“Tenemos algunas medidas de carácter obligatorio y algunas recomendaciones [...] La cancelación de todos los deportes en ámbitos cerrados, incluyendo el básquetbol. Estamos hablando de gimnasios, y de toda actividad que sea en espacios cerrados”, anunció el martes el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, una en conferencia de prensa.

Para frenar los contagios de covid-19 y no entrar en la zona naranja, el gobierno tomó otras medidas: teletrabajo para los funcionarios públicos que puedan hacerlo y recomendación de lo mismo para las empresas privadas; bares, restaurantes y afines deberán cerrar a la medianoche; y la cancelación de los actos protocolares de fin de cursos de las instituciones educativas.

Esta nueva batería de medidas generó molestia entre los dueños y trabajadores de los gimnasios y clubes. Un grupo de personas vinculadas al sector se manifestó este miércoles frente a Torre Ejecutiva y entregó una carta dirigida al presidente.

Por otra parte, Lourdes Rapalin, presidenta de la Cámara Uruguaya de Gimnasios y Afines (CUGA), diputada suplente del nacionalista Álvaro Dastugue y dueña de Bethel Spa, comentó a la diaria que se enteró de la noticia por la conferencia de prensa y dijo que no esperaban esta medida, porque hace una semana el gobierno había aprobado de forma parcial un protocolo para los gimnasios, y lo que faltaba era la redacción de un inciso sobre la higiene. “El lunes lo presentamos, veníamos muy bien encaminados. No hubo un solo brote en un gimnasio. Eso no quita que haya habido algún caso, pero no dentro de un gimnasio”, comentó.

Rapalin aseguró que no están conformes con la forma en que se comunicó. “El gobierno puede tomar la medida que quiera porque estamos en una crisis, y lo entendemos. Somos agentes y promotores de salud, vamos a respetar cada una de las normativas. Las reglas se cumplen y no se discuten, pero eso no quiere decir que no manifestemos nuestra postura y salgamos a pelear por las fuentes de trabajo”, afirmó. Sobre su doble condición de diputada y empresaria aseguró que ella no maneja su negocio de acuerdo al gobierno, aunque sea parte de él, porque “las normas hay que cumplirlas igual”. “Cuando tenemos que llevar un plato a la mesa nadie nos pregunta por quién votamos. Creo que podemos tener un buen diálogo, todo el rubro lo ha entendido. Siendo agentes de salud no merecemos esta medida tan drástica”, dijo.

Rapalin considera que lo que el gobierno debe hacer es centrarse en los lugares que no están habilitados o que no cumplen con las normas. “No se están considerando otras cosas”, agregó, y comentó que está en contacto con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, que le recordó que aún está vigente el seguro de paro parcial. Rapalin retrucó afirmando que hay gente que no ha podido acceder a ese beneficio porque no llegó a los 150 jornales debido a los meses de este año cuando los gimnasios estuvieron cerrados por la pandemia. “Hace dos meses que la gente está trabajando por la mitad del sueldo, el seguro se pasa, pero no lo paga el Banco de Previsión Social”, afirmó. La legisladora suplente dijo que además se están planteando demandas judiciales porque los trabajadores se consideran despedidos, por lo que estimó que “esto va más allá de abrir o no abrir”.

“Estas cosas pasan porque no hay un mensaje claro y lo que genera es incertidumbre”, dijo, y contó que al preguntar el porqué de la medida le contestaron que “estamos en crisis”, “pero los ómnibus están llenos y las ferias también”. “La mayoría nos estamos reacomodando para no suspender las actividades, vamos a dar clases al aire libre, pero hoy en día esos espacios están siendo ocupados por personas que no sabemos si están capacitadas para dar clases de gimnasia, no pagan impuestos ni aportes, no le brindan a la sociedad, cobran una cuota y ocupan un espacio; ahora vamos a salir los gimnasios. ¿Quién va a tener el derecho de usar el espacio?”, se preguntó. De todas formas, admitió que se trata de espacios públicos y aclaró que es una inquietud de los socios de CUGA.

Rapalin dijo que la manifestación de este miércoles no fue convocada por CUGA, y aclaró que hay más de 30.000 personas trabajando de forma directa en los gimnasios asociados, ya que en la cámara hay 500 socios. Cabe recordar que CUGA fue creada en mayo de este año debido a la pandemia y que en los primeros meses de crisis sanitaria, 15.000 trabajadores fueron enviados al seguro de paro.

No se entiende

Andrés Scotti, ex futbolista y ex integrante de la selección uruguaya, es uno de los propietarios del Centro Deportivo Integral Enfoque. En conversación con la diaria dijo que no entiende bajo qué criterio se tomó la medida: “Sin datos objetivos, se censuró el deporte en espacios cerrados. Nuestro reclamo es por los criterios, porque el deporte es salud y en este momento cumple un rol determinante para tratar patologías que a nuestro país lo están agrediendo mucho más fuerte que el virus”, subrayó.

“Es difícil encontrar un rubro con protocolos más severos que los que tenemos, con una trazabilidad de la persona que transita por la institución. Yo no tengo nada contra los bares, pero ¿por qué pueden estar hasta las doce de la noche? Que nos expliquen qué datos usaron”, dijo. Scotti contó que en los últimos cinco meses y medio pasaron por Enfoque 150.000 personas (se refiere a los ingresos diarios acumulados) y no se contagió nadie, lo que sí sucedió fue que una persona que trabaja en la salud hizo una actividad funcional estando contagiada de covid-19, pero sin saberlo, y al enterarse del resultado positivo del test se comunicó con el centro de deportes y se contactó a las personas que compartieron la clase: “De 30 personas que habían hecho actividad en conjunto no se contagió ninguna”, expresó.

“Si nos basamos en la economía, con esta decisión están dejando a más de 5.000 instituciones comprometidas. Si cerramos los espacios cerrados los cerramos todos; a título personal, considero que nuestros gobernantes no entienden lo determinante que es la actividad física en la salud de la población”, aseguró. El ex futbolista dijo que es su local trabajan 85 personas de forma directa y que además están en un proceso de inversión para multiplicar las fuentes laborales: “Con esto nos generan una disyuntiva: ahora no sé si invertir en un shopping o poner un lugar de salud”.

Scotti aseguró que no es viable que ellos den clases al aire libre, y dijo que en este período deberán enviar trabajadores al seguro de paro. Agregó que la medida se da cuando hay que pagar aguinaldos, y estimó que las deserciones de socios van a ser agresivas. “El impacto de esto puede ser letal. Yo espero a ver qué subsidio va a dar el Estado a estas instituciones a las que afectó, porque si se toma una decisión, que se hagan cargo. Si el Estado se tiene que endeudar, que se endeude por la gente y no por otras cosas”, afirmó.

No equitativo

Hay otros gimnasios que sí trabajarán en espacios abiertos o dictando clases de manera virtual, uno de ellos es Sense Fitness Center. Santiago Comba, uno de los propietarios y campeón uruguayo de crossfit, dijo a la diaria que ya tienen un espacio al aire libre en el gimnasio, y van a limitar las clases tanto en horarios como en cupos. Dijo que frenar la actividad “es un poco extraño, si bien se entiende porque la situación es complicada. Creo que el malestar de la gente se debe a que se cierran los gimnasios pero dejan abiertos los shopping y no regulan los ómnibus o las ferias. No fue equitativo”.

Martín Soria, de Force Elite Fitness Center, opinó que “no es razonable la decisión que tomaron”. En el caso de este gimnasio circulan menos de 100 personas en el día. “Nos tomó a todos por sorpresa, baja la línea y al otro día no trabaja más nadie, sí nos estamos organizando regidos por los protocolos. Estamos viendo de hacer actividades al aire libre, pero eso requiere una organización, una logística para sacar materiales y ver qué gente puede ir”. Soria pidió que se los involucre, porque son los que más saben de la actividad. “Hay que trabajar en conjunto”, dijo. Force Elite Fitness Center abrió hace tres meses y son cuatro los socios; “ahora nos cae esto y nos pega duro”, comentó Soria, y agregó que otra sería la situación si cerraran todo para hacer una lucha verdadera contra la pandemia.