“El proyecto [de ley] que presentó [Daniel] Peña [en 2021] es muy amplio y por eso lo objetamos gravemente”, manifestó a la diaria el diputado nacionalista Rodrigo Goñi, quien, según contó, decidió proponer una serie de cambios al proyecto de ley sobre gestación subrogada presentado por el diputado Peña al Parlamento el año pasado. Las propuestas de Goñi refieren al grado de consanguinidad, el origen del embrión, a las condiciones para que se dé el proceso y a los “derechos humanos de la madre subrogante”. La discusión en torno a las alternativas planteadas por el diputado se debatieron en la última sesión de la Comisión de Población y Desarrollo.

La reproducción asistida es un proceso al que acuden quienes desean ser madres o padres y tienen, por lo general, problemas de fertilidad u otras dificultades de salud que impiden la gestación. Los procedimientos son varios, pero todos tienen como objetivo la manipulación de gametos o embriones humanos para que ocurra un embarazo; la gestación subrogada es uno de los métodos. La Ley 19.167 contempla otras técnicas, como la inducción de la ovulación, la inseminación artificial, la microinyección espermática, la fecundación in vitro o la transferencia de embriones.

Por otra parte, la normativa vigente plantea una serie de pautas para que se pueda llevar a cabo el proceso, varios referidos a la madre y a la gestante. En cuanto a la madre, establece que debe tener algún problema de salud que le impida gestar; sobre la gestante, establece que no puede recibir ningún tipo de compensación económica, ya que la totalidad del proceso debe ser gratuito. Muchas de las consideraciones son reguladas por la Comisión Honoraria de Reproducción Humana Asistida, creada por la ley, en 2013.

El proyecto de Peña, entre otros aspectos, implica ampliar el grado de consanguinidad entre la madre y la gestante, sin límite de parentesco, a decisión de la pareja o de la comisión. La ley vigente habilita el procedimiento si la gestante tiene un vínculo familiar directo de hasta el segundo grado de consanguinidad con la futura madre o su pareja. Es decir, deben ser madres, suegras, hijas, nueras, abuelas, hermanas, nietas o cuñadas.

El riesgo de la “subrogación comercial”

Para Goñi, la ampliación propuesta por Peña no es clara porque se refiere “a otra mujer”, algo “muy amplio”, según consideró. A su entender, redactarlo así abre la puerta a “la subrogación comercial”, ya que si bien con la actual legislación la gestante está “muy motivada por una relación especial”, al ampliar las posibilidades “se corren riesgos”. El diputado remarcó que ampliar la línea de consanguinidad “arriesga” a un fenómeno que “el mundo trata de restringir”, que es el hecho de gestar “por motivos económicos, pero eso tiene un costo humano muy fuerte”. Para “proteger a esa persona” es que “nos oponemos a establecer una ampliación ilimitada”, puntualizó.

Lo que propuso Goñi es ampliar las opciones pero de manera limitada, hasta el cuarto grado de consanguinidad, que alcanza a tías, sobrinas y primas. Asimismo, propone que “en el caso de que sea de cuarto grado pero de la pareja de la madre, lo que se debe hacer es comprobar por lo menos dos años de relación”. En ese proceso debería intervenir un juez.

La tercera “gran objeción” de Goñi es que “necesariamente” se deben establecer “con precisión” los derechos de la madre subrogada, así como los del niño o niña, y la relación entre ambos. “La experiencia indica que si el acuerdo se deja a voluntad” entre “quien encarga y quien gesta”, es “difícil” que los derechos se respeten. En este sentido, Goñi entendió pertinente considerar una serie de aspectos, entre ellos, la revocabilidad. El diputado entiende que es una situación que puede considerarse, pero en ese caso deben darse “ciertos acuerdos”.

“¿No conviene que la madre subrogante ya tenga hijos antes, o se establezcan condiciones en el caso de que sea su primer hijo el que va a entregar?”, se preguntó. En cuanto al hijo, acotó que “no está” en el proyecto y que al igual que la mujer subrogante “es prioritario”. En este sentido, para Goñi “tiene derecho a saber quién fue la mujer que lo tuvo en su vientre”. “No se puede avanzar en un proyecto que no contempla con precisión los derechos de la madre y del niño”, reafirmó.

El FA podría apoyar la ampliación con limitaciones que propone Goñi

La diputada frenteamplista Cecilia Cairo, presidenta de la Comisión de Población y Desarrollo, comentó a la diaria que, si bien las propuestas de Goñi serán estudiadas, “hay bastante acuerdo” en que por lo menos el Frente Amplio (FA), con asesoramiento de la Comisión Honoraria de Reproducción Humana Asistida, podría apoyar la ampliación del grado de consanguinidad que propone Goñi.

Lo que sucede con las demás objeciones del legislador nacionalista es que “Goñi habla de la madre”, pero “nosotros hablamos de vientre subrogado”, acotó Cairo. Por otra parte, consideró que “hay muchas de las cosas planteadas” por el diputado que ya se contemplan y se anticipan, y que competen a la comisión de reproducción.

Entrevistado en el programa Justos y pecadores, Peña dijo que espera aprobar el proyecto en comisión en octubre: “Lo que propusimos fue sacar la segunda línea de consanguinidad y que cualquier persona puede presentarse en la Comisión de Reproducción Asistida del Ministerio de Salud Pública y, si demuestra que es por problemas de salud, pueda llevar adelante la subrogación de vientre, sin ser familiar necesariamente. Llegamos a un acuerdo con otros legisladores de otros partidos de que finalmente se llegue al cuarto nivel de la línea de consanguinidad”, aseguró.