Tras varias instancias de negociación, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), la Sociedad de Psiquiatría del Uruguay y la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) firmaron un acuerdo a través del cual el prestador público asumió el compromiso de brindar la cantidad de psiquiatras necesarios para cubrir todas las guardias del Hospital Vilardebó.
El documento incluyó también un paquete de medidas que se implementarían en caso de que la dotación de psiquiatras fuese menor a la acordada, un complemento salarial para los médicos extranjeros que aún no tienen la credencial cívica (esto, sobre todo, por la dificultad que genera a las contrataciones la baja presentación de los especialistas a los llamados) y para que su situación se equipare a la de posgrados y residentes. Por último, se acordó la creación de una comisión de seguimiento del cumplimiento del acuerdo.
El mes pasado se cumplió un año del acuerdo y, según expresó en diálogo con la diaria José Minarrieta, el presidente del SMU, no se está cumpliendo. Minarrieta recordó que la dotación adecuada consta de tres médicos psiquiatras de 8.00 a 20.00, dos de 20.00 a 8.00 y dos los fines de semana. “Había que hacer gestiones para que esto se cumpla, entre ellas, llamados”, pero ASSE no cumplió con sus obligaciones, aseguró Minarrieta.
Finalmente, hace dos semanas, el SMU denunció el incumplimiento en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra). Allí, una vez más, ASSE planteó abrir llamados, en este caso, “tres llamados para cargos de alta dedicación”, algo que, dos semanas después, “no sucedió”, afirmó el dirigente. En consecuencia, en este momento “no hay cobertura adecuada en las guardias de psiquiatría del hospital”, sobre todo en emergencia. “Nos presentamos en la Dinatra porque si no se hacen los llamados, no hay forma”, añadió Minarrieta.
Fuentes de ASSE confirmaron a la diaria que hay algunas dificultades para cubrir las guardias del centro a causa de la cantidad de funcionarios con certificación médica. Sobre los llamados, aseguraron que están en curso y que, mientras tanto, llegado el caso, “la atención se cubre” con el director del hospital u otros recursos.
La falta de dotación en este centro es muy habitual y el hecho de que los especialistas en psiquiatría adhieran a los llamados para el Hospital Vilardebó es un desafío para ASSE. Esto, en gran parte, tiene que ver con las condiciones de trabajo a las que se exponen los trabajadores allí, según constató el SMU en varias oportunidades.
A esto se suma que la Ley de Salud Mental pautó el cierre de este tipo de centros para 2025, sin embargo, es probable que no se cumpla. Por el momento, si bien las derivaciones desde los hospitales no aumentó, aún saturan el centro, que, además, es el único que brinda atención las 24 horas y recibe las derivaciones del Poder Judicial, de personas que están a la espera de audiencias y diversos procesos, que por algún padecimiento mental no pueden permanecer en centros penitenciarios durante ese tiempo.