Sorpresiva y espectacular, la charla del lunes 29 tuvo todo lo que hace del profesor James Shapiro (Brooklyn, 1955) una combinación de erudito y estrella pop: anécdotas y bromas al servicio de una idea -la de que, a pesar de su valor perenne, William Shakespeare era un artista muy anclado en su época- cimentada en un enorme trabajo de investigación.