Daniel Diverio, presidente del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), afirmó que el trabajador de este rubro “es consciente” de sus derechos y que los reafirma en cada negociación con los empresarios. Además, aseguró que “el secreto” para que el sindicato logre acuerdos en los convenios colectivos es la lucha en cada obra. En diálogo con la diaria, el sindicalista se refirió al vínculo que mantienen con la patronal.
¿Cómo describirías la relación entre empleado y empleador en el rubro de la construcción?
El trabajador de la construcción es protagonista fundamental en todas las conquistas y el avance que hemos tenido, es un trabajador que es consciente y que tiene conocimiento de sus derechos. En ese marco, también el empleador respeta el papel que juega el trabajador. Eso es muy importante, porque a la hora de tener que ir a buscar trabajo el que te está contratando sabe bien que sabés con claridad cuáles son los laudos, cuáles son las normativas, cuáles son los convenios colectivos. Quizás con más conocimiento o con menos conocimiento, pero en general se sabe eso. Tiene conocimiento de sus derechos porque fue parte de la construcción de esos derechos. Por eso la relación, más allá de las relaciones individuales que pueda haber, es de respeto del empleador hacia el trabajador y también del trabajador, sabiendo que el empleador es, justamente, el que define la contratación. Empleados y empleadores coincidimos en que la forma de negociación con la mesa bipartita ha sido la que ha permitido resolver de mejor manera los temas, cada uno respetando y defendiendo sus intereses legítimamente. Pero hay que entender que nosotros hablamos de la negociación como un tema central, no a partir de que se encuentra el ejecutivo del sindicato con las direcciones de las distintas gremiales. Esto tiene mayor profundidad cuando logramos –y ahí está la base, el secreto de por qué avanzamos en ese sentido– el respeto de la negociación a partir del centro de trabajo.
¿Cómo es la relación entre sindicato y empresariado?
A medida que el sindicato, los trabajadores, nos organizamos y nos fortalecemos, en la mesa de negociación empiezan a generarse condiciones de mejores resultados. La relación entre trabajadores organizados en el Sunca y las distintas gremiales empresariales es de mucho respeto, de que tenemos claro que nosotros tensamos la cuerda, pero siempre respetando la mesa de diálogo como una herramienta fundamental para resolver las diferencias que podamos tener. Por eso la industria de la construcción hoy cuenta con muchos convenios colectivos que tienen herramientas en que compartimos su funcionamiento y su dirección. El caso más concreto son los fondos sociales, en los que la dirección es compartida entre el sector empresarial y los trabajadores.
¿Cuánto cambió la negociación colectiva tras la asunción del actual gobierno?
Está claro que tanto con el gobierno progresista como con este, si no estamos los trabajadores organizados en la calle, es muy difícil avanzar. Sin trabajadores organizados no hay ningún escenario, de ningún gobierno, que permita avanzar. Está claro que hay gobiernos que son más sensibles que otros y no me cabe duda de que los gobiernos anteriores fueron más sensibles en este tema. Tenemos claro que este gobierno no va a derogar la ley de negociación colectiva porque pagaría un precio político muy alto, pero lo que hace es intentar que esa ley no cumpla con su objetivo. Por eso nosotros vemos que la anterior negociación colectiva, la octava ronda, fue por intermedio de un convenio puente. No solamente quiso rebajar los salarios, las pensiones y las jubilaciones, sino que intentó y en parte logró que los trabajadores organizados no estuviéramos en la calle –que es el mejor escenario para gobiernos neoliberales para aplicar sus políticas–, sino que estamos viendo que en esta novena ronda de los Consejos de Salarios se aplica lo mismo, o sea, lo que hace el gobierno es llevar a una negociación de rebaja salarial y de precarización del empleo. Es cierto que quizás haya bajado algunos dígitos la desocupación, pero cuando empezamos a rascar cuáles son los empleos que se crearon empieza a asustarnos un poco, porque ahí están metidos los 15.000 jornales solidarios, que son empleos muy precarios, de 10.000 o 12.000 pesos por mes en cualquier condición, los trabajadores que trabajan medios jornales, trabajos que son casi informales o ilegales; se contabiliza todo eso. Estamos viendo que hay una precarización del empleo que es muy preocupante y por eso los trabajadores de la construcción estamos controlando, porque en una de las obras más importantes que tiene la industria hoy, que es el Ferrocarril Central, con 3.500 trabajadores, hay empresas que están intentando desregular, y lo estamos denunciando porque hay contratos de trabajo que se hicieron ahí con cientos de compañeras y compañeros que están lejos de lo que tiene que ser la normativa de la construcción. Estamos en un escenario que es mucho más complejo, porque el objetivo que tiene este gobierno es ofrecerle al mercado, a los inversores, mano de obra barata y desregulaciones.