Este miércoles la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott) emitió un comunicado en el que aseguran ser uno de los sectores más perjudicados por la pandemia: “Hemos sostenido la crisis en base a seguros de paro, muchas veces sin tener rotación, siendo los compañeros sindicalizados los más afectados en la inmensa mayoría de las empresas. Hemos sostenido la crisis también en base a rebajas salariales y a convenios que han sido incumplidos. Hay empresas que se han negado sistemáticamente a cumplir con los compromisos asumidos y hoy tienen licencias que están impagas, salarios vacacionales que se han perdido, así como salarios y aguinaldos que no han sido pagos en tiempo y forma”.

Los trabajadores se reunieron con el director nacional de Transporte del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), Pablo Labandera, para plantear sus demandas, y este informó sobre reuniones que mantuvo “con el Ministerio de Economía [y Finanzas, MEF], en la búsqueda de recursos tarifarios y recursos extraordinarios para hacer frente a las dificultades del sector”, dice el texto.

José Duarte, integrante de la Unott, contó a la diaria que en la reunión que mantuvieron con Labandera, el jerarca les manifestó que las empresas hicieron un pedido al MEF “de un subsidio, como lo llaman ellos, de guerra, extraordinario”. En ese pedido no estaban contempladas las deudas que tienen con los trabajadores. “Lo que sí nos dijo Labandera es que el MTOP le puso un plus [para saldar esas deudas]”.

Por su parte, los trabajadores le transmitieron la poca voluntad que perciben por parte de las empresas para negociar: “No se trata sólo de salarios y porcentajes; tenemos algunos puntos como el acoso laboral, que está en nuestra plataforma, y las horas de descanso de los trabajadores”.

“En este momento asistimos además, a una ofensiva de alguna de las empresas para cerrar rápidamente los grupos de negociación, cuando en ningún momento ellos se han sentado profunda y honestamente a negociar, simplemente han cumplido con la formalidad de participar de algunas reuniones pero en verdad no les ha importado la negociación colectiva”, dice el comunicado de la Unott.

Al respecto, Duarte comentó que este miércoles las empresas de transporte interdepartamental presentaron una nota con su deseo de retirarse de las negociaciones. “Quieren que presentemos las mejores propuestas e ir a una votación. Para nosotros está fuera de lugar porque las negociaciones están hechas para que duren 90 días, y lo que entendemos es que quieren cerrar ahora por esos porcentajes que pueden llegar a venir; si cerramos ahora, ellos saldrían ganando”. En otras palabras, para el integrante del sindicato las empresas quieren cerrar la negociación para quedarse con el plus de la partida extraordinaria pensada para los trabajadores.

“Nosotros no teníamos la ronda abierta y tuvimos que pedirla, con nota expresa, y se inició el 17 de setiembre”, por lo que terminaría el 17 de diciembre.

De los lineamientos del Poder Ejecutivo (PE), el sindicato no está de acuerdo con que sean acuerdos a dos años, porque en este período el transporte “viene avanzando lento, pero viene avanzando, hay 63% de la movilidad”.

Duarte dijo que, a su entender, la amenaza de las empresas de levantarse de la mesa de negociación es, además, una “chicana” para que los trabajadores pidan un aumento de tarifas, ya que sus salarios están atados a ellas. “Están luchando para que hagamos paro y ellos tener un alivio en la carga, pero ese es un problema empresarial, no es nuestro. En el caso del transporte, los incrementos de los empleados siempre estuvieron sujetos al incremento de tarifas, a la suba del boleto. En el caso del interdepartamental, 60% del valor del boleto es para los trabajadores, el resto es funcionamiento y ganancias. En marzo de 2020 se subió el boleto y nunca vino el aumento para los trabajadores”, recordó.

En el comunicado la Unott expresó que en “algunas de las empresas, por ejemplo del sector suburbano, los trabajadores desde hace una década están sosteniendo la fuente laboral mientras la empresa hace caso omiso de todas las reglamentaciones y negociaciones, y siguen facturando poniendo a los trabajadores como rehenes”. “También los compañeros del sector Taxímetro están con dificultades, donde la patronal les está queriendo variar las condiciones de trabajo, perjudicando a los trabajadores desde el punto de vista salarial de forma permanente”, manifiestan.

Duarte añadió que en el sector suburbano se firmó un convenio puente en 2020 en el que resignaron parte de los incrementos con la condición de que a junio de 2021 volvieran a la normalidad. “El año puente pasó, la novena ronda se abrió y se firmó el convenio con los incrementos ya fijados. La cuestión es que Copsa se negó a dar los incrementos alegando que no tenían tarifa. Ellos arrastran deudas con los trabajadores, como las licencias y los aguinaldos. A todo esto se le acopla la empresa Casanova, que es de los mismos dueños, y Cita, que tiene apenas 14 trabajadores en el sector suburbano”. En reclamo de estas reivindicaciones los trabajadores de estas tres empresas pararon el viernes 29 de octubre. Duarte destacó que Tala-Pando-Montevideo no se sumó al paro de la semana pasada.

Sobre el taxímetro dijo que los trabajadores lograron mantener lo que tienen, como los viáticos (170 pesos por día). “La patronal planteó bajar el salario al mínimo nacional (22.245 pesos por 44 horas semanales], y propusieron que los trabajadores se hicieran cargo de la limpieza de los coches”. Sostuvo que también pretenden que los taximetristas paguen una tarjeta de 150 pesos por mes para tener prioridad en la asignación de viajes. “En estos momentos no trae un lío, pero en enero se va a notar”, concluyó Duarte.