Este miércoles el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) realizó un paro parcial a nivel nacional, entre las 9.00 y las 13.00, y se movilizó en una treintena de caravanas en todo el país. La medida se desarrolló bajo la consigna “Trabajo para todas y todos” y tuvo como eje central la campaña nacional por el empleo para “enfrentar los impactos económicos y sociales de la pandemia”, según lo expresado por el sindicato en la convocatoria.
El Sunca definió hacer un conjunto de movilizaciones para defender los puestos de trabajo en las ramas de la industria de la construcción de peajes, extractiva y cerámica, “exigiendo además más inversión pública en algunas zonas clave” de Uruguay, y en defensa de “la industria nacional y las empresas públicas”.
El presidente del Sunca, Gabriel Nánchez, dijo a la diaria que el paro y la movilización en caravanas fue exitosa y sin incidentes de ningún tipo. Sobre la plataforma de reclamos que motivó la medida, dijo que es preocupante que la rendición de cuentas aprobada por el actual gobierno establece “un recorte importante de la inversión pública a partir de abril” y que esto podría impactar en la fuentes de trabajo en la construcción.
Nánchez dijo que a partir de 2010 se dio una caída de la inversión privada en la región y “se empezó a notar más la incidencia de la inversión pública”. Recordó un conjunto de obras públicas de gran envergadura que ocuparon gran cantidad de mano de obra durante las últimas décadas como el aeropuerto de Carrasco, la Torre Ejecutiva, el Auditorio del Sodre, la instalación de la fibra óptica, las carreteras, la edificación de hospitales y centros de estudios, entre otras. También destacó que el promedio histórico de ocupación de la construcción es de 38.000 trabajadores, y que en 2012 se llegó a tener 72.000 cotizantes al Banco de Previsión Social. Actualmente, la industria permanece por encima del promedio, con unos 48.000 trabajadores.
Sobre la importancia de la obra pública, el dirigente destacó que actualmente 50% de los trabajadores del sector dependen de la inversión estatal.
“Nos preocupa que mientras en la mayoría de los países del mundo se viene desviando parte del PIB [producto interno bruto] para sostener la economía local y resguardar el empleo, y las pequeñas y medianas empresas, acá vamos a la contra de lo que va el mundo”, sostuvo Nánchez. “Hasta el momento, este gobierno no ha arrancado ninguna obra pública. Todas las que están en marcha se empezaron en el gobierno anterior”, agregó.
En cuanto a la situación de los puestos de trabajo en la industria extractiva, dijo que “no hay una política clara de defensa del cemento nacional” ni “una política clara de compras públicas” que tenga previsto “comprarle cemento a la propia Ancap”. “Hay que actualizar las plantas, hay que volver a invertir para mejorar la calidad”, aseguró.