Este lunes, en una conferencia de prensa, la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) anunció que, junto al Sindicato Médico del Uruguay y al Sindicato Anestésico Quirúrgico del Uruguay, el 6 de diciembre hará un paro parcial de 8.00 a 15.00 en apoyo a los extrabajadores de Casa de Galicia. Además, a las 10.00 los funcionarios marcharán desde el Obelisco hasta el Palacio Legislativo.
La movilización es en apoyo al colectivo de extrabajadores y en pos de que se levante el veto parcial del gobierno a la ley que aseguraba los créditos para pagar las deudas con los trabajadores de la exmutualista.
El argumento del Poder Ejecutivo para vetar la ley es que asumir las deudas del exprestador va contra algunos artículos de la Constitución de la República y, a su vez, que el Estado debe hacer “un cuidadoso manejo de las disposiciones del erario y la contención del gasto público”. En este caso no se puede garantizar porque “no es posible conocer durante cuánto tiempo y por qué montos el Estado deberá asistir” al Fondo de Garantía de Créditos Laborales; por lo tanto, la asistencia económica “afecta las disponibilidades del tesoro y altera la planificación financiera”.
En conferencia, el secretario general de la FUS, Jorge Bermúdez, sostuvo que además de la particularidad de este caso, la federación está “sumamente preocupada por la situación de todo el sistema de salud”. Según Bermúdez, las patronales plantean que el sistema está tensionado, pero para los trabajadores “la situación es crítica”. Por eso, hace una semana le solicitó una reunión a la ministra de Salud Pública, Karina Rando.
“Hay que convocar a todos los actores del sistema, en particular a los prestadores, a los trabajadores, al Poder Ejecutivo y a los usuarios” para que en conjunto se discuta “tanto lo que hace a las enormes carencias que hay para acceder a especialistas o pagar medicamentos muy caros” como algunos “otros temas”, expresó Bermúdez. Por último, dijo que si el actual gobierno no toma cartas en el asunto, la federación “teme que alguna institución que también está en una situación difícil transite un camino similar al que transitó Casa de Galicia”. “No queremos sembrar alarma pero decimos las cosas por su nombre”, sentenció.