lopecito-, en uno de los tres spots que difundió el Ministerio de Salud Pública (MSP) en el marco del Día Nacional de la Prevención del Suicidio. Los videos generaron diversas opiniones por parte de especialistas en salud mental, habiendo quienes se posicionaron a favor y en contra de los mensajes.

“Hay que hablar de suicidio, pero se necesita de una escucha responsable”, expresó a la diaria Susana Quagliata, docente del Instituto de Psicología Clínica de la Universidad de la República (Udelar), especializada en detección temprana e intervención en personas con intento de autoeliminación. Agregó que eso implica que “la persona que escucha, luego de hacerlo, tiene que poder tomar alguna acción”.

Según la especialista, decirle a alguien “vos podés y tenés que hablar porque todos tenemos un día malo, es banalizar tener un día malo, porque lo que les pasa a las personas que se suicidan es que tienen una existencia traumática”, y con “muchísimo dolor, una vida en la que la persona se siente atrapada”. Entonces, fundamentó, cuando se les dice a las personas que hablen “tenemos que preguntarnos dónde están esos ‘alguien’ que van a escuchar”. “La realidad es mucho más cruel de lo que el sistema propone como solución, las personas piden ayuda, pero no son escuchadas”, consideró Quagliata.

El viernes, en el mismo acto en el que el MSP presentó los spots, repasó las cifras de suicidio de 2021. “En 2021 hubo 738 fallecimientos a causa del suicidio”, informó el director del programa de Salud Mental del MSP, Horacio Porciúncula. El año pasado se observó “un aumento leve” en comparación con los años anteriores, indicó. Porciúncula detalló que la mayor tasa de suicidios se produce en personas mayores de 75 años, aunque los jóvenes son un grupo que también genera preocupación. Agregó que según los datos parciales de 2022 ya se vislumbra que “no habrá mejoras en las cifras”.

Quagliata comentó que hay “una emergencia” en materia de suicidios y se debe actuar. Planteó que se deberían aplicar políticas relacionadas a la atención y a la capacitación a corto, mediano y largo plazo.

A corto plazo, se debería de aplicar una “rápida atención” cuando la persona llega al sistema, por ejemplo, “no trancar la asistencia con burocracia administrativa”. También consideró que “aunque no se vea una herida a nivel físico, hay que canalizar la demanda de atención de manera rápida”. Eso no sucede, porque “muchas veces no se toma el pedido de atención como una emergencia; si alguien concurre a un centro por ingesta de psicofármacos se la atiende por esa acción, pero se debería dar cuenta de que eso es un intento de suicidio”, y “luego actuar”, explicó.

“Hay que trabajar más en la formación de los profesionales, en todos los sectores y no sólo en la salud”, como medida a mediano plazo, según Quagliata. “Todos los [profesionales] que estén en contacto con población vulnerable deben capacitarse”, agregó. Para la especialista, también se deberían fortalecer los recursos económicos para poder contratar más psicólogos, porque “la precarización del trabajo del psicólogo en la salud es paupérrima”, acotó.

Por último, sostuvo que la problemática debería tratarse como una política de Estado, independientemente del gobierno de turno. “Las cifras van en aumento y se debería de tratar como se tratan, por ejemplo, a los accidentes de tránsito”, opinó. También expresó que es fundamental abordar problemáticas de consumo de drogas, violencia doméstica y violencias durante la niñez, ya que son “gran parte de los motivos que expresan las personas con intentos suicidas”.

En una línea similar, Cristina Larrobla, profesora agregada de la Clínica de Psiquiatría de adultos de la Udelar, expresó a la diaria que el gran debe que se tiene con el suicidio es “implementar una política que se sostenga en el tiempo”, porque es un tema que se habla en julio, unos días antes y unos días después del día nacional y “luego cae en el silencio y en el tabú”. Para Larrobla, el aumento de las cifras año a año es la muestra de que “evidentemente algo falla”, por lo cual “urge evaluar qué impactos tiene lo que hacemos y en qué sentido lo podemos modificar”.

Una de las propuestas que presentó el MSP fue acentuar el abordaje de la problemática en el primer nivel de atención de salud. Larrobla sostuvo que “es algo que ya se hace en todo el mundo” y lo consideró positivo, ya que “quienes han tenido algún intento [de autoeliminación] son la población más discriminada en emergencia”. Concluyó que “sin dudas” aún hay falta de formación y de sensibilización, pero llamó a “no localizarlo sólo en lo sanitario, sino también a nivel social”, porque hay muchas personas que por diversas razones aún “miran para el costado”.

Específicamente sobre la campaña y a título personal, Artigas Pouy, psiquiatra y presidente de la Sociedad de Psiquiatría del Uruguay, comentó a la diaria que “el intercambio con el entorno es interesante pero nunca va a sustituir la ayuda técnica”. En ese sentido, consideró que en la actualidad “el sistema de salud resulta poco accesible”, entre otras cosas, porque “no hay un rápido acceso a los especialistas”. Para el psiquiatra, según lo que trascendió, el MSP decidió poner el énfasis de los spots “en la comunicación”.

El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, intervino este lunes en el acto y desfile por los 192 años de la Jura de la Constitución. Al hablar en rueda de prensa, según consignó El Observador, defendió los spots: “Lo estamos tratando [al tema de la prevención del suicidio] como sociedad madura y responsable”. Además, consideró que “durante 15 años no se habló” y ahora “sacamos el tema a la luz, se está hablando de eso”, y entonces “molesta”.