Este viernes en el Hospital de Clínicas se realizó la conmemoración por los 25 años de la llegada del núcleo de ingeniería biomédica al centro de salud, un proyecto conjunto entre Facultad de Ingeniería y Facultad de Medicina de la Universidad de la República, y el hospital, que se inauguró el 20 de octubre de 1998. El rol de la biomédica dentro del centro de salud ha sido encontrar soluciones viables y prácticas a necesidades que surgen de diversos casos clínicos, intercalando la medicina con la ingeniería.

Ejemplos de la interacción de la medicina y la ingeniería dentro del hospital hay muchos. De hecho, en la conmemoración, a la que asistió la diaria, el fisioterapéuta Darío Santos mostró cómo funciona Dinabang, un instrumento portátil, al cuál Santos aportó la idea inicial y a su creación, que cuantifica la fuerza de la musculatura en tiempo real y ayuda al fisioterapeuta a controlar, de forma eficiente a través de registros exactos, la recuperación de los pacientes y, a su vez, permite que la rehabilitación sea más rápida y segura.

El nombre del dispositivo es obra de Franco Simini, profesor de ingeniería biomédica e integrante del núcleo desde su fundación, quién hasta ahora acompañó decenas de proyectos y este viernes fue el encargado de repasar los principales hitos de la unidad en las últimas dos décadas y media.

En principio, Simini detalló que el núcleo siempre se caracterizó por ser un espacio colaborativo en el que referentes de diversas especialidades tanto del centro de salud como de la Universidad, contribuyen en la búsqueda de soluciones y en la creación de aparatos y sistemas que colaboran con la atención de los pacientes. En resumidas cuentas, el espacio “explora las posibilidades de adopción por parte de la industria de prototipos biomédicos”.

El proceso concreto parte de la necesidad de un instrumento o de su aplicación en el ámbito clínico, lo recibe un médico junto a un ingeniero, se estudia la bibliografía disponible sobre el tema y el mercado, luego en base a lo que hay y lo que falta se realiza un propuesta interdisciplinaria, en el caso de que sea necesario (porque el insumo aún no está presente en el mercado) se redacta un proyecto, luego se crea, se prueba y cuando queda en condiciones aceptables y es funcional se registra. Uno de los tantos es una aplicación Seguimiento Perinatal Personalizado, una herramienta que surgió de un proyecto de grado de estudiantes de ingeniería que busca contribuir contribuir a mejorar la eficacia del control prenatal. Ofrece preguntas, funciona como recordatorio de los controles y registra todas las instancias.

Algunos resultados y proyecciones

Si bien la historia del núcleo está compuesta por una buena cantidad de años y desde su fundación generó 400 publicaciones, según Simini, “es difícil evaluar tanto tiempo” el resultado de un trabajo continuo. Por ello, una de las focalizaciones las hizo en resultados recientes entre años puntuales, por ejemplo, desde 2018 y hasta 2023. En ese período, entre otras cosas, se elaboraron dos libros, 16 artículos en revistas, tres becas, seis docentes formados en posgrados y se firmaron 10 convenios. En tanto, entre 2017 y 2022, se generaron 280 publicaciones de las cuales 35 son revistas arbitradas y todos los materiales tienen especial énfasis en “la formación del docente como investigador” de todas las áreas, porque en el hospital el núcleo trabaja con todos aquellos que tengan necesidades y constan trabajos en vínculo con fisiopatología, ginecología, neonatología, medicina intensiva, imagenología, entre otros.

A su vez, entre 2017 y 2022 el núcleo recibió pasantes y visitantes de otros países que llegan al hospital para formarse y mientras aprenden también se desempeñan en diferentes áreas, por ejemplo, en la reparación de equipos médicos a través de un un internado de ingeniería biomédica que dura seis meses e incluye a los estudiantes extranjeros.

Aunque se generó mucho conocimiento hasta ahora el núcleo ya proyecta acciones para los próximos diez años. En este sentido, Simini adelantó que el objetivo es profundizar en la investigación interdisciplinaria con todas las unidades académicas del hospital, transferir tecnología de prototipos a la industria, acentuar el trabajo en la residencia de ingeniería clínica y así “poder dar respuesta a los prestadores públicos y privados”, trabajar en la formación de docentes a través de maestrías y doctorados, generar intercambios con docentes y estudiantes de otros países y participar de la organización de los congresos de ingeniería biomédica de 2024, 2025 y 2028.