El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, asegura que Uruguay viene cumpliendo en tiempo y forma con las observaciones dispuestas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tras los reclamos de las cámaras empresariales sobre la negociación colectiva. Entrevistado por la diaria, el jerarca cuestionó la actitud de las cámaras y vinculó a algunos de sus representantes con los candidatos de la oposición Luis Lacalle Pou y Ernesto Talvi.
El 30 de agosto Uruguay elevó a la OIT una memoria de lo hecho con respecto al pedido de las cámaras empresariales. ¿Se llegará en tiempo y forma a cumplir con las observaciones?
Vamos a cumplir con lo que nos insta la OIT. Lo hicimos antes del 1º de setiembre; mandamos la memoria el 30 de agosto y vamos a cumplir antes del 1º de noviembre. Hemos tenido un trabajo intenso, por ejemplo, el lunes se volvió a reunir el grupo bipartito que analiza el tema en el ministerio, fuimos al Parlamento el 9 de setiembre a explicar todo lo que habíamos hecho y estamos haciendo algunas propuestas que entendemos que son razonables pero que no afectan la sustancia de lo que deben ser la negociación colectiva y los Consejos de Salarios en Uruguay. Por tanto, veremos en estos días, pero tenemos tiempo; hemos puesto las propuestas a consideración de las cámaras empresariales y el PIT-CNT, y las hemos hecho públicas. Estamos cumpliendo con la OIT porque, a diferencia de lo que hace el sector empresarial, que usa a los órganos de control de la OIT pero los critica, nosotros los respetamos.
¿Se va a presentar antes del 1º de noviembre un proyecto de ley con modificaciones a la ley de negociación colectiva?
Vamos a cumplir con lo que nos insta la OIT, que es iniciar medidas legislativas. Eso puede ser un proyecto de ley, un memorándum u otra cosa; todavía lo estamos discutiendo. Nos hemos reunido cada 15 días, hemos tenido reuniones informales e intercambiado documentos y ya comparecimos tres veces en el Parlamento en estos tres meses que pasaron desde la Conferencia de Ginebra. En la memoria que enviamos el 30 de agosto adjuntamos todos los documentos que recibimos y ahí hubo una conducta muy inadecuada de las cámaras empresariales, que incumplieron lo que resolvió la OIT, que dijo que el gobierno uruguayo, en consulta con las partes, debía mandar una memoria. Nosotros hicimos las consultas con las partes, enviamos la memoria, y las cámaras el último documento no lo presentaron acá, lo mandaron directamente a la OIT.
“La Ley 16.002, del gobierno de Sanguinetti, en su artículo 83 establece que solamente se homologan los Consejos de Salarios que estén de acuerdo con las pautas de gobierno, por tanto, había mucho menos libertad de negociación que la que hay hoy”
¿Cómo evalúa la reacción de las cámaras empresariales luego de que el Poder Ejecutivo presentara estas propuestas?
Creo que el tema central no es la queja, la queja es un instrumento; el tema central es cómo se reparte la torta en Uruguay. Los Consejos de Salarios existen en Uruguay desde 1943 y funcionaron hasta 1968. Allí, en el gobierno de [Jorge] Pacheco, no sólo se recortaron libertades, cerraron medios de comunicación, proscribieron partidos políticos, se reprimió sindical y políticamente a la gente, sino que además se eliminaron los Consejos de Salarios. Eso no es una casualidad, es parte de una concepción política. Después vino la dictadura, y en 1985 [Julio María] Sanguinetti convocó a los Consejos de Salarios. Pero si las cámaras empresariales se quejan ahora, más debieron quejarse en aquel momento: la Ley 16.002, del gobierno de Sanguinetti, en su artículo 83 establece que solamente se homologan los Consejos de Salarios que estén de acuerdo con las pautas de gobierno, por tanto, había mucho menos libertad de negociación que la que hay hoy. En 1989 se aprobó el plebiscito que establece que las jubilaciones se aumentan según los salarios, y [Luis Alberto] Lacalle empezó a eliminar los Consejos de Salarios. Eso significa que en el año 2000 o 2004 era legal pagar un salario del año 1995, sin ningún tipo de reajuste. Así cayeron los salarios y las pasividades. Relato esta historia porque cuando nos fijamos quiénes estaban en esos gobiernos blancos o colorados, vemos que hoy son los principales asesores de [Luis] Lacalle Pou y [Ernesto] Talvi.
¿Como quiénes?
Fernando Pérez Tabó [asesor en relaciones laborales de Talvi y ex subsecretario de Trabajo], Álvaro Delgado [senador nacionalista e inspector general de Trabajo entre 2000 y 2004], Mario Arizti [asesor en relaciones laborales de Lacalle Pou y ex subsecretario de Trabajo] y Carlos María Uriarte [asesor de agro de Talvi y presidente de la Federación Rural]. No cuestiono a las personas, lo que digo es que tenemos diferentes ideas, concepciones. Unos queremos la mejor y mayor negociación colectiva y otros quieren la menor negociación colectiva y, si es posible, que no haya. Pérez Tabó lo dijo en una entrevista con Emiliano Cotelo y lo dijo acá [en el ministerio]: Consejo de Salarios sí, pero sólo para fijar salarios mínimos por categoría y sin aumentos generales. Ajustar solamente salarios mínimos por categoría implica que si alguien gana un peso más que la categoría o no está asignado a la categoría del Consejo de Salarios no tiene aumento. El otro tema son las condiciones de trabajo. Ellos no quieren discutir las condiciones de trabajo, y estas son a veces tan importantes o más que el salario. No es lo mismo ganar 100 pesos con guardería que sin guardería, por ejemplo. Pero, además, los presidentes de las cámaras de Industria [Gabriel Murara] y Comercio [Julio César Lestido] me dicen en esta carta del 22 de agosto, que mandaron en el marco de la discusión de la queja, sobre la competencia de los Consejos de Salarios, que “en ningún caso autorizan la intervención del gobierno en el ajuste de las remuneraciones”, sino que únicamente lo hacen respecto de la fijación de los salarios mínimos. ¿Hay algo más claro que esto?
¿Usted cree, entonces, que si la oposición obtiene el gobierno habría un retroceso en materia de negociación colectiva?
No tengo ninguna duda, porque lo están diciendo. Lo dicen los programas de Lacalle Pou y de Talvi. Pero, además, vienen diciendo desde antes de las internas que van a gobernar juntos. También coincide con que las personas son las mismas. Ustedes publicaron en la diaria la entrevista a Fernanda Maldonado, asesora rural de Lacalle Pou, que es también la representante de la patronal rural en los Consejos de Salarios rurales. Ella fue una de las que, junto con la Federación Rural y la Asociación Rural del Uruguay, se retiró de la negociación; no quiso negociar salarios.
“En Uruguay la negociación puede ser bipartita, pero si el Estado no convoca, como pasó entre 1990 y 2005, lo que tenemos es pérdida o estancamiento de salarios y jubilaciones”
¿Las cámaras empresariales están haciendo campaña política?
[Toma un ejemplar de la revista Espacio Industrial, de la Cámara de Industrias, y señala el titular: “Recesión”]. ¿Si esto no es campaña qué es? Reitero, yo no tengo nada en contra de estas personas, pero tenemos diferentes concepciones. Cuando ellos gobernaron y estuvieron en cargos importantes en este ministerio no hubo Consejos de Salarios, y hoy son los principales asesores de Lacalle Pou y de Talvi y simultáneamente vienen acá a representar a las cámaras empresariales. ¿Y las cámaras empresariales qué están diciendo? Que quieren ajustes sólo en salarios mínimos, no negociar condiciones de trabajo, que la negociación sea voluntaria, o sea, negociar cuando quieran o cuando las obliguen, y que la negociación sea bipartita, sin intervención del Estado. En Uruguay la negociación puede ser bipartita, pero si el Estado no convoca, como pasó entre 1990 y 2005, lo que tenemos es pérdida o estancamiento de salarios y jubilaciones; lo mismo pasó entre 1968 y 1984. También quieren negociaciones voluntarias, preferentemente por empresas, y agregan que quieren hacer lo que se está haciendo en Chile, que a los trabajadores los puede representar un sindicato o alguien más. Esto también lo expresan textualmente en la carta que me mandan los presidentes de las cámaras y es lo mismo que dice Lacalle Pou cuando afirma: “Yo voy a negociar con los sindicatos o no”. Todos estos mensajes se suman y conforman una concepción con la cual no estamos de acuerdo y es contraria a lo que hemos hecho estos años.
¿Qué cree que puede llegar a pasar con las cifras de empleo si la oposición gana las elecciones?
En Uruguay nunca hubo tanta gente trabajando como ahora, pese a que hemos perdido, en los últimos cuatro años, 55.000 empleos. Y eso es después de haber creado, en nuestros primeros diez años de gobierno, 300.000 empleos; hoy estamos en 1.600.000, aproximadamente. A mí me llama mucho la atención que aparezcan blancos y colorados hablando de esto cuando en los 20 años de gobiernos blancos y colorados sólo se crearon 100.000 empleos, y esto se hizo en los primeros cinco años desde la salida de la dictadura, después se mantuvieron estables. En cambio, desde 2005 hasta ahora pasamos desde 1.100.000 a 1.400.000.
“En la década del 90 hubo crecimiento económico y, sin embargo, ni se creó empleo ni se mejoraron los salarios como se mejoraron ahora. En ese período, la economía creció seis veces más que lo que crecieron los salarios”
¿La capacidad de crear puestos laborales no depende también del contexto económico?
En la década del 90 hubo crecimiento económico y, sin embargo, ni se creó empleo ni se mejoraron los salarios como se mejoraron ahora. En ese período, la economía creció seis veces más que lo que crecieron los salarios. Hay países en los que el salario y las jubilaciones no son la principal fuente de ingreso de la gente, en Uruguay sí. Entonces, cuando se discute sobre este tema, estamos hablando del bolsillo de la gente. Cuando Talvi y Lacalle Pou quieren reducir los Consejos de Salarios y la negociación colectiva, lo que están queriendo decir es “vamos a reducir lo que ganan los trabajadores, 1.600.000 personas; vamos a reducir lo que ganan los jubilados, 700.000 personas; vamos a reducir lo que ganan las pequeñas empresas”, que se benefician directamente de la mejora del consumo, y el consumo mejora cuando mejoran los salarios y las pasividades. Entonces, lo que se está discutiendo en la OIT y en esta campaña electoral es cómo se reparte la torta.
El PIT-CNT también ha planteado reparos respecto de algunas propuestas que ha manejado el Poder Ejecutivo en materia de negociación colectiva, por ejemplo, someter la vigencia de los convenios a la propia negociación.
Yo no quiero entrar en discusiones menores que nos distraen. O hay negociación colectiva y Consejos de Salarios con la amplitud que han funcionado hasta hoy y más, o no hay. Eso es lo que hay que discutir. Discutir otras cosas es favorecer a los Talvi, a los Lacalle Pou. Es favorecer a la derecha. Y yo no estoy para favorecer a la derecha. Yo estoy para que los trabajadores vivan cada vez mejor, que los jubilados vivan cada vez mejor, que los pequeños y medianos empresarios vivan cada vez mejor. Entre los que luchamos por la democracia, bienvenidas las diferencias.