La empresa brasileña Petrobras vendió las 88 estaciones de servicio que tenía en Uruguay a la española Disa por 62 millones de dólares. Con la firma del acuerdo Disa entregó 6,17 millones de dólares y los restantes 55,53 serán saldados cuando se cierre la transacción, informó el portal Surtidores.
Disa fue creada en 1933 y en la actualidad, además de tener un sello propio, opera con Shell y posee una red de 588 estaciones de servicio, 199 en las Islas Canarias como Disa y 389 en la península, Ceuta y Melilla como Shell.
Según informó el portal, la empresa se instalaría en Uruguay bajo el sello Disa, cuyo distintivo es un colibrí. Por su parte, el portal Tiempo de Canarias publicó que con esta transacción la empresa continúa con una política de expansión que inició hace tres años y Uruguay es el primer país sudamericano en el que se instala para vender combustibles, ya que, además de en España, tiene estaciones de servicios y de venta de lubricantes en Portugal y Andorra. El grupo también se dedica a producir energía fotovoltaica, y posee tres plantas con un total de 9 MW en Chile, en el desierto de Atacama.
Federico Cicero, delegado del Consejo de Salarios para las estaciones de servicio de la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (UNTMRA), dijo a la diaria que la noticia no los sorprendió porque las empresas mantenían negociaciones desde hace un tiempo, pero aclaró que los trabajadores aún no tienen la confirmación de que lo hagan como Disa o si continuarán como Petrobras. Cicero explicó que de las 88 estaciones sólo cuatro son de la empresa brasileña, mientras que el resto son concesionarias. “Tenemos organización sindical en las cuatro y está conversando con la gerencia sobre los cambios y las nuevas modalidades”, contó.
El integrante de la UNTMRA recordó que hubo otros cambios de firma recientes, como cuando Esso pasó a ser Axion; a entender del sindicato, en ese caso mejoraron la imagen de la empresa y las condiciones de trabajo. “Más allá de que haya un dueño, las compañías les exigen un servicio y una imagen parecida”, comentó.
Una de las preocupaciones de los trabajadores es que en la estación de Petrobras ubicada detrás del shopping de Punta Carretas, una de las cuatro pertenecientes a la empresa brasileña, se instaló un surtidor de despacho automático. “No está en uso, pero en las consultas que hicimos Petrobras dijo que fue un pedido de Disa. En Uruguay no hay ninguna reglamentación que prohíba el autodespacho, pero lo tiene que autorizar la URSEA [Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua]”. En conversaciones entre la UNTMRA y el Ministerio de Industria, Energía y Minería se informó a los trabajadores que no van a fomentar este tipo de expendio de combustible, pero tampoco lo van a prohibir. Cicero dijo que están en contra de esta modalidad por la pérdida de trabajo que implicaría, y que “la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay también se opone, sobre todo porque es una inversión bastante grande”.
El integrante del sindicato comentó que este tipo de modalidad se empezó a usar en los países vecinos, pero en Argentina su uso retrocedió por problemas de seguridad. “Que un cliente se vaya sin pagar o que haga alguna maniobra medio confusa no incide mucho en Estados Unidos, que es un país productor de petróleo, pero en Uruguay cualquier derrame o accidente significa un costo grande para el empresario”, dijo.
Cicero comentó que es muy poca la incidencia en el precio de los combustibles de los salarios de las 8.300 personas que trabajan en las estaciones. “Si no quedara ningún funcionario en las estaciones, ni siquiera un sereno, el precio podría bajar dos pesos”, sostuvo.