El Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar) aprobó hace una semana la liberación de los fondos para la implementación del Plan de Salud Mental que la casa de estudiso adquirió en 2023, a través de la Rendición de Cuentas. Se trata de 100 millones de pesos que serán repartidos en tres instituciones: 78.542 se destinarán al Hospital de Clínicas, 13.809 a la Facultad de Psicología y 7.648 a la Facultad de Ciencias Sociales.
Los montos serán destinados a sueldos, gastos e inversiones, algunas de ellas edilicias, por ejemplo, en el hospital universitario, que pretende instalar ocho camas “ambulatorias” o de “corta estadía” en la emergencia.
El Hospital de Clínicas recibió recursos para recursos humanos docentes y gastos e inversiones, pero, según detalla el plan al que accedió la diaria, “considerando que la asignación presupuestal fue menor a lo solicitado” –ya que había pedido 170 millones de pesos–, el hospital universitario “se hará cargo de la financiación de cargos no docentes vinculados al plan, entre ellos, servicios generales y enfermería, para cumplir con los objetivos planteados en el proyecto original”. En consecuencia, el plan se limitó y lo que en principio se pensaba como una “remodelación de la emergencia” y la instalación de un hospital de día, finalmente será la inclusión de camas en el sector de internación.
El plan cuenta con un comité operativo integrado por todos los involucrados, “que establecen criterios y prioridades, planes de acción y modalidades de cada dispositivo”. Cada componente está detallado en profundidad en la propuesta aprobada por el Consejo, y anteriormente por el Parlamento: la Facultad de Psicología será responsable de las actividades de hospitalización, atención ambulatoria y Hospital de Día, para lo que recibió una estructura presupuestal para recursos humanos y gastos en el rubro sueldos e inversiones, mientras que la Facultad de Ciencias Sociales se encargará del área de prevención de suicidios, las intervenciones comunitarias y la postvención.
De hecho, la Facultad de Ciencias Sociales ya recibió una partida, previa a la aprobación del CDC, para llevar a cabo la campaña “La última foto”.
Hacia la reducción de centros monovalentes
En diálogo con la diaria, el decano de la Facultad de Psicología, Enrico Irrazábal, explicó que el programa pretende “abordar un sector social empobrecido” con una atención vinculada a los postulados de la Ley de Salud Mental 19.529, una normativa que “no fue financiada”.
Agregó que, alineado a la ley, el plan buscará abordar una población de usuarios y familias que hoy reciben asistencia en hospitales monovalentes. “Pretendemos ejecutar un plan que sea evaluado por internos y externos” a las instituciones partícipes, en principio “un piloto” que al año se evalúe cómo fue y que, si funciona, desde la Udelar se pueda impulsar que se instale “hasta en el pueblo más chico del interior del país”.
La implementación propone “un cambio cualitativo hacia el cierre de hospitales monovalentes que sólo atienden a pacientes con padecimientos de salud mental”. El cierre de esos dispositivos “haría que en el tiempo disminuyan las internaciones y desaparezca la iatrogenia, una patología que le adhiere la institución de salud al paciente, que, en este caso, es el encierro”. De todas maneras, el decano aclaró que los casos agudos se van a seguir internando, pero “por períodos más cortos”.
Sobre la demora de la aprobación del plan, Irrazábal apuntó que armarlo “requirió la integración de varias disciplinas”, luego la discusión de la estructura del programa y de su funcionamiento y sus costos. Hubo “perspectivas diferentes” de los órganos que, si bien “no trancaron la iniciativa”, en el proceso plantearon “diferentes cosas del programa”, concluyó.