Trabajadores del Molino Nueva Palmira, ubicado en la ciudad homónima en el departamento de Colonia, emitieron un comunicado luego de ser notificados del cese de la relación laboral con la empresa, que dejó de producir en octubre de 2018 y envió al seguro de paro a toda su plantilla, unos 50 operarios, con la promesa de reabrir. “Este periplo comenzó en octubre de 2018 cuando abruptamente, y sin indicios previos, fuimos enviados al seguro de desempleo por el plazo de 2 meses. Nada hacía prever esta medida porque se trabajaba normalmente, 7 días a la semana y moliendo la cantidad de toneladas de trigo promedio habitual. Tampoco estábamos en ese momento en negociaciones de índole sindical, ya que el convenio interno había sido firmado un mes antes, y si bien los Consejos de Salarios estaban sin firmar aún, no creíamos que fuera una razón para suspender las actividades”, dice el comunicado, publicado por El Eco de Nueva Palmira.
Los trabajadores agregan que pensaron que “con la nueva cosecha en diciembre” iban a ser reincorporados, “pero pasó diciembre y eso no ocurrió”. “En las reuniones en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social [MTSS], el abogado de la empresa dijo que se estaban buscando formas de ‘asociaciones’ que la hicieran más rentable. Nos renovaron el seguro por 2 meses más, terminado ese plazo nos dieron la licencia reglamentaria y luego recibimos la carta donde se nos dice que estamos despedidos”, expresan. Añaden que en las reuniones “se planteó que los trabajadores estábamos dispuestos a estudiar propuestas para ‘ayudar’ a que fuera viable seguir moliendo, obviamente para conservar nuestra fuente laboral, pero estas no llegaron. Finalmente en la última reunión se firmó un acta donde la empresa manifiesta nuevamente que cesan las actividades, que propone pagar el despido en 3 cuotas, y que asume el compromiso, en caso de retomar las actividades, de ofrecer los eventuales puestos de trabajo a los integrantes de un registro (bolsa de trabajo)”, concluye el comunicado. Según declaraciones de Federico Barrios, miembro de la dirección de la Federación de Obreros y Empleados Molineros y Afines (FOEMYA), a El Eco, se estableció “una bolsa de trabajo, previendo que si el molino llegara a reabrir los trabajadores cesados sean los primeros en ser reintegrados”. Sin embargo, esa posibilidad no se percibe cercana.