El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, dijo en el Parlamento, al ser consultado por el futuro de la Ley de Empleo Juvenil, que han estudiado el tema y constataron “una fuerte concentración” de los beneficios “en pocas empresas”, así como “excesos” en las excepciones para contratar un mayor porcentaje de trabajadores que el permitido. Por esto, criticó la gestión que hicieron en este tema sus antecesores en la cartera.
La Ley de Empleo Juvenil, aprobada en 2013 y modificada en 2018, brinda subsidios de entre 15% y 25% para la contratación de personas de entre 15 y 29 años, pero establece como limitante que el total de beneficiarios no podrá exceder el 20% de la plantilla de la empresa. “Estamos trabajando para reformular algunos aspectos de ese instrumento normativo para evitar el mal uso y para permitir una mejor focalización”, informó el jerarca ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados.
En ese sentido, Mieres sostuvo que una ley de promoción del empleo para jóvenes “es una necesidad”, y que el plan del gobierno es elaborar un proyecto de ley que incluya a más “grupos de población vulnerable”, como las personas con discapacidad y de edad avanzada. “Cuando lo tengamos pronto, lo vamos a conversar con los trabajadores y con los empleadores, y luego vamos a presentarlo al Parlamento. Pero hay que corregir cosas” de la normativa vigente, dijo a los legisladores.
Sobre el funcionamiento en el pasado de la Ley de Empleo Juvenil, explicó que había una concentración de las contrataciones “en empresas que no necesariamente eran las más adecuadas” para postularse. “Ha habido un exceso del uso de las excepciones para definir porcentajes en el empleo de trabajadores en esta modalidad; hay ciertas empresas que han hecho un uso casi permanente y quizás exagerado de la ley, propiciado también porque el ministerio [de Trabajo] autorizaba todo tipo de excepciones en el porcentaje de trabajadores”, expresó Mieres.
Por otra parte, consultado sobre qué pasará con el programa Yo Estudio y Trabajo –creado en 2012 y que apunta a jóvenes de entre 16 y 20 años–, el ministro dijo que se lanzará una nueva edición en los próximos meses. “Es un instrumento positivo para hacer que los jóvenes tengan una primera experiencia que compatibilice con los estudios; apunta a gente de bajos recursos y le permite estudiar al mismo tiempo que realiza esa experiencia laboral”, consideró.