“Hicimos lo que había que hacer”, aseguró a la diaria Luis Gallo, diputado frenteamplista y uno de los redactores del proyecto de ley para legalizar la eutanasia, tras las acusaciones de diputados oficialistas de que no fueron consultados para la unificación del texto.

Es “inaceptable” e “inadmisible” que el Partido Nacional no haya sido consultado antes de la unificación del proyecto, afirmó a la diaria el diputado nacionalista Rodrigo Goñi. En la misma línea se pronunció la diputada cabildante Silvana Pérez, quien dijo a la diaria que Cabildo Abierto (CA) también debería haber sido consultado y denunció que el proyecto final no fue enviado a los participantes de la comisión. “Más allá de nuestra posición, como legisladores no podemos votar por sí o por no, tenemos que votar por qué no”, dijo, y consideró que “no es el estilo parlamentario al que hemos estado habituados en este último tiempo”.

Sin embargo, Gallo sentenció que lo manifestado por los diputados “no corresponde”. “Los legisladores escribimos los proyectos y les damos trámite parlamentario. Después la cámara decide a qué comisión corresponde que vaya”, dijo, y agregó que “no existe eso de la consulta” a representantes que “están en contra”. Similarmente, la diputada del Frente Amplio Cristina Lustemberg afirmó a la diaria: “Nunca se hacen [consultas]. Los parlamentarios tenemos ese derecho. Se recoge la firma y luego se discute en la comisión, para que después vaya al pleno”. 

En ese marco, Gallo aseveró que “están mostrando o generando problemas donde no hay”. Para el diputado, “como saben que la mano viene complicada y seguramente salga aprobado el proyecto, están buscando artilugios para que el proyecto no se vote este año. Por eso cada día aparecen más delegaciones y más delegaciones”.

Ope Pasquet, diputado colorado y otro de los impulsores del proyecto, dijo a la diaria que lo expresado por Goñi y Pérez son “comentarios totalmente improcedentes”, ya que la eutanasia “nunca fue un tema planteado en términos partidarios: no es un tema de coalición, de partidos, ni de sectores, dentro del Partido Colorado hay gente que no va a votar a favor de la eutanasia y dentro de Ciudadanos hay quienes no van a votar tampoco”.

En resumen, el colorado afirmó que “desde el primer día” dijo que se trata de “un tema de convicción filosófica y de cómo entendemos la libertad de las personas”. Asimismo, aseveró que “nunca nadie, ni Silvana Pérez ni Rodrigo Goñi, reclamó otro tratamiento para esto. Lo que ocurre es que ahora se ve que se están aunando las voluntades como para aprobar el proyecto y eso genera nerviosismo, y el nerviosismo genera este tipo de comentarios”. Consultado por las opiniones contrarias dentro de la coalición a la que pertenece, concluyó que es “lo más natural del mundo”.

En otro orden de cosas, Pérez solicitará en la próxima sesión de la Comisión de Salud y Asistencia Social de la Cámara de Representantes que diversas delegaciones relacionadas con el tema, como las pertenecientes al Ministerio de Salud Pública (MSP), asistan a la comisión para analizar el proyecto final. Goñi, por su parte, consideró elemental la asistencia de la Asociación de Enfermeros, la Facultad de Enfermería de la Universidad de la República, la Federación Uruguaya de la Salud y también el MSP.

Al respecto, Lustemberg, integrante también de la comisión, dijo que ya “fueron una cantidad de instituciones” pero que, igualmente, en la próxima sesión –que estima será el 8 de agosto– “se verá cómo seguir y si es pertinente invitar a alguna de las delegaciones”. Aún así, señaló que ya hay “un acuerdo político” de que la discusión tuvo el tiempo indicado.

En reversa

En respuesta al proyecto sobre eutanasia presentado en marzo de 2020 por Pasquet, se presentó en octubre de ese mismo año el movimiento antieutanasia Prudencia Uruguay, con Goñi como uno de sus principales impulsores.

En la lista de adhesiones que aparece en la página web del movimiento figuran los nombres de los diputados frenteamplistas Nelson Larzábal, Álvaro Lima y Enzo Malán. Consultado por la diaria en esa oportunidad, Larzábal aclaró que no formaba parte de la organización, aunque se manifestó “de acuerdo con los principios” del movimiento: “No adhiero a la eutanasia ni al suicidio asistido”, afirmó.

Sin embargo, preguntado en la actualidad por la diaria, Larzábal dijo: “He vivido algunas situaciones que me han hecho reflexionar sobre el tema, sobre todo cuando se trata de personas que están en la etapa terminal de la enfermedad. Realmente me hace tener dudas sobre las posibilidades de que la persona misma pueda decidir que en tal situación prefiere no seguir viviendo”. De esta forma, admitió la idea de que en estos casos “en realidad las condiciones de vida en las que vive no son dignas de una persona”.

En ese marco, Larzábal comentó que no está de acuerdo con el proyecto colorado pero sí con el frenteamplista, y que si bien hasta el momento no ha podido leer la unificación, cree que “si se llegó a un acuerdo se debe haber mejorado lo suficiente como para que también yo lo apoye”.

Malán, por su parte, dijo  a la diaria que nunca integró Prudencia sino que fue invitado a reuniones, pero que una vez presentado el proyecto de Pasquet, se inició una “ronda de trabajo para elaborar algo más completo, porque nos parecía un poco mínimo lo que se presentaba desde el Partido Colorado”.

El proyecto final, para Malán, es “oportuno”, ya que “procura regular y garantizar el derecho de las personas a transitar el proceso de morir dignamente” y, a la vez, “prevé que la persona sea informada claramente sobre lo que son los cuidados paliativos y tenga todo un panorama de posibilidades a la hora de decidir”.