Este lunes comenzó una nueva Semana Mundial de Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos. Desde hace un buen tiempo, los especialistas indican que las bacterias son cada vez más resistentes a los antibióticos disponibles y que, en la actualidad, muchas de las infecciones bacterianas requieren tratamientos combinados y costosos.
En este marco, el Instituto de Higiene de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar) y el Ministerio de Salud Pública (MSP) realizaron la primera jornada conjunta de actualización sobre el tema bajo el concepto de una sola salud, que entiende que la salud humana está interconectada con la salud animal y con el ambiente, y que desde esta perspectiva hay que investigar y accionar contra la resistencia antimicrobiana.
En diálogo con la diaria, Rafael Vignoli, profesor agregado de la Unidad Académica de Bacteriología y Virología del instituto, recordó que el tema en Uruguay se está estudiando de forma integral desde 2017 y que algunos ministerios han elaborado planes de acción. A la par, las investigaciones que se han desarrollado apuntan sobre todo a la colistina, cefalotina de tercera generación y las quinolonas, antibióticos críticos que se utilizan para tratar los bacilos gramnegativos, causantes de un gran número de enfermedades.
Vignoli explicó que tanto en la especie humana como en la animal la resistencia se relaciona al uso de los antibióticos. “El 75% del uso de antibióticos en el mundo está destinado a la producción de alimentos derivados de la carne de distintas especies” y, según las escalas de uso, en bovinos es en la especie que se usa menos, mientras que los cerdos son los animales en los que se usa más.
De todas maneras, en humanos hay algunas resistencias que no tienen relación con las cadenas productivas, de hecho, gran parte de la resistencia humana se debe al consumo excesivo de antibióticos, ya sea por usarlos mal indicados o sin receta. Un área que tiene ya bastante investigación es la vinculada a bacterias que surgen sobre todo a nivel hospitalario, para las que “no hay casi nada” disponible para tratarlas, salvo algunas combinaciones en las que los siete días de tratamiento cuestan unos 4.500 dólares, estimó el virólogo.
Plan 2024-2028
En la actividad realizada por la Udelar y el MSP, Grisel Rodríguez, exconsultora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), presentó el Plan Nacional Único contra la Resistencia a los Antimicrobianos, que se elaboró entre 2020 y 2023, con el liderazgo de la OPS, junto con otros organismos internacionales y fondos de la Unión Europea.
El documento es una herramienta básica para la erradicación de la resistencia antimicrobiana y se espera que en Uruguay se implemente en breve, con un cronograma que se extiende hasta 2028, según Rodríguez. Tras distintas consultorías, intercambios y asesorías de expertos, talleres y revisión de planes de otros países como referencia, se llegó a varias líneas a implementar a nivel nacional.
Una de ellas es la educación a la comunidad, la capacitación profesional y la inclusión de la temática en la formación de técnicos que tengan competencia en el tema. En la misma línea, el plan plantea reforzar los conocimientos y la base científica por medio de la vigilancia y la educación.
Otro de los planteos es reducir la incidencia de las infecciones más frecuentes, entre ellas, la infección urinaria, con especial foco en higiene y prevención. También hay un importante apartado que pretende llegar a la utilización óptima de los antibióticos con fiscalización que evite la venta de antibióticos sin receta.
Rodríguez explicó que es importante relacionar el tema con la economía, porque es algo que puede generar inequidad, por ejemplo, el acceso a los tratamientos más costosos depende de quien lo pueda pagar, por lo tanto, la resistencia “genera desigualdades”. Para aplicar el plan, será fundamental la acción del MSP, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, y del Ministerio de Ambiente.