Las autoridades sanitarias continúan concurriendo a la Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes, en el marco de la Rendición de Cuentas y el balance de ejecución presupuestal 2022. Este jueves asistió a sala una delegación de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), encabezada por su presidente, Leonardo Cipriani, y por dirigentes de algunas áreas, entre ellos, el director de salud mental, Eduardo Katz.

Como es habitual en estas instancias, la sesión se extendió casi hasta el final de la jornada; de todas maneras, luego de las primeras horas de presentación y cuestionamientos, tanto las autoridades del prestador como los legisladores de la oposición adelantaron a la prensa los puntos más destacados del gasto y de las próximas inversiones.

En principio, en cuanto a salud mental, uno de los principales temas de la Rendición, al igual que en otras oportunidades, Cipriani reiteró que el tema es prioridad para el prestador; por ello se llegará a tener 160 médicos psiquiatras de alta dedicación, de los cuales 130 ya se encuentran en funciones y permitieron aumentar “46% las consultas en psiquiatría”. A su vez, aumentó “62% las consultas en psiquiatría infantil” y “se duplicaron las consultas psicológicas”.

En cuanto a las inversiones que permitirá realizar el refuerzo presupuestal, sintetizó que de los 20 millones de dólares que el Poder Ejecutivo propuso destinar a la atención de salud mental y adicciones, seis millones le corresponden a ASSE. Se destinarán a “problemas estructurales”; ASSE necesitaría 1.170 camas para internación, el presupuesto permitirá “el número de plazas diurnas y de internación”. Una de las ampliaciones se hará en la excolonia Santín Carlos Rossi con “comunidades de pacientes”, y en otra “serie de dispositivos”. Se piensa poder llegar a dar cobertura a los pacientes de ASSE que sufren adicciones”, según Cipriani.

Acerca de la situación actual del Hospital Vilardebó, actualizó que este miércoles hubo una reunión entre ASSE y representantes del Sindicato Médico del Uruguay y de la Sociedad de Psiquiatría, y que por ende no “entiende mucho los reclamos”, porque la actual administración puso “muchos recursos en el centro”. Agregó que para la puerta de emergencia hay destinadas “más horas de las que se necesitan”: hay 893 funcionarios para atender “300 camas” y 22 médicos psiquiatras, de los cuales “16 son de alta dedicación”.

El número de funcionarios “es adecuado”, sólo hay que administrarlos mejor”, agregó. Adelantó que este viernes habrá una nueva reunión para poder organizar mejor los recursos. También dijo que los recursos que ASSE destina al hospital son “más que suficientes” y están “a la altura de cualquier centro privado”. Asimismo, con relación al edificio, dijo que su “mal estado” es algo que se sabe y que lo denunció la actual administración al asumir, por eso se pretende realizar “obras de expansión” en el Hospital Pasteur para agregar 54 camas para psiquiatría. Consideró que eso va a permitir “descongestionar” el Hospital Vilardebó y repararlo.

También anunció que próximamente se presupuestarán “más de 2.000 funcionarios” y que el próximo mes culminará la obra del Hospital del Cerro, que tendrá especial énfasis en lo quirúrgico. Si bien la obra del hospital estará culminando en agosto, será inaugurado en setiembre porque se está reconstruyendo el centro de salud que ahora funciona allí, anexo a la nueva sede, la cual también contará con una oficina del Ministerio del Interior para que los usuarios puedan adquirir por primera vez o renovar la cédula de identidad, y también habrá oficinas del Ministerio de Desarrollo Social para brindar otros servicios.

Cipriani, además, puso el foco en las inversiones ya efectuadas y afirmó que en 2022 los montos asignados a nuevas construcciones, remodelaciones y proyectos fue “mayor a la de 2021”, por ejemplo, la descentralización con los Centros de Terapia Intensiva que se inauguraron en diferentes puntos del país, entre ellos, al norte y este, y del Hospital de Ojos. También habló de números: de acuerdo con Cipriani, ASSE trabaja en una “inversión histórica en medicamentos, en un nuevo vademécum y en un nuevo sistema informático” para manejo de recursos humanos, materiales y medicamentos.

Calificó el plan de “profesionalización y modernización” como “lo más importante” que esta administración le dejará al prestador público. El “61% de su presupuesto [que sobrepasa los 50.000 millones de pesos] ASSE los invierte en recursos humanos”, pero había “sistemas informáticos muy pobres”, y ante el escenario de que “no se puede manejar a “hojita, papel” y “trabajos manuales” para liquidar sueldos, ahora “se desarrolló un único sistema informático” que quedará operativo a partir de agosto para algunas áreas y a partir de enero de 2024 para toda la institución. Eso permitirá que el control de los funcionarios sea “más organizado”, y un sistema similar se aplicará para controlar “el stock” de las compras de ASSE.

Comentó como una línea de trabajo “a seguir trabajando” las casas del desarrollo de la niñez que atienden a los niños a los que no les corresponde la cobertura del Banco de Previsión Social, en diferentes tratamientos para las alteraciones del desarrollo. Por el momento, funcionan cuatro casas con “5.000 pacientes en tratamiento”. El objetivo es llegar a tener “12 centros”.

“Lo que plantean los usuarios”

Por su parte, la diputada Lucía Etcheverry (Frente Amplio) consideró que por lo menos las primeras horas de comparecencia de las autoridades del prestador público dejaron “la necesidad de formular muchas preguntas” para conocer si lo que se planteó como ejecutado en 2022 se refleja “en lo presupuestal” y conocer la verdadera proyección para 2024. Se hizo un desarrollo que “no coincide con lo informado”, se comentan metas que no condicen con los “cumplimientos” que figuran en la documentación y, al mismo tiempo, es necesario saber si efectivamente los recursos priorizarán la salud mental.

Hasta ahora corroboramos “un recorte presupuestal” respecto del gasto de 2019; ASSE continúa con “10 millones de dólares menos” en una situación de mayor demanda. Con relación a la salud mental, dijo que en 2021 hubo un incremento de 650 millones de pesos que “no fueron ejecutados” y que se justificaron en “problemas administrativos”, por lo tanto se otorgaron “50 millones más” para solucionarlos, pero “lo cierto” es que hay “tres cifras distintas” sobre presupuestaciones y muchos números que no se han “verificado”.

A propósito de los seis millones de dólares que ASSE obtendrá de incremento, insistió en que es necesario aclarar “en qué se traducen”, porque actualmente hay “problemas de gestión” puntuales en diferentes centros, aunque es necesario que se concreten otros dispositivos alternativos y comunitarios.

Sobre medicamentos y sobre el relato de ASSE de que los medicamentos no faltan, insistió en que “la conformidad es lo que plantean los usuarios” y que hace una semana participó junto a legisladores “de todos los partidos” de una reunión de más de 90 usuarios que planteaban la faltante de medicamentos, un problema que “hay que resolver”.