El miércoles, ante la emergencia sanitaria que vive el país debido al coronavirus, la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (FOICA) resolvió declararse “en conflicto” durante una semana, a partir del miércoles 1º de abril, para asumir, “como trabajadores, la responsabilidad de cuidar” a compañeros, familiares y el “pueblo en general”, con el fin de “reducir el riesgo lo mejor posible y en manifiesto desacuerdo con la actitud adoptada por autoridades del gobierno y las Cámaras Empresariales”.
Para tomar esta decisión, el Plenario Nacional de la FOICA argumentó que miles de trabajadores del rubro están hacinados en sus centros de trabajo, que son “una fuente de riesgo de contagio”, no sólo para ellos, sino también para el resto de la población. El gremio agrega que no desconoce que el gobierno planteó “medidas paliativas” que son “de recibo de los trabajadores”, pero que estas “no son suficientes en esta situación de emergencia”.
Ante esto, la Unión de Vendedores de Carne (UVC) emitió un comunicado el fin de semana en el que manifiesta “su total rechazo” a la medida resuelta por la FOICA, ya que considera que “las posibles consecuencias de seguir este tipo de acciones generan un mal mayor”. La UVC tiene en cuenta que tanto las “carnicerías de todo el país como los abastecedores” están trabajando “para abastecer a la población que se encuentra en cuarentena, apelando y colaborando” con la “disminución del riesgo de contagio”.
“Consideramos que aportamos los lugares donde definitivamente no existe aglomeración de personas, que favorecen más a sus vecinos en la cercanía disminuyendo la circulación de personas, donde nos aseguramos que la fluidez del dinero se mantenga dentro de los trabajadores y del mercado interno, considerando, además, que durante estos meses va a ingresar menos dinero en los hogares por motivo de la disminución del trabajo o del envío a los subsidios por desempleo o por enfermedad”, señala la UVC.
Por todo esto, en el comunicado la UVC agrega que lo resuelto por la FOICA es “apresurado”, ya que no midió sus “posibles consecuencias”, porque podría “generar un desabastecimiento a la población de un producto alimenticio básico en el consumo de los hogares, además de otra infinidad de consecuencias negativas en muchos aspectos”. Por último, se señala que el período que eligió la FOICA para parar las actividades “queda unido a los feriados de Semana de Turismo, generándose así un período aún más extenso de desabastecimiento”. “Esta medida no contribuye a la situación actual, la cual requiere de un armónico funcionamiento de la cadena cárnica para el bien de la población, cumpliendo con nuestro rol a consciencia”, finaliza.