El viernes, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó al Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, más conocido en plaza como Bandes. La acción implica la inclusión de Bandes Venezuela y Bandes Uruguay en una “lista negra” de la llamada Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés), que administra y ejecuta sanciones económicas y comerciales contra “gobiernos extranjeros, terroristas, narcotraficantes y personas vinculadas a la proliferación de armas de destrucción masiva”. El decreto determinó que el banco tuviera que suspender sus operaciones con el exterior, incluida las vinculadas con tarjetas.
El presidente del Consejo del Sector Financiero Privado de la Asociación de Bancarios (AEBU), Elbio Monegal, dijo a la diaria que se trata de “una intervención sin ningún motivo técnico”, que más bien responde a “una sanción política que el gobierno estadounidense hace para bloquear a Venezuela”. Consideró también que la sanción a Bandes Uruguay es “un atropello a la soberanía nacional”, y que se debe al hecho de que nuestro país “no reconoce al [autoproclamado presidente encargado Juan] Guaidó, ni está alineado con la política intervencionista” que propone Washington. Monegal señaló que “nunca un banco de plaza recibió una sanción del gobierno yanqui”, y que “si el problema era Venezuela, podrían haber sancionado a Bandes Venezuela, sin incluir a Uruguay”.
Bandes Uruguay trabaja con la tarjeta de crédito internacional Visa. De momento sólo se dieron de baja las tarjetas para operar en el exterior, mientras que las que se usan exclusivamente en la plaza local siguen vigentes.
El sindicato de trabajadores del sistema financiero se reunió el lunes con el directorio del Banco Central. Hasta ese momento, siguiendo el tema “muy de cerca”, no se había percibido “ninguna alteración” en el funcionamiento del mercado. Bandes Uruguay está instalado desde 2006 en el país; su sede central y 15 sucursales emplean a 200 personas.